CAPITULO 6
NARRA ALLY
-Ally deja tus sueños a un lado y despierta de una vez si no quieres llegar tarde- dijo la voz mandona de mi madre. No le hice mucho caso y seguí durmiendo- ¡Que te levantes ya!- dijo molesta. Me levanté inmediatamente y me senté en la cama todavía con los ojos cerrados.
-Estoy despierta- dije somnolienta.
-Así me gusta- sonrío con orgullo en su voz y salió de mi cuarto. Bostecé y me metí en la ducha, después de una relajante ducha, me envolví en una toalla y salí a cambiarme, me puse mi ropa interior y fui hacia mi armario. Después de unos minutos, me decidí por unos vaqueros negros, una blusa blanca y mis sandalias blancas, peiné mi cabellera y me lo sequé un poco dejándomelo suelto, para finalizar cogí mi mochila y bajé a desayunar.
-Buenos días- dijo mi madre con una sonrisa.
-¿Qué tiene de bueno levantarse a las ocho de la mañana para ir a un lugar que no sirve para nada que no sea dormir?- dije mientras me tumbaba sobre la mesa de la cocina esperando que mi madre me pusiese el desayuno.
-Parece que alguien no está de buen humor hoy- sonó burlona, dejándome el desayuno sobre la mesa.
-Nadie se levanta a estas horas de buen humor aparte de ti- murmuré para mí mientras me comía las tostadas con Nutella que me preparó mi madre.
Terminé de desayunar y me despedí de mi madre y salí de mi casa dirigiéndome al infierno, se que exagero ya que es solo el segundo día de clases, pero de verdad no sé cómo hay personas a las que les guste estudiar.
Llegué a mi destino y entré, fui hacia la primera clase que teníamos ahora, Filosofía, no era que no me gustase esta asignatura solo que me aburro en todas. Entré a clase y fui a sentarme en el sitio de ayer, no había llegado nadie por lo que estaba sola y me hacía recordar las escenas de las tantas películas de Freddy Krueger en la que aparecía con sus garras a matar a la chica que estaba sentada en el pupitre y nadie se daba cuenta, un escalofrío recorrió mi espalda cuando sentí una mano en mi hombro, me levanté de mi asiento y grité, si, grité, puede parecer infantil que todavía me den miedo ese tipo de cosas a mis 17 años pero si, algunas cosas no cambian ni a golpes. Me di la vuelta aún con los ojos cerrados cuando escuché su voz. Que me tranquilizo de algún modo.
-Tranquila, no quería asustarte…- sonó arrepentido.
-Pues no te ha salido muy bien, casi me da algo idiota- suspiré y me senté en mi sitio.
-Buenos días a ti también Allyson- dijo divertido seguido de una risita.
-Buenos días, ¿Qué tal ayer? ¿Terminaste la “faena”?- hice comillas con los dedos, al recordar los asquerosos gemidos que logré escuchar al levantarme a por un vaso de agua.
-La verdad es que si- dije sonriendo con esa estúpida sonrisa arrogante.
-Espero que te hayas divertido porque a mí no me has dejado con los estúpidos gritos de esa idiota- dije asqueada.
-Es lo que pasa cuando estás en mi cama y conmigo encima de ti- dijo engreído- si quieres alguna vez probar, te aseguró que no te arrepentirás.
-JA! Estúpido engreído, no todas babean por ti ¿sabes?, yo soy el ejemplo.
-Se que te encanto, a todo el mundo le encanto.
-Claro que si me encantas machote, en una casa llena de vampiros, ay es donde me encantas.
Sabía que iba a responder a mi deseo de muerte hacía él, pero la profesora entró a clase interrumpiéndole. Se levantó del asiento de Susan y se fue al suyo no sin antes agacharse a mi oído a decirme algo.
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Aléjate de mi.
Teen FictionEsta es la historia de Ally, una chica con un pasado oscuro y que intenta olvidar, decide mudarse a París con su familia. En la ciudad, conocerá a personas que serán importantes en su vida pero solo una conseguirá marcar su camino, Ian, esos típicos...