IDIOTA

«05»

«¿Cómo asesino a mi hermano sin dejar huellas?» Releo una y otra vez hasta que termino por borrar aquello y busco por: «¿Cómo matar a un marica sin dejar rastros?» Cuando estoy por apretar enter, mi celular comienza a sonar con la canción que dice: Ñañañañañaña. Es lo único que recuerdo, ya que Víctor fue quién coloco ese tono. 

—Marica de mierda—contesto mientras continuo con mi búsqueda en Google. Puedo escuchar la música electrónica de fondo desde el otro lado del aparato y mis instintos asesinos quieren correr para cortar las pelotas de Vic.

—¡Blake! ¿Me oyes?—su voz de haber fumado mucha marihuana me causa risa, aunque claramente Víctor no tolera ese tipo de cosas pero su voz suena como un chico en las nubes. ¡Todos mi soñadores con las manos en el cielo! 

Wiz Khalifa, bitch. ¡Por Dios! Qué buen inglés, creo que haría temblar a Open English con mi sabiduría. 

—¡Blake!—esta vez su voz suena normal y apuesto a que está fuera de la puta fiesta. Lo sé porque mi bola de cristal lo está revelando en estos momentos.—¿Me escuchas? Necesito que me ayudes, Charlie ha tomado demasiado y no puedo caminar hasta casa solo. 

¿Eso debe importarme? 

—Lo lamento pero estoy durmiendo. 

—Me estás hablando en estos momentos, Blake—apuesto a que ha rodado los ojos como un marica irritable—. ¡Por favor! 

—¿Qué?—aprieto mis labios para no reírme de su desgracia— Lo siento, marica de mierda, pero ahora mismo te jodes por dejarme en casa. 

—Está bien—suspira—. Puedo pedirle las llaves a...¡Joder que no sé conducir! 

Termino por reírme muy fuerte sin importarme que mamá está viendo televisión junto con su amado en la sala. Víctor habla, y habla, y habla, y habla pero no escucho muy bien lo qué me está diciendo porque por fin he encontrado una buena ayuda para asesinar al marica. Mi sonrisa de felicidad desaparece cuando el jodido dinosaurio sale en la pantalla avisando que la conexión de internet ha fallado. ¡¿Por qué Dios?! Golpeo una y otra vez el teclado con mi celular hasta que escucho la voz de mamá detrás de la puerta. 

—¿Cariño?—entra como pancho por su casa y me observa con detenimiento, como si mi rostro fuera el decorado de mi puta habitación. Lamento tanto usar palabras de ese tono, pero mi enojo supera los limites.— ¿Te encuentras bien? 

—¡Perfectamente!—miro mi celular y noto que Víctor ha finalizado la llamada, así que estoy muy decidida en cambiar mi pijama por un buen atuendo de fiesta.— Mi querido hermano me ha llamado para pedirme que vaya a disfrutar ésta increíble noche con él. ¿No te molesta?

Mamá termina por sonreír ampliamente mientras junta sus manos.— ¡Por fin! Le diré a James que prepare la camioneta.