~Narra Pablo~
Su imagen, su cara en las noticias hicieron que yo reaccionara. Nada más llegar a Málaga abracé a mi familia por todo el tiempo que habíamos estado separados y en cuanto pude separarme de ellos me encerré en mi estudio a componer como un loco por todo el tiempo que he perdido por culpa del lyric. Aún así, por muchas prisas que tuviese no podía empezar sin ver antes las palabras de mis fans por las redes sociales que parte de las canciones se convierten en sus mensajes. Y, ya de paso, me entero de lo que sucede a mi alrededor antes de aislarme de éste.
Ese mismo titular, la de su desaparición y las palabras de su madre al respecto hicieron que regresase a Madrid de nuevo, para buscarla ante millones de personas que viven en la gran capital.~Narra Margot~
Que bonita es Madrid, que bonita es España, cuanto amor y arte se puede respirar por la Gran Vía, aunque los paisanos que pasan a mi lado me tomarían por loca ya que sus caras no son de felicidad precisamente.
Con una gran sonrisa en mi cara doy pequeños saltos por las calles mientras la gente está a lo suyo y no me presta atención ninguno. Levanto mi mirada al cielo pudiendo observar como los altos edificios son capaces de tocar las nubes que ocultan un poco del Sol. Es en este momento cuando la letra de la canción Ven de Pablo López susurra dentro de mi mientras siento que mi corazón va a explotar de adrenalina y felicidad. Lo que tanto había soñado, sentirme como un pájaro que descubre nuevo mundo y no se limita solo a las pastillas a las que estoy condenada de por vida, por fin se cumple. Bajo un poco la cabeza dándome cuenta de las pantallas de los edificios mostrando la publicidad de las grandes compañías de telefonía ¡Cómo New York! Pero a lo español por lo que mola más.
En mitad de la calle veo unas escaleras indicando el metro y cómo mi destino es Callao no me queda más remedio que cogerlo a pesar de las ganas que tenía por seguir viendo más de esta calle que parece interminable. Bajo las escaleras corriendo con la atenta mirada de las personas que con una tranquilidad, que para mi sería imposible de tener, suben en busca de la luz del Sol. Me adentro a una especie de laberinto, las paredes con mosaicos extraños y apoyados en ellas artistas que sueñan con un concierto en Las Ventas. En la máquina cojo el ticket y mi dedo recorre todo el póster de las líneas, que hay que reconocer que hay cien mil. Al fin encuentro la mía y sigo subiendo y bajando escaleras hasta que al fin con un ¡Cuidado! De un guardia llego a mi destino, solo que, ahora tengo que esperar quince minutos. Me siento en el banco intentando asimilar lo que estoy viviendo pero me es imposible, de que me doy cuenta el metro ya ha llegado sacudiendo mi pelo. Las puertas se abren y un mogollón de personas mediante empujones salen y entran a los vagones pero por suerte llego antes para, al menos, poderme sujetar en los barrotes al lado de un chico con una chaqueta de lana al igual que su gorrito.
En los últimos segundos puedo apreciar como dos chicas más altas que yo bajan las escaleras corriendo y se meten dentro antes de que las puertas se cierren.
-Juventud-dice una anciana que está detrás de una de las chicas con gafas moradas, las dos se dan cuenta de su presencia-Que ganas de vivir.
No comentan nada pero sonríen porque no saben que contestar-Y que guapa eres-le dice a la joven de la chaqueta verde con el mismo color de sus ojos, se sonroja mientras su amiga se ríe.
-Si, es muy guapa-por un momento imagino que son pareja pero en cierto modo no las veo juntas.
Cuando llegamos a mi destino, ellas dos, junto el chico de mi lado y la anciana de antes, nos salimos de ese agobio. La mujer se despide de las dos chicas y estas parlotean de lo que les acaba de pasar mientras sueltan una que otra carcajada. La joven de los ojos verdes le presta una bolsita a la chica de la chaqueta azul y ésta saca un colgante asombrándose por el detalle y sintiéndose culpable por no haber tenido un detalle con ella. Se dan un fuerte abrazo y en cierto modo, las envidio, ojalá tuviese yo una amistad o pareja así.
-Vamos, que mi profesor me habrá dado por perdida-y esta vez corren subiendo las escaleras.
Tras ver esto me quedo descolocada, paralizada, sin saber que hacer. Hago lo mismo que ellas dos y al ver el cartel de Callao una descarga recorre mi cuerpo haciéndome recordar el vídeo que Eli me enseñó la otra vez. ¡Aquí mismo fue donde se rodó el videoclip! Mi cara en estos momentos es un cuadro, no sé si reír de felicidad o abrir la boca de asombro porque me he acordado.
Por lo que, mi gran idea es hacerme una foto ahí mismo sin importarme todos los que se quedan mirando, incluso el chico que desde que ha salido del metro no me ha quitado ojo. Coloco el móvil de un lado, de otro pero nada, el maldito cártel no aparece, solo yo haciendo la payasa.
-¿Te hago yo la foto?-me dice el muchacho, sonrojada acepto y le presto el móvil mientras me situo delante, muerta de vergüenza-Pero ¡Sonríe!-suspiro para tranquilizarme y de la misma forma que estaba en la Gran Vía, sonrío hasta que me da el visto bueno-Muy guapa-río nerviosamente.
-Gracias-levanta su mirada y me da una sonrisa ladeada provocándome calor, ¡Demasiada! ¿Pero qué es lo que ocurre?
-Francesa-comenta como si fuésemos algo poco habitual-¿Qué haces por aquí?
-Visitar Madrid.
-Es más bonita la costa.
-Madrid también es bonita-levanta los hombros dándose por vencido.
-Si tú lo dices pero aquí no hay playa-me ofrece su mano y no entiendo a que quiere referirse.
-Je ne-rectifico, ya es tan habitual que se me hace difícil hablar otro idioma por mucho que sepa-No entiendo...-busca mi mano y la entrelaza.
-¿No has venido a visitar Madrid? Conozco lugares mágicos y no quiero que te los pierdas-me sorprende la gran confianza que ha cogido, aún así, me encanta que me traten de esta forma, un pajarillo adentrándose a una bandada-La gran ciudad oculta grandes secretos ¿Preparada?-asiento y sin más dilación, de su mano nos adentramos al corazón de la ciudad.
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Una taza de café en París
Fanfiction¿Amor o solo atracción? ¿Ilusión o fracaso? ¿Razón o desesperación? Pablo Alborán se meterá en un mundo lleno de secretos del que no podrá escapar ¿Quién ganará esta partida? ¿La inteligencia o el corazón?