Cαριтυlσ Cαтσяcє.
- Tranquila, que no lo sabe nadie más- me dice Niki dándome un codazo, pues me quede en trance- somos amigas. No vamos por hay contando cosas de las demás- dice como si hubiera adivinado mis pensamientos
- Lo que me molesta, es que no hayas confiado en nosotras- dice Marta cruzándose de brazos- yo si vi algo raro aquel día, ya sabes, cuando lo de Roberto, tu saliste corriendo detrás suya y él te beso.
- ¿Cómo? ¿no os lo contó Lore?- pregunte mirándola
- Bueno, haber, yo solo lo confirme- dice con inocencia
- Si. No estaba segura de haber visto bien, estabais lejos de mi.
- ¿Y como es que me venís hablando ahora del tema? Eso paso hace como un mes
- Si, bueno lo que pasa es que no hemos vuelto a ver acercamiento entre vosotros… además Lore nos dijo que no hay nada entre ustedes. Así que dijimos, ¿pues para que preguntarle? - explica Mónica encogiéndose de hombros
- Bueno, no os conté, por eso mismo, no hay nada. Además me da mucho corte- digo sonrojada, ellas comienzan a burlarse de mi e imitan como fue el beso que vio Marta.
La cosa es que no saben que han habido más.
Cuando llego a casa todo esta en silencio. Llamo a mi madre, para ver si esta en la habitación, pero nada. Me voy a la cocina y busco algo de comer, frunzo el ceño, pues para hoy que llego más hambrienta que nunca a mi madre se le ocurre salir sin dejar nada hecho. Encima que me quede más tiempo explicándole al profesor de Biología que si, que Justin y yo si hicimos el trabajo juntos a última hora. Sé que no me creyó, pero no me importa mientras me ponga la nota que merezco.
Llamo a mi madre varias veces y luego hago lo mismo con mi padre. Y nada. Ninguno responde. Ya son las diez de la noche y no es normal que no hayan dejado ni una notita para mi. A menos que los dos hayan encontrado trabajo, algo pasa. Y presiento que algo malo. Intento comunicarme con ellos por última vez antes de irme a la cama, pero los teléfonos siguen apagados. Con el nudo en la garganta me voy a la cama.
Pero no pego un ojo en toda la noche.
Son las siete de la mañana y me ducho, me dejo mi pelo ondulado y cuando salgo al salón veo a mi madre sentada en el sofá. Sonrió y suspiro aliviada. Soy una paranoica, yo pensando que había pasado algo malo. Cuando voy a la cocina a por una manzana, la escucho sollozar.
- Mama, ¿Qué pasa?- le pregunto mientras me acerco a ella, cuando la tengo enfrente, veo que tiene el rimel corrido y los ojos rojos - mama- murmuro
Me lanzo a sus brazos y la envuelvo en un abrazo, no se lo que pasa, pero quiero consolarla, hacer que pare de llorar y sin saber todavía la razón por la que esta así, rompo a llorar yo también. Nunca la había visto, ni siquiera cuando murió la tía Sofía. Ella se tranquiliza un momento y me mira a los ojos con pena. Y es cuando me asusto de verdad.
Miro a los lados, buscando, y me paro corriendo, voy a la habitación que comparte con mi papa. Y entonces lo se. Le ha pasado algo. Y es grave.
- ¿Dónde esta, mama?- ella no me responde- ¿Dónde esta?- le grito, ella reprime sus lagrimas y me intenta acariciar el pelo, pero yo me alejo- ¿Dónde esta mi papa? - le grito histérica
- Ha sufrido un accidente, mi amor.
- ¿Qué?- articulo con dificultad
- Ayer en la mañana, un coche lo atropello- dice con la voz en un hilo- esta muy grave. Los médicos dicen … que es poco probable que se salve, lo siento cariño, lo siento tanto- y rompe a llorar de nuevo.
Y es cuando me derrumbo.
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así el tiburón se enamora del pecesito (justin bieber)
Novela JuvenilCuenta la historia que nadie puede creer. El enorme tiburón del pececito se enamoró. Muchos se preguntaron, ¿Qué fue lo que vio en el él? Y es simple, es sencillo. Lo enamoró con su sencillez. Era tan hermoso y brillante, que incluso en el abismo, o...