Cαριтυlσ Sєsєитα&Sєιs
Justin ~
Me paso el resto del día solo, pensando en todo, dándole vueltas. ¿Qué he hecho conmigo, con mi vida? Se me escapa una lagrima, quizás mi padre si tiene razón. Y no soy más que un fracasado.
Nunca había caído tan bajo como ahora. Desde que estoy en las calles he hecho de las mías, claro que si. Pero miro a mi alrededor y estoy jodidamente solo. Mi padre es un maldito maltratador que le es infiel a mi madre, que es su **** masoquista, que parece no importarle recibir y recibir siempre de él. Y entonces, entre tanta mierda que me rodea llega ella. Y a mi no me ocurre otra cosa mejor que jugar con sus sentimientos.
Y lo peor de todo es que termino queriéndola, que no significa otra más. No. Justo me tengo que enamorar de la chica que más he lastimado. Me revuelvo el pelo con desesperación, ¡pero que maldito gilipollas estoy hecho! En lugar de intentar recuperarla me tiro a las drogas. Me abandono. No me extrañaría que ______ no se vuelva a acercar a mi. Me lo merezco.
Me entretengo mirando el techo, solo llevo un día aquí y ya estoy desesperado por salir. El doctor ya ha venido varias a veces para ver como sigo, según él estoy bien, pues la cantidad de droga consumida no fue tan exagerada, ha sido más bien por la combinación de estas, me ha dado una charla sobre mi salud y mi cuerpo, sobre lo que me pasará cuando no deje “los malos hábitos” que ahora solo he tenido suerte de que me han atendido rápidamente , pero sinceramente, no lo puse mucha atención.
Tocan la puerta suavemente, yo gruño y lo ignoro, vuelven a tocar, me arropo de pies a cabezas, no me apetece ver a nadie. Seguro es Roberto, el Gordo o alguno enviado por Martín para saber como estoy, a estas alturas se ha tenido que enterar y pronto tendré noticias de él. No me interesa ver a ninguno. Vuelven a tocar y siento como abre la puerta y se acercan lentamente a mi. Me pone una mano en el hombro por encima de las sabanas. Ese tacto tan suave lo reconozco. Ha venido.
- Justin- susurra muy bajo confirmándome que es _____ - ¿estas dormido?- yo me quedo callado- Justin despierta, por favor, no creo poder volver luego- me tenso ¿Por qué no? Yo quiero que se quede conmigo todo el día, toda la noche. - Joder Justin- ella me suelta una colleja en la nuca, yo me quejo y escucho su dulce risa. Es como música para mis oídos. Sacudo la cabeza, me estoy volviendo un nenaza.
- ¿Por qué me pegas?- me quejo incorporándome y me viene a la cabeza esa misma escena de sus abuelos, el día que los conocí y como él se quejaba haciendo pucheros cuando la abuela le pego
- Lo siento- se sonroja- es que no me hacías caso
- Se supone que estoy enfermo- digo, poniéndole ojitos, ella vuelve a reír suavemente y me fijo que estamos bromeando como antes, y me doy cuenta de cuanto lo necesitaba.
- Lo se… ¿Cómo te sientes?
- Mejor- ahora que estas tú, completo en mi mente, le hago señas para que se siente en la cama conmigo, ella se muerde el labio dudosa y al final se sienta lo más alejada de mi y en la orilla
- Lo que hiciste fue una estupidez- me dice ahora seria, suspiro con pesadez, como odio este tipo de conversaciones
- Lo se
- Y si lo sabes… ¿Por qué lo haces?
- No lo se- susurro, me siento como un niño al que regañan- supongo que… solo quería no pensar- y me encojo de hombros
- Los problemas no se irían de todos modos. - me dice seria y suspira antes de seguir hablando- Justin, yo también tengo problemas. Lo sabes, a mi padre le operarán pasado mañana y no se que pasara y me asusta- dice con lagrimas en los ojos- en mi casa no hay dinero, ni pizca, gracias a Dios mi padre sigue cobrando el paro y mi madre lo recoge en su nombre, pero no es suficiente, estamos a mitad de mes y no queda nada en la nevera- sus lagrimas ya no aguantan más y salen, me dan ganas de acercarme a ella y consolarla, pero ella se levanta impidiéndomelo- mis abuelos se han tenido que gastar su poco dinero en comprar cosas para nosotras, veo como mis amigas salen de compras o van al cine y yo no puedo hacerlo. ¿Y acaso por eso me ves drogándome? - ella no espera mi respuesta- no ¿verdad?
- _______ …
- ¡No, Justin! No quiero tus malditas excusas- me dice con rabia- no me interesan. No te imaginas lo preocupada que estaba por ti, maldita sea y todo por tus ***** ¿en que demonios pensabas cuando te metías todo eso en el cuerpo, eh? Dímelo- me grita
- ¡En ti!- le grito. Ella parece quedarse paralizada un momento y yo me sereno- quería sacarte de mi cabeza, quería dejar de sentirme culpable por lo que te hice. - hago pausa para tomar aire- lo que hice contigo… ¿Sabes? Era algo que yo criticaba, no me gustaba que usaran a las mujeres, pero yo te use a ti. - ella agacha la cabeza- pero me enamoraste- susurro, ella me mira dándome a pie a que siga- intente cancelar la apuesta, pero era tarde. La primera vez que lo hicimos… te juro que fue especial, no habían cámaras, no habían trampas, me olvide de todo eso. Solo te tenía a ti en mi cabeza, en las ganas que tenía de que tu disfrutaras… conmigo.
- Me gustaría creerte…
- Nunca he sido más sincero que ahora. _____ - la tomo de la mano acercándola a mi, ella se deja con duda y cuando la tengo a solos centímetros me controlo para no lanzarme a sus labios- estoy arrepentido de verdad. No te pido que vuelvas conmigo, porque no me merezco a alguien como tú. Pero por favor, necesito que me perdones, que me quites esta culpa de encima.
- No, Justin. Lo siento, pero no puedo. - ella toma aire y se separa de mi- tu mismo lo acabas de decir, no me mereces- dice mirándome a los ojos- y tampoco te mereces mi perdón. Jugaste conmigo de la peor manera, y eso Justin… no es fácil de perdonar.
Siento como el mundo se me cae encima, esto es como si un camión me hubiese llevado por delante. Duele. Nunca pensé que dolería tanto. Ella se dirige a la puerta, me dan ganas de levantarme tras ella y abrazarla, suplicarle que no se vaya. Pero sé que no funcionará.
- Me alegro de que estés mejor, de verdad.
Solo con esas simples palabras, sale por la puerta y se va. Dejándome peor de lo que ya estaba. Dejándome claro, que me merezco esta mierda en la que estoy metido.
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así el tiburón se enamora del pecesito (justin bieber)
Ficção AdolescenteCuenta la historia que nadie puede creer. El enorme tiburón del pececito se enamoró. Muchos se preguntaron, ¿Qué fue lo que vio en el él? Y es simple, es sencillo. Lo enamoró con su sencillez. Era tan hermoso y brillante, que incluso en el abismo, o...