Dos golpes a la puerta bastaron para arruinarme aquel momento.
Me levanté con pesadez, aquel sonido en la puerta habían dado por concluido mi día de relajación antes de que Jin me recogiera para pasar una «linda tarde». Para que mentir, seguía enojada y bastante. Aunque sabía muy en mi interior que Jin no tenía la culpa, ni siquiera TaeHyung o YoonGi.
Tuve que dejar mi teléfono a un lado y arrastrarme hacia la puerta con demasiada pereza. Bajé la manija y me encontré con esos ojos profundo que, a mi punto de vista, lucían más oscuros que antes.
— ¿Que haces aquí? —pregunté apoyándome en el marco de la puerta. YoonGi me sonrió rápidamente y me tiró una paquetes pequeños— ¿Qué es esto?
— Dulces —murmuró rodando los ojos— ¿Puedo pasar?
Solo me aparté porque me había traído comida. Se quitó los zapatos y observó la pequeña sala, mi casa no era la más linda pero algo era algo y si a mí me gustaba estaba bien.
— Me gusta —dijo en lo que yo cerraba la puerta—. Especialmente esos dibujos de allá.
La pared llena de estantes con mis libros en la parte superior tenía como adorno a los pies elefantes pintados por RaeByung— Gracias —contesté.
Se aproximó a mi sofá dejándose caer allí y estirando cada una de sus extremidades. Me miró y frunció las cejas. Acaban de acordarme que habían dos formas de llamarlo, me gustaría intentar con la otra.
— ¿Que necesitas, Suga?
— No me digas así —su tono de voz me asustó, y bastante—. No me gusta que me digas así.
Para que mi asombro pasara desapercibido, me alcé de hombros mostrando apatía.
— Era un pequeño experimento —puse como excusa— ¿Que necesitas, YoonGi?
— Hacer que se te pase el mal humor —YoonGi suspiró y se sentó apropiadamente dejándome un espacio libre a su lado— ¿prefieres ver un drama o una película de acción?
— ¿Serías capaz de ver un drama? —me reí mientras me sentaba. Vi como tomó su teléfono antes de fulminarme con sus oscuros ojos.
— Vine para que se te pasen los cólicos menstruales, has estado muy enojada —se burló—. Además de odiosa, claro.
— Gracias —contesté con sorna.
— De nada —me siguió el juego poniendo su móvil frente a nosotros—. Entonces-
— ¡Boys over Flowers! —grité con una sonrisa. Vi como YoonGi rodó los ojos pero sin quejarse accedió a mi humilde petición. En serio, empezaba a creer que YoonGi se merecía el cielo.
— Típico —bostezó cuando encontró el drama y le puso «play»—. Pienso que JiHoo fue un idiota.
Lo fulminé con la mirada y me dediqué a esperar que el drama empezara. Podía sentir la mirada del hombre sobre mí, aunque decidí no devolvérsela. Estaba muy ocupada mirando a Lee MinHo en sus inicios, me sorprendió bastante que YoonGi supiera del drama pero lo dejé pasar para no fastidiarlo.
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