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Me despierto con un fuerte dolor de cabeza y un hambre que ni comiéndome a tres dinosaurios podría calmarlo. ¿Dónde estoy? Miro detalladamente la habitación familiar y me doy cuenta que es de Charlie. 

¿Cómo vine a parar aquí? 

Mi cabeza explota. 

Me coloco de pie con cuidado y voy directamente a la cocina donde se encuentra mamá leyendo un periódico. Ésta me mira y suelta un bufido demostrando cuánta felicidad tiene de verme.

Sarcasmo.

—Pero miren quién decidió despertar—dice volviendo a su lectura.

También estoy contenta de verte nuevamente, mamá. No sabes todas las mariposas que danzan en mi cabeza jodiendo la mañana, pero no es resaca, sino que felicidad porque estés aquí esperando a tu linda hija con un desayuno maravilloso para que pueda estar bien.

Un momento...El foco de las ideas se prende en mi cabeza ahuyentando a toda mariposa hija de mamá mariposa.

—¿Qué?—inquiero intentando lucir confundida—¿Dónde estoy?

Una broma siempre viene bien para hacer crecer el corazón con amor y felicidad...

Creo que aún me dura la borrachera.

Mamá suelta un suspiro.

—No estoy aquí para soportar tus bromas estúpidas, Blake. 

¡Qué humor tiene! ¿Dónde está ese cariño maternal? Claramente debió dejarlo en sala de parto.

Tomo mi cara entre el hueco de mis manos.

—¿Quién es usted?—finjo desesperación— Yo...¿Cómo fue qué...? ¡Diablos!

Deja de leer para mirarme con más atención. ¿Parece sorprendida? ¿Qué es esa mirada? ¿Se lo está creyendo? ¡Se lo cree! 

—¡Víctor!

Mi hermano viene al rato con una cara de espanto mientras deja escapar un enorme bostezo. ¿Recién mueve su trasero de la cama? ¿Qué hora es? Ahora si estoy realmente confundida. 

¿Dónde hay un reloj?

—¿Qué?—inquiere de manera brusca mientras camina hacia mamá para darle un beso de "Buenos Días". 

Vamos de nuevo con mi actuación. 

Mamá me mira entre molesta y desesperada, no sabría decir realmente cómo porque esta mujer es complicada de entender.

—¿Quiénes son?

Víctor me mira rápidamente y entonces suelta una maldición. ¿Vieron? También dice insultos y nadie parece decirle nada. 

—Está bromeando.

Pero mamá no parece muy convencida. Vamos a poner esto más interesante y creíble.

Tiro de mi cabello mientras volteo para mirar hacia todos lados.

—Debo irme yo...—los apunto con mi dedo indice—. No sé quiénes son ustedes. 

Víctor me toma de ambos hombros entonces me aparto asustada. Claramente esto me llevará a la televisión porque se me da muy bien actuar.

—¡Blake!—me hace mirarlo— Ya para.

¡Ni por un millón de dolares! Esto se está poniendo bueno.

—¡No soy Blake!—chillo— ¿Quiénes son y por qué estoy aquí? 

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