Capitulo 9

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CAPITULO 9

NARRA ALLY

¿Por qué no podía ser una adolescente normal eh? ¿Por qué no podía tener amigas? ¿Por qué?, era lo único que me preguntaba tumbada en mi cama, “Por tu estúpidos errores de niña” oh cuanto apoyo eh, gracias. Bufé y me levanté de la cama a hacer los deberes, me senté en la silla y saqué los libros de la mochila, Biología, genial, a estudiar la anatomía de las cabras, ¿y a quien le importa eso? ¿Acaso me iba a servir de algo saber que las cabras son rumiantes? Por dios, me puse a hacer los ejercicios pero unos ruidos que venían del balcón de Ian me lo impedían, me atreví a asomarme para ver que eran esos ruidos y eran… ¿gemidos? ¿Otra vez?

-¡Ahhh!…- se escuchó un gemido  del cuarto de Ian.

No iba a permitir que cuando le diera la gana se trajera a cualquier facilona por no insultar a los de su especie.

-¡Iros a un hotel! A nadie le gusta escuchar estas cosas- grité lo suficientemente alto para que me escucharan, salí del balcón y cerré las puertas enfadada, ¿estaba enfadada? No, claro que no, estaba molesta por los ruidos ¿verdad? “estas celosa” no, no lo estoy “créeme cuando te digo que lo estas”, bueno, ya, cállate, me confundes más de lo que estoy.

Me volví a sentar a terminar los deberes, los ruidos siguieron por unos minutos y cuando estaba dispuesta a volver a gritar, los asquerosos gemidos pararon, me asome en mi balcón e intente ver algo por la ventana de Ian ya que había una cortina que no dejaba ver nada, pero había una franja que no conseguía tapar en la que se veía a la chica que me dijo Susan, ¿Alexis creo que se llamaba?, bueno no importa el nombre, su folla-amiga estaba recogiendo su ropa y poniéndosela, no quise ver más por lo que entre a mi cuarto y me tumbé en la cama balanceando mis pies, algo me oprimía el pecho cuando la escena paso otra vez por mi cabeza, decidí dejar pasar ese sentimiento y me tumbe a escuchar música en la cama.

Pasadas unas horas de aburrimiento, decidí a asomarme al balcón a respirar aire fresco, lo necesitaba, me senté en la silla y cerré los ojos recordando una de las tantas tardes con mi padre.

Flashback

Estaba en el parque, con la pelota nueva que me regalo mi padre por mi cumpleaños, él estaba entre los árboles que usábamos como portería, esperando que yo lanzara la pelota, respire hondo, conté hasta 3 y… GOL.

Corrí por el parque hasta que llegue donde estaba  mi padre mirándome con una de sus preciosas sonrisas.

-Me dijiste que no sabias jugar- dijo indignado.

-Y no sabía, aprendí del mejor- dije con una sonrisa.

-Ven aquí mi pequeña- dijo sonriéndome. Fui hacia él  y le abracé.- Te quiero mucho y eso nadie lo va a poder cambiar ¿lo sabes?- dijo mirándome con aquellos ojos llenos de vida.

-Yo también te quiero mucho papá, no te vayas nunca por favor.

-No me iré a ninguna parte sin ti.

-¿Me lo prometes?

-Te lo prometo mi pequeña.

Fin del flashback

Mi pequeña, ese mote cariñoso que me decía siempre, cuanto echo de menos que me lo digas cada vez que me recogías del colegio, no cumpliste tu promesa papá te fuiste sin mí.

Limpié las lágrimas que se me habían escapado y seguí mirando las preciosas vistas de la ciudad de Paris.

-Me gusta la adrenalina- escuche una voz desde el balcón del Ian y dirigí mi vista hacia la voz, era él, estaba apoyado en su barandilla con su torso desnudo y una sonrisa en su cara de alegría- Y pasear con la muerte te llena de adrenalina- sonreí ante sus ocurrencias.

-¿Entonces me haces el favor de dejarme ser amigo de la muerte?-  dijo él co una risa. Si le dejaba entrar en mi vida no iba a poder dejarlo marchar.

-¿Estás seguro? Después no hay marcha atrás- le advertí.

-Nunca he estado más seguro en toda mi vida.

-Está bien, pero con una condición.

-¿Cuál?- dijo curioso.

-Cuando te diga que te alejes de mí, lo harás, sin excusas- le propuse.

Pasó unos minutos hasta que se digno a hablar.

-Acepto- dijo no muy convencido.

-Bienvenido a mi vida Ian Parker- sonreí.

-Un placer Allyson Connor.

NARRA IAN

-Está bien, pero con una condición.

-¿Cuál?

- Cuando te diga que te alejes de mí, lo harás, sin excusas- me propuso seria, sabía que no estaba bromeando, ¿Cuál era su historia?, si me negaba, estaría perdiendo la oportunidad de conocerla, pero si aceptaba, no podría protegerla y tendría que alejarme de ella, dejándola sola ante el peligro de su vida ¿Qué debía hacer?

Pasaron unos minutos debatiendo con mi mente hasta que decidí mi respuesta.

-Acepto- dije sonriendo.

-Bienvenido a mi vida Ian Parker- dijo con una sonrisa

-Un placer Allyson Connor.

Lo que no sabía Allyson es que detrás de mi,  cruzaba los dedos, rompiendo así la promesa que había hecho, no estaba dispuesto a dejarla sola ante lo que ella se refería a su vida como un peligro para mi, entonces también lo sería para ella, no sabía que me pasaba, pero sentía la obligación de protegerla, de que nada  malo le pasara, y si eso incluía poner mi vida en ello lo haría.

Aléjate de mi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora