Aléjate de mi.

Capítulo 23

CAPITULO 23

NARRA ALLY

 -Bien, empecemos- dijo Derek a mi lado con la botella en su mano.

Habíamos formado un círculo en el suelo y estábamos así.

Derek a mi derecha, luego estaba Michelle, seguida de ella estaba Dan, Charlotte, Ian, James y a mi izquierda estaba Susan.

Derek puso la botella en el suelo y la movió haciendo que esta empezara a dar vueltas.

Después de unos segundos de tensión por saber a quién le tocaba, se paró en dirección de Dan.

-¿Verdad o reto?- preguntó Derek.

-Reto- dijo con autosuficiencia en su voz.

-¿Seguro?- volvió a preguntar con picardía en su voz y supe que algo bueno no iba a decir.

-Sí, claro- dijo inseguro.

-Está bien- dijo sonriendo- Un beso de 2 minutos con Charlotte.

Los dos se miraron y las mejillas de Charlotte se tiñeron de rojo, me miró suplicándome con la mirada.

Elevé mis hombros y ella miró hacia Derek.

-No quiero…- dijo Charlotte vergonzosa.

-Me he lavado los dientes antes de venir- dijo Dan divertido.

-N-no es e-eso- tartamudeó tímida.

-Venga Charlotte, solo es un beso- le animó Michelle.

Se giró hacia Dan y él empezó a acercarse a ella.

Todos esperábamos ansiosos al beso que iba a cámara lenta entre ellos dos, Dan rozó sus labios despacio y ella cerró los ojos instintivamente.

-Pon el cronometro- le dije a Derek sin quitar la vista de la pareja.

Él sacó su móvil y puso el cronometro como le había pedido. Dan, sin aguantar la espera le agarró de la nuca a Charlotte y junto sus labios con los de ella.

Los segundos pasaban hasta que acabaron los 2 minutos y el teléfono sonó indicando que el tiempo se había acabado pero los dos seguían con el beso. Miré a Derek y él sonrió.

-Chicos, ya se ha acabado el tiempo- dije divertida pero ellos seguían sin hacernos caso.

-¡CHICOS!- grité al ver que no me escuchaban. Charlotte al fin reaccionó y se apartó rápidamente de Dan, se giró a vernos y se sonrojo al notar que todo el mundo había visto su beso.

Ian empezó a aplaudir y la sala se llenó de aplausos incluidos los míos.

-Callaros ya y seguid con el juego pandilla de idiotas- dijo Dan con una sonrisa y reímos todos.

-Yo giro la botella- se ofreció Michelle.

La agarró y la hizo girar sobre el suelo. Empezó a rodar sobre el suelo y se paró en la dirección de Ian.

-¿Verdad o reto?- preguntó Michelle.

-Reto- respondió Ian.

Derek se gachó sobre el oído de Michelle y le susurró algo que le hizo muchísima gracia porque se empezó a reír como una loca. Derek se giró hacia mí y me miró travieso.

-¿Qué le has dicho?- dije insegura.

-Ahora lo verás- dijo sonriendo y miró al frente.

Ian esperaba su reto divertido y Michelle por fin habló.

-Tienes 6 minutos para provocar a Ally.

En ese momento hubiera preferido que se hubiera quedado callada.

- ¿¡QUE!? ¡NO!-  grité histérica.

-Pues a mí me parece bien- dijo Ian divertido y le fulminé con la mirada.

-¡El reto es suyo no mío!- dije de nuevo mirando hacia Michelle.

-¿Tienes miedo?- dijo Derek.

-¡No!- yo y mi orgullo- ¿Y a ti porque te parece bien?- me giré hacia Ian.

-Quiero ver cómo te mueres por tocarme.

-Sí, claro- dije con el ceño fruncido- Nunca lo conseguirías- murmuré.

-Venga Ally, hazlo solo son 6 minutos- suplicó Susan, negué con cabeza- ¿Por mí?- dijo con un puchero, ¡Mierda!, eran mi debilidad.

Me quedé unos minutos mirando a Susan e ideando unas cuantas formas de matarle.

-Me arrepentiré de esto- susurré a lo bajo y todo el mundo estalló a aplausos.

-¡Venga Ian trae la silla!- gritó Dan e Ian se levantó caminando hacia la cocina.

Minutos después volvió con una silla en su mano y movió la cabeza diciéndome que me acercara a él. Fui caminando hacia donde me indicaba con miedo y cuando llegué me senté bajo la atenta mirada de Ian.

-Sin tocarme- avisé antes de que empezara.  

-No te preocupes…- empezó a agacharse sobre mi oído- Tú serás la que me querrás tocar.

Abrí la boca para contestar semejante estupidez pero me volvió a cortar.

-Disfrútalo- susurró contra mi oído con una extrema sensualidad haciendo que toda mi piel se erizara- Tranquila, acabamos de empezar- volvió a susurrar.

Joder como siga así.

Puse mis manos en mis rodillas evitando así intentar tocarle. Empezó a dejar besos por mi oído y bajó hasta mi clavícula, volvió a subir pero esta vez se detuvo en mi oído para morder mi lóbulo. Un gemido empezó a subir por mi garganta dispuesto a salir pero logré detenerlo mordiéndome el labio.

Al parecer Ian lo notó porque escuché una suave risa en mi oído y su sonrisa pegada a mi mejilla. Dejó un  beso mojado en mi clavícula y mordió mi mejilla suavemente. Apreté mis rodillas con mis uñas aguantando las ganas de saltar sobre él, pero no lo haría, no le daría el gusto de verme a sus pies.

Acercó su nariz a la mía y cerré los ojos instintivamente cuando empezó a rozar nuestros labios.

Los segundos pasaban y a mí me parecían horas.

-Creo que ya se ha acabado el tiempo…- logré murmurar con un hilo de voz aún con los ojos cerrados.

-Faltan 2 minutos- murmuró.

Sus labios cada vez estaban más cerca de los míos.

Y por primera vez agradecí el estúpido juego que había hecho que estuviéramos así.