en un universo sin poderes

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En una empresa importante de diseño, llegó el dueño un hombre de 38 años rubio, de ojos grices, un hombre muy imponente cuando de negocios se trata pero con ciertas aficiones...

- señor Felíx Agreste, la señorita Emma, sera la nueva secretaria, yo la entrenare una semana antes de mi retiro.

- Lucy te has asegurado que sea competente y...

- lo he arreglado todo.

- bien que pase a mi oficina.

- si señor.

- adelante, Emma.

- sera un plaser trabajar en su empresa señor Agreste.

- espero confiar con su total discreción.

- si la señora Lucy ya me puso al tanto con respecto al contrato de silencio.

- bien, puede retirarse.

. . .

- fiu, fue mas atemorisante de lo que esperaba.

- estas segura que quieres hacer esto?

- si, gracias por ayudarme Lucy.

Una semana despues Lucy tomo su retiro y se fue, ya devía descansar, en cambio Emma siguio trabajando para aquel hombre de actitud fria, pero con algunas manias nada agradables.

- vengo a ver a Felíx.

- si señorita ya la espera.

Emma guio a la mujer a la oficina de Felíx donde esta la recibio.

Gemidos y sonidos nada agradables resonaban por todo el piso, pero la oficina de Felíx era la unica en ese piso, y Emma era la encargada de que nadie mas en ese edificio se diera cuenta del extraño fetiche de su jefe.

Paso un tiempo y a Emma le gustaba su trabajo, pero sabía que eso no era para ella, y con el dolor de su corazon comenzo a buscar un nuevo trabajo y a una nueva secretaria para su jefe Felíx.

. . .

Un año exactamente paso Emma trabajando para Felíx.

- señor Felíx, tengo...

- Emma, dilo en mi oficina.

- si, señor, sabe yo tengo.... quiero hablar...

- solo dilo Emma, llevamos mucho tiempo, ya deverias tener mas confianza, dime que se ofrese.

- yo bueno...

Sono el celular de Felíx interrumpiendo, pero Felíx no respondio, era alguna "amiga" buscandolo, así que apago el celular y puso su atencion en la joven.

- por mi no hay inconveniente, si desea responder...

- no, es mas importante tratar asuntos del trabajo, ademas no quiero que se acostumbre a nada.

- supongo que tiene miedo a que alguna comiensze a sentir algo y a desear mas.

- bueno yo...

- deje que le cuente una historia.

- adelante.

- era una vez una chica que llego a la ciudad con sueños y esperanzas, era pobre pero encontro trabajo en una empresa, como esta, su jefe era un tanto singular, tubierón una relacion pero no era formal, era algo como simples acostones, pero ella se enamoro de él perdidamente, quería serle util y estar para él, pero apesar de ser cuidadosa un día la proteccion fallo y quedo enbarazada, se fue sin desir nada, no quieria ser una molestia.

Asecina!!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora