The Next World |Daryl Dixon|

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Atravesamos rápidamente por la reja, llegando a la prisión. La camioneta se detiene y salen todos de ella apresuradamente. Tomo las mochilas con medicinas que están al lado mío y las empujo hacia el borde de la camioneta para que puedan agarrarlas, e intento incorporarme.

Daryl se acerca y toma las mochilas, se queda allí quieto, esperando que baje.

-¡Aléjense!- les grito. No pueden estar demasiado cerca de mí, no quiero contagiarlos, en especial a Daryl, él me cae bien.

-¡Tienes que ir con Hershel ahora!- me dice rápidamente Daryl, estirando su mano hacia mí. Lo quedo mirando seria, sin moverme, y no lo haré hasta que se aleje.

-Daryl..- Michonne lo toma del hombro, haciendo que se corra del camino. Ahora que están a una distancia considerable, me acerco al borde de la camioneta casi arrastrándome. Bajo con cuidado, sosteniéndome como puedo.

-Bien..- me digo a mí misma, ya sólo quedan doscientos pasos más. Perfecto...

Escucho el bufido de Daryl, seguido por sus pasos acercándose. Volteo y veo como con un brazo me toma de la espalda y con el otro, de las piernas.

-No no no- le digo, impidiendo que me sostenga, pero ya es tarde. Él me alza y con rapidez comienza a caminar hacia adentro de la prisión, hacia la cámara de gas.

Cubro mi boca con la mano, mirando hacia otro lado, no quiero toser cerca de su cara. Tyreese viene detrás de nosotros, de seguro yendo a ver si Sasha está bien.

En un cerrar de ojos ya estamos llegando al lugar.

-¡Hershel!- grita Daryl deteniéndose en frente de la gran ventana de la cámara.

-Ya, bájame- aún no estoy muerta Daryl, puedo quedarme de pie.

Él me baja con cuidado, vemos a Hershel asomarse y ver toda la situación. 

-Retrocedan- nos dice, Daryl y Tyreese lo hacen, excepto yo. Daryl me entrega las mochilas con las medicinas, que sostengo con un poco de dificultad, están muy pesadas.

La puerta se abre, camino hacia ella y antes de entrar Hershel me toma del brazo empujándome para que entre más rápido, qué sutil. Cierra la puerta justo detrás mío y toma las mochilas.

-Ve a recostarte- me ordena -Pronto.

No tengo energías ni ganas de contestar, sólo quiero descansar. Volteo hacía atrás, mirando por la ventana. Daryl aún está allí, mirándome fijamente. Desvío la mirada y entro a la sala. Hay muchas personas, más de las que había antes de irnos, la mayoría de ellas está en cama.

-¿Kath?- giro mi cabeza.

-¿Tú también?- veo a Glenn enfermo, y se lo ve fatal. Todos nos vemos fatal, es una porquería.

-Pudieron traer las medicinas- dice Glenn aliviado.

-Si, fue difícil..- puedo notar que no corre el aire aquí. Empiezo a mirar hacia todos lados, las ventanas están cerradas. ¿Qué demonios?

Sasha se acerca a Hershel y lo ayuda a administrar las medicinas. Yo me acerco a las ventanas con la intención de abrirlas. 

O yo me he quedado sin fuerzas, o las ventanas están trabadas. Me acerco a una e intento abrirla, pero no se abre. Lo intento con la otra, pero es exactamente lo mismo. Tienen que abrirse, deben abrirse. Esto está muy mal.

Me acerco a Hershel un tanto desesperada.

-¿Sabías que las ventanas están trabadas?- le pregunto, quizás a él se le ha escapado ese detalle.

-Sí lo sé, y así deben estar- me responde con total calma.

-¿Estás queriendo decir que estamos encerrados?- no, no, no, no.

-Es una cámara de gas, se supone que debe estar encerrado- responde sin dejar de ordenar la medicina -Ve a descansar, lo necesitas.

¿A descansar? Bromeas ¿cierto? ¿Cómo se supone que pueda descansar en un momento como éste? Esto está mal, esto está muy mal. Necesito aire. 

De acuerdo, tranquila. Voy a dormir y todo estará bien. Si...

Sin pensar demasiado me acerco a una cama que está vacía, me acuesto con lentitud, esperando poder dormir. Necesito recobrar energías para poder soportar esto. Puedo lograrlo, vamos Kath, sé que puedo hacerlo.

Cierro los ojos, intento dormir, lo intento, lo intento más...

-De acuerdo, no puedo- digo en voz alta, levantándome. Glenn me mira sin entender nada.

-¿Qué ocurre?- pregunta.

Miro hacia todos lados y me acerco a él -¿No sabes de casualidad si hay alguna ventana que se pueda abrir?- le pregunto en voz baja, él niega -¿Nada?.. ¿Ni siquiera un hueco en la pared?- vuelve a negar con la cabeza. Correcto, estoy perdida.