스물 다섯

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—¿Qué mierda...? —pregunta Min para sí, mientras se dirige abatido al sofá, en donde se tumba y cierra los ojos, suspirando con cansancio.

Se durmió enseguida, algo bastante sorprendente: lleva días sin hacerlo, no después de llorar desesperado.

|...|

Son las ocho de la mañana y Yoongi despierta gracias a los sollozos que provienen del cuarto en donde está encerrado TaeHyung. Min se dirigió con cansancio hacia el cuarto, con preocupación, pero también ya se lo tenia bastante visto, cada día pasaba lo mismo.

—¿Tae? —dijo él, después de golpear la puerta con lentitud, hoy es su día libre, tiene los ojos cerrados y bosteza con grandeza, sin recibir respuesta ajena. Vuelve a tocar la puerta—. Tae, deja de llorar, ¿si? —al pobre chico no se le ocurría mejor forma de afrontar aquello, nunca se le dio bien consolar a los demás ni ser consolado, le era algo totalmente fuera de lo normal en su mundo, una de las cosas que añadir a la lista de la llegada de Tae a su vida.

—¡Deja de molestar! —oyó el grito del castaño, después de haber golpeado nuevamente la puerta, esta vez con más insistencia. Le enfadó la forma en la que lo dijo.

—Mira, Tae —ya harto de absolutamente todo, YoonGi suspiró con frustración y habló lo más tranquilo que pudo—. Estoy intentando ayudarte, ¿sabes? Sé que no te ha sido nada fácil, ¿pero crees que para mi sí lo fue? No, te equivocas —dijo, con seriedad y enfado, mirando a la puerta como si éste fuera el castaño a quien se dirigía sus regaños—. Todo me está teniendo hasta lo huevos, necesito paz un momento, desde lo de Sarang no dejo de culparme, llorar y deprimirme..., tampoco es que tus llantos de todos los días y tu frialdad me lleve adelante por así decirlo, pero mírame, sigo adelante, justo lo que tienes que empezar a hacer, Tae.

El menor escuchó sus palabras atentamente, intentando acallar sus sollozos, pero en realidad aumentaba más a cada palabra de su prometido. Le duele como mil estacas en su corazón. Lo ama, bastante. Odia verlo sufrir, principalmente que él sea el causante de dicho sufrimiento.

—Yo... —la voz de Min se escuchó en murmullo, temblorosa y llena de dolor, estaba llorando en silencio—, lo siento mucho, pero necesito..., necesito tiempo...

A Tae se le abrieron los ojos de sorpresa, no entendía lo que quería decir en esa situación el significado de lo dicho, pero tan solo preguntar por ello le daba miedo y vergüenza, no decidió hablar debido a que su prometido se adelantó, aclarando su duda.

—Hoy empacaré mis cosas y mañana me iré a casa de un amigo por unas..., semanas —dijo, después de haber tragado saliva con dificultad. No quería llorar, pero las lágrimas y el escozor en su garganta se hicieron presentes demasiado rápido y con ferocidad—. Se lo diré a Jin ya mismo, seguro viene a cuidar de ti.

Después de haber acabado lo dicho, esperó un minuto por si Tae piensa mejor en las cosas y le pide que se quedara con él, sin embargo, no pasó nada de eso.

Se dejó caer en el suelo, llorando con desesperación e impotencia. No sabía qué hacer, todo esto es demasiado para él, para su pobre corazón y su paciencia.

|...|

—Hola, Jin —saluda el menor, al abrir la puerta después de ser golpeada por el nombrado, quien sonrió levemente al recibir tan poco entusiasmo en la voz contraria.

—Hola, ¿qué pasó? —se apresuró en preguntar, preocupado.

Yoongi suspiró y con un movimiento de mano indicó a Jin que se sentara en el sofá. Así lo hicieron ambos.

—Verás... —empezó, frotando sus ojos con brusquedad, sin encontrar palabras qué decir—, esto..., Jin. Sabes que Tae está sufriendo mucho...

—Sí. Tampoco es el único —dijo comprensivo.

—Bueno, a lo que voy es que..., necesito un tiempo a solas, ya sabes —la expresión en el rostro de Jin cambió por completo después de pensar mejor en las palabras.

—¿Cómo así? —preguntó, con ambas cejas fruncidas en modo de total confusión—. ¿Piensas dejar a Tae aquí solo?

—Jin, escucha-...

—No, YoonGi —interrumpió con enfado, levantándose del sofá, para luego, volver a sentarse al darse cuenta de que aquello no servía para nada—. Mira, Tae necesita de ti.

—Lo sé —dijo en murmullo el rubio, con los ojos brillosos, indicando la llegada del llanto—. Pero es que ya llevo así dos semanas, Jin —se excusó, agarrando la mano contraria y dándole un apretón—. No puedo más... —dijo en murmullo, acompañado de un pequeño sollozo que no pudo controlar.

—Lo entiendo —dijo el mayor, acurrucando sus manos gracias a las contrarias—. Entonces..., ¿qué piensas hacer, YoonGi?

—Necesito de tu ayuda —susurró, temeroso de que Tae haya oído todo, pero no le dio tanta importancia, ya había tenido su charla con él—. Ya he empacado todas mis cosas, mañana a primera hora me iré a casa de un amigo. Toma —sacó una pequeña hoja arrugada de su bolsillo delantero del pantalón, entregándoselo a Jin, quien lo agarró de inmediato—, esta es la dirección, si necesitas algo de mí no dudes en ir y visitarme.

—Yoongi... —SeokJin lo pronunció con inseguridad—, ¿estás seguro de todo ésto?

—Sí —asintió lentamente, posando su mirada en la puerta de la habitación en donde descansa su prometido, con tristeza—. Él también necesita pensar un poco mejor en sus acciones, supongo que no hay mejor forma.

—Tienes razón, supongo —dice Jin, aún con inseguridad en su forma de hablar, logrando sacar una sonrisa pequeña a Min.

—No te preocupes, Jin —sonríe nuevamente, acariciando severo la mejilla ajena—. Por eso te he llamado, necesito que cuides de él.

—Cuenta conmigo en eso, YoonGi —dijo, sonriendo con grandeza—. Es mi pequeño, no lo dejaría solo ni por un momento.

—No, Jin —negó con la cabeza mientras es mirado por el susodicho con confusión—. Solo vente para darle de comer, tiene que acostumbrarse a salir al igual que se ha acostumbrado a estar allí encerrado y llorando siempre —dice seguro de sus palabras, logrando que Jin le creyera en todo—. Realmente siento ser muy duro, pero para mí ya no hay más soluciones. Lo necesita, ambos lo necesitamos.

—Confía en mí —lo abraza por unos segundos—. Duerme, mañana a primera hora tienes que marcharte. Buenas noches.

—Buenas noches, Jin. Gracias por todo.

—Cuenta conmigo para lo que sea, hijo.







[To be continued...]

¿Aceptas a tu Hijo, Yoongi? → |YoonTae|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora