v i e r u n d z w a n z i g

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Observé a JiMin, no había cambiado nada. Su elegante casa le daba un toque angelical, su camisa blanca lo hacía lucir tan formal pero relajado que me sacó una sonrisa. Sus labios gruesos se entreabrieron para dar paso a su sonrisa.

— ¡JiMin! —exclamé acelerando el paso hacía él .

Había dejado a YoonGi algo atrás, pero él podía esperar. Santo cielo, ¡era JiMin el que estaba allí!

JiMin estiró los brazos tomándome en un abrazo cálido, estaba más robusto que antes. Aquellos brazos de fideo se habían hecho ligeramente más fuertes.

— Hola Min —dijo con alegría—, te he echado de menos.

Unos segundos después su cuerpo se tensó, esto me hizo voltear la vista. Observé como YoonGi caminaba hacia nosotros con firmeza, me dediqué a sus ojos un poco más encontrando sus ojos cargados de odio.

Estiré el brazo mientras me separaba de mi amigo. YoonGi tomó mi mano y apretó levemente esta tirando de mí—. JiMin, él es YoonGi.

— Hola —saludó de forma neutral.

— Hola —YoonGi rodó los ojos inmediatamente después de decirlo.

Nadie dijo nada. Me había quedado pensativa en aquella extraña tensión, aunque no llegaba a comprenderla del todo incluso tras mi meditación.

— Voy a saludar a tu familia —declaré por fin.

— Oh, está bien —me dedicó una sonrisa—. Un placer haberte conocido, YoonGi.

— Igualmente JiMin —una sonrisa falsa apareció en su rostro.

El rubio se dio la vuelta para ir a saludar a otros invitados. Giré a mirar a YoonGi y él agachó la cabeza para acomodar su cabello.

— Me iré, no quiero que te estés avergonzando de mí en este lugar tan —hizo una pausa— elegante.

Se dio media vuelta y, con pasos apresurados, salió del salón. Quizá debí detenerlo y decirle que no estaba avergonzada de él. Pero no lo hice.

🌸

Casi 100K, estoy llorando

My Laws → Suga - BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora