La verdad.

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***Zeth POV***

Ya habían pasado diez minutos desde que Damon se encontraba en trance, hasta que por fin despertó.

— ¿Te encuen...? — intenté preguntarle, pero se lanzó hacia mi colocando sus brazos alrededor de mi cuello, y me besó —. ¿Y eso que fue? — le pregunté cuando se separó de mi, su cara estaba roja.

— Yo... eh... — su voz temblaba al igual que su cuerpo y eso solo me produjo besarle.

— Bienvenido — nuestros rostros estaban muy cerca, podía sentir su cálida respiración. 

— ¿Cuánto tiempo estuve en el pasado?

— Sólo unos 10 minutos.

— Pareció una eternidad.

— ¿Y te gustó volver a revivir tu infancia?

— No estuve en mi pasado — vaciló un momento —. Me encontré en el tuyo.

— ¿En el mío?

— Si, en la época en que te convertiste en vampiro — me quede mirándolo con ojos sorprendidos.

— ¿Viste a mi creador? — asintió con la cabeza —¿Quién? ¿Cómo era? ¿Cuál era su nombre?

-Tu creador... soy yo.

¡¿Cómo ?! Esto me sonaba a la parte de "yo soy tu padre" de la película esa... Star Wars.

— Es imposible, tu no eres vampiro sino hasta ahora, y yo me convertí hace siglos.

*** Damon POV ***

Sabía que esto pasaría, ha de ser chocante y demasiado confuso, ni yo logro comprenderlo a un 100%, pero estaba seguro de que era su creador. Los juegos del destino van más allá de la razón.

Le expliqué todo lo vivido a Zeth, no se lo podía creer. Me contaba que recordaba partes de lo relatado y es que había pasado ya hace mucho tiempo. Cuando estaba por acabar de resumirle todo, me tomó de la muñeca con fuerza y agacho su cabeza.

— Ya recuerdo. Iba a casarme con Anne por el dinero que tenía su familia, Dante era en realidad mi tío, y él ideó todo un plan.

— ¿De qué estas hablando?

— Escúchame por favor, en toda mi vida he hecho cosas terribles de las que me arrepiento profundamente, pero esto fue antes de ser una bestia. Era humano, pero no tenia humanidad. Verás, yo...la noche después de que me casé, era el momento en que se debía concretar el planeado. Dante debía estar fuera de la habitación con una soga en sus manos, esperando a entrar. No tenía idea de lo que era Anne y cuando perdió el control ante la excitación, culminó por sacar los colmillos, hasta ese instante todo lo que había escuchado sobre los monstruos que atacaban a las personas, se tornaba real. Fue ahí cuando mi tío entró, y vió tal escenario, se asustó y no pudo defenderse ante Anne, que lo lanzó a por la escalera y luego fue a por mi.

— ¿Y qué con eso?

— ¡No lo entiendes! Si eso no hubiera pasado, hubiéramos acabado nosotros con esa pobre familia — Zeth me gritaba, estaba reviviendo su más temibles pesadillas —. No me excuso, pero cuando conocí a Seint y esta escuela, él me hizo comprender que mi comportamiento se debió a que estaba siendo poseído por un demonio, el de mi tío era por naturaleza, pero yo no era como él. Siempre intento repetírmelo, pero aún así no cabe en mi cabeza.

Caían lágrimas de sus ojos, al fin logré llegar a conocerlo íntimamente, y verlo así, expuesto ante mi, vulnerable, me partía en mil pedazos. No pude hacer más que abrazarlo, y nos quedamos ahí, a orillas del lago frente a la casona verde opaco de bordes blancos, donde nos conocimos por primera vez. Donde nos enamoramos por primera vez.

Pandemonium.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora