«43»

917 95 23
                                    

Hace unas semanas me hubiera reído de todas las porquerías que me están sucediendo, tal vez hasta me hubiera creado una cuenta en Wattpad para escribir por mí misma las estupideces que se vienen a mi mente para que las personas sepan cuan miserable soy ahora, también escribiría sobre lo boba que me siento al estar pensando en un tema que realmente debería darme lo mismo. ¡No me interesa! ¿Cuántas veces debo repetirlo? ¿Cuándo entenderé que soy mejor qué eso; que no debe importarme ni siquiera una mierda? 

Basta de lucir como una idiota que se queja por todo. ¿No dicen que la vida se vive una vez? Entonces la viviré aunque todo se esté yendo malditamente al carajo, porque eso está pasando. Mi padre volvió como un terremoto: moviendo las cosas de manera brusca, haciendo que todo a nuestro alrededor se derrumbe. Mamá no ha dejado de discutir por teléfono con él, nombrando una junta de firmas que no sé de qué rayos trata. Víctor ha estado ausente la mayoría del tiempo y, me parece perfecto, porque mis deseos de verlo o molestarlo son cero por ciento. ¿Charlie? Prácticamente es un fantasma, aparece y desaparece. ¿Yo? Una idiota buena para nada.

Sacudo la cabeza de un lado a otro. Ya basta de todo eso, simplemente no soportaré un minuto más pensando en las mierdas de mi vida. ¡Hay personas con problemas más importantes! 

Ryan apoya su mejilla en mi brazo, haciendo que vuelva a donde estaba hace una hora: En el instituto. En la cafetería. Escuchando a mi querido compañero quejarse de su vida amorosa. Él ahora mismo me importa.

—Dijo que me perdiera de su vista—murmura con voz melancólica. Aun no puedo creer que continúe insistiendo con una persona que realmente no vale ni mierda, porque esa chica es poca cosa para un increíble chico como Ryan. 

Pero está enamorado y nada puede hacerse. Sólo espero que se dé cuenta antes de que esa tipa termine por hacerle más daño, sin embargo, seguiré aquí para apoyarlo porque eso hacen los amigos. ¿Se entiende? Felizmente puedo decir que Ryan es un verdadero amigo y no como Colton, Keila o Zayed que desaparecieron tan de repente. Malditos.

—¿Sabes a quién ama?—me mira con ojos tristes y siento una impotencia de buscar a esa jodida estúpida para hacerle saber un par de cosas que no debe entender porque tiene mucho tinte en su cabello asqueroso. Suspiro mientras muevo la cabeza de un lado a otro, dándole a entender que no sé a quién ama esa perra.

Ryan esconde su rostro entre el hueco de sus brazos y dice—: ¡A Joshua Frey!

Frunzo el ceño.

¿Joshua Frey? 

—¿Por qué se me hace qué tiene nombre de marica?—inquiero, haciendo que Ryan suelte un pequeña risita. Se pone recto en el asiento.— ¿Quién es?

—Hermano de Alec Frey—frunzo aún más el ceño y puedo apostar a que mi rostro parece una pasa de uva, hasta podría vencer a una anciana en un concurso de quién tiene la cara más arrugada. Ryan añade—: Nuestro compañero en historia.

Debería decirle que no estoy aquí para conocer personas, sino para dedicar mi tiempo al estudio pero a su vez respondo un:

—No lo conozco.

Literalmente Ryan es la única persona que conozco aquí...Bueno. Felipe Cebolla vendría siendo otro conocido pero ese idiota está muy lejos de importarme como para prestarle atención.

—¿Nunca oíste hablar de los hermanos F?—me pregunta Ryan mientras mete una papa frita a su boca. Tal vez una buena dieta de verduras para éste chico estaría bien. Sus mejillas están más infladas, sus brazos un poco más anchos...

Me encojo de hombros—No—respondo.

—Son futbolistas—me informa—. Alec es capitán del equipo y Joshua mariscal, todas las porristas babean por ellos.

IDIOTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora