«37»

863 93 10
                                    


Respira...Respira...¡Lo está haciendo muy brusco! ¿En dónde aprendió a hacer eso? ¡Un momento!

Pellizco su mejilla con brusquedad haciendo que se queje y me mire molesto.

—¡Más despacio!

Siento que mi cuerpo pesa como si tuviera una vaca encima mío.

Intento respirar con normalidad pero es imposible, mi corazón palpita dentro de mi pecho con fuerza mientras jadeo por aire.

 «Y es así como me doy cuenta que Blake Grey también tiene corazón.»

—¡Ay!—jadeo exhausta— ¡Más despacio, Collins! Ahí...—dejo escapar un suspiro mientras intento moverme un poco para facilitar su trabajo—¡Ahí!

—¿Así está bien?

Asiento con la cabeza.

—¡Si!—exclamo— ¡Acaba con esto!

Zayed se mueve más para atrás e intenta sacarlo pero está completamente atorado. ¡Diablos! No saldré viva de aquí.

Lo mueve de aquí para allá buscando la posición exacta para sacarlo de este jodido hoyo pero no hay caso. ¡Tendremos que llamar a los bomberos!

—¿Qué están haciendo?

Rápidamente miro hacia la puerta de mi habitación, donde se encuentra mi querido hermano con rostro de preocupación y no tarda nada en acercarse. 

—¡Víctor!—creo que mis ojos se iluminan de felicidad por verlo aquí, una cosa que nunca en la vida me había pasado cuando me topo con su presencia.

Tiro mi cabeza hacia atrás.

 —¿Nos ayudas?—inquiero— ¡Despacio, Zayed!

Éste me mira pidiendo disculpas con sus preciosos ojos que en cualquier momento sacaré con una cuchara, y continúa haciendo lo suyo pero esta vez más despacio como pedí.

Víctor toma mi mano.

—¿Pero qué sucedió?

¿Qué NO sucedió? Se puede decir que comenzar desde el principio es un poco aburrido, así que resumiré un poco todo esto: Hace una semana mamá me pidió volver al departamento porque supuestamente podría volver a perder la memoria, un tema aparte que después contaré de a poco, y entonces aquí me encuentro.

Sufriendo en mi propia habitación.

—Estaba acomodando mis cosas—le comento la situación a mi hermano— y, cuando salté para poner ésta mierda allí—indico el techo—, el suelo se hizo un hoyo.

Literalmente se hizo un hoyo, no muy grande, pero si uno poderoso y asesino.

—Tiene el pie atascado—habla Zayed dejando de lado el intento de querer sacarlo.

Ya no hay remedio.

Víctor se coloca de cuclillas con cuidado de que no se abra otro hoyo, y entonces toma mi pierna y jala, jala, jala.

—¡Me duele!—lloriqueo— ¡Así no!

¡¿Cómo mierda explicaré esto en mi curriculum?! 

"Blake Grey, próxima traficante de chicos, vive con su pie atorado en un hoyo. No hay explicación científica."

¡Saldré en las noticias!

—¡Llama a James y saquen mi pie de aquí! 

————

IDIOTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora