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Cuatro hombres salieron de la camioneta, una de ellos les señaló a los demás hacia dónde debían ir. Comencé a buscar algún lugar para poder escondernos, ya que no podemos sólo salir corriendo.

Vi la puerta para entrar a la bodega, no sé lo que haya adentro pero es mejor que nada. Toqué el hombro de Daryl, él se volteó a verme y le indiqué la puerta, ambos fuimos en silencio hasta allí.

Entramos y lo primero que vi fue un montón de bolsas arpilleras apiladas por todos lados. Daryl se dirigió rápidamente hacia una escalera de madera que llegaba hasta la parte de arriba de un segundo piso. 

-Vamos- susurró. Voy a su lado y él sujeta la escalera de madera, pongo el arco en mi espalda y comienzo a subir. Daryl me sigue por detrás.

Una vez que subimos la puerta se abre de golpe. Nos agachamos y corremos hacia las bolsas para ocultarnos. Dos hombres entran y se ponen a buscar por todos lados.

-Aquí nos encontrarán- le susurro a Daryl. Él se pone a buscar con la mirada mientras yo vigilo a los hombres.

-Ven- hace que lo siga. Detrás de unas cuantas bolsas se encuentra un pequeño armario, él abre la puerta esperando a que entre.

-¡¿Qué?!- susurro. Já, ni de chiste voy a entrar ahí.

-Entra, rápido- susurra también.

-¡De ningún modo!- se escucha que alguien está subiendo por la escalera. No, no quiero entrar, no puedo entrar. Estoy congelada y no sé que hacer, maldición.

Daryl al ver que no me muevo me toma del brazo y me arrastra hacia adentro del armario, luego él se mete conmigo y cierra la puerta.

-Ay Dios...- esto es mucho más pequeño de lo que pensé.

-Shh- él deja un pequeño hueco en la puerta para poder ver.

Estiro mis brazos hacia los costados y puedo tocar las paredes, no hay espacio, no hay espacio para nada. Comienzo a sudar... Tranquila, tranquila... Son sólo unos segundos, puedo hacerlo, puedo hacerlo. 

No puedo evitar temblar un poco y me estoy hiperventilando. Siento que Daryl me mira raro.

-Cálmate- me susurra.

-...Ya no resisto- comienzo a mover los brazos en busca de oxígeno. ¡Me estoy ahogando maldición!

-¿Encontraste algo?- pregunta un hombre.

Cada vez se escuchan pasos más cerca de nosotros y mi respiración se oye más fuerte, no puedo controlarla, si sigo así de seguro nos atrapan. Daryl bruscamente me tapa la boca con una mano y con la otra me toma de los brazos para que no mueva. Nos quedamos callados.

-No, no hay nadie- responde el hombre cerca de nosotros. Los pasos se alejan y se escucha que alguien baja por la escalera, luego la puerta se abre y todo queda en silencio. Unos segundos después, que se me hacen eternos, Daryl me suelta y con toda desesperación salgo del armario.

Caigo arrodillada al suelo, inhalando grandes bocanadas de aire. Eso fue horrible. Daryl también sale, mirándome fijo. 

-Con razón estabas tan insoportable cuando te encerramos en la celda- me dice en voz baja, yo alzo la mirada y lo veo -Eres claustrofóbica.

-Bueno...- digo con la respiración entrecortada -No es una de mis mejores cualidades- intento levantarme, Daryl me toma de un brazo y me ayuda -Necesito tomar aire.

-Aún no sabemos si se han ido- me dice.

-Aquí dentro ya no están, con eso es suficiente- me dirijo a la escalera y bajo rápidamente por ella. Una vez abajo me apuro para llegar a la puerta pero antes de que lo haga una pistola se posa en mi espalda. 

The Next World |Daryl Dixon|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora