Begin » Jung HoSeok [Types Of Love #2]

siete

Cuando SeolHyun despertó, debido a la alarma, se sintió mejor y llena de energía, pero cuando vio a HoSeok durmiendo a un lado de ella y sentado, sintió que gran parte de su energía abandonó su cuerpo, sintiéndose cohibida. ¿Qué hacía él allí? Cuando se fue a dormir, HoSeok estaba en el escritorio, no allí...

Suspiró y se acomodó, sentándose en la mesa, volteando a ver el rostro de HoSeok. Había parado la alarma del celular de HoSeok, estaba vibrando solamente así que el chico no despertó con facilidad. Miró su apaciguado rostro dormir y sonrió. Nunca, ni en mil años, imaginó verlo cerca de ella durmiendo. Observó su cabello negro ligeramente despeinado y le dieron ganas de acariciarlo, así que buscó un forma de tocarlo: despertándolo.

Situó su mano izquierda en el cabello de HoSeok, palmeandola levemente.—Profesor Jung, despierte...—murmuró.

Él gruño suavemente, ocultando su rostro entre sus brazos. Suspiro y siguió, pero esta vez golpeando levemente su espalda y brazos.

—Profesor Jung, ya sonó la alarma...—dijo SeolHyun moviéndolo con sus brazos. Él gruñó y se acomodó con lentitud, sentándose correctamente, sus ojos los mantenía cerrados y no se movía. Iban a tocar en 10 minutos más, así que todavía tenían un tiempo libre.

—Tengo sueño...—se queja para luego suspirar. Ella ríe levemente y se sienta al borde de la mesa, al lado de él, dejando sus piernas colgando.

—¿A que hora se duerme?—pregunta.

—La mayoría del tiempo a las once, pero últimamente he estado despierto hasta las dos de la mañana revisando pruebas y trabajos. A pesar de que soy profesor, hay algunas cosas que dejo para última hora.—dice riendo con cansancio. Bostezó y estiró sus brazos hacia arriba, intentando despertar un poco más, pero aún así tenía sueño.

—Pues debería dormir a la hora de siempre, la entrega de trabajos y exámenes pueden ser después, es más importante su salud. Si no duerme bien, no podrá desempeñar mejor en su trabajo, así que duerma temprano. —dice mientras sus dedos jugaban en el borde de la mesa.

—Lo intentaré, señorita Lee.—responde sonriendo HoSeok.

Ella sonríe y asiente.—Deberíamos volver, supongo.

—No, está bien. —dice HoSeok apoyando su brazo izquierdo en la mesa y apoyando su mejilla en ella, viendo con atención a SeolHyun.

Comenzaron a hablar de temas triviales y contaron anécdotas de cuando eran pequeños.

—Entonces, como estábamos saltando encima de la cama, mis primos me empujaron y provocaron que me diese con el respaldo de la cama. —responde a la pregunta de HoSeok sobre su labio.—Recuerdo que ese día los regañaron mucho, yo era la menor y se suponía que debían cuidarme, no entregarme con una herida. Fue divertido porque después me compraron helado. —dice encogiéndose de hombros y él ríe.

—¿Te gusta mucho el helado?—pregunta HoSeok y ella asiente mientras abultaba levemente su labio inferior, provocándole ternura.—¿Cuál es tu favorito?

Ella se detuvo a pensar, mirando hacia el techo como si este le fuera a dar la respuesta y su boca levemente abierta, haciendo algunas muecas cuando un sabor llegaba.

—Es complicado, todos me gustan...—dice.—Está el de chocolate, mora-crema, naranja, piña, frambuesa, frutos rojos, de limón, menta, vainilla... El de pistacho no, no me gusta—dice arrugando levemente su nariz.—, pero a excepción de ese, todos los helados me gustan.—dice asintiendo para voltear a verlo, viendo como sonreía.

—Se nota que te gustan mucho.—dice riendo cuando la vio hablando con felicidad sobre los sabores de helado.

—Si, cuando era pequeña viví dos años con mi tía en Francia, y ella tenía una heladería, así que siempre iba y me daba helado, y cuando no me daba, le sacaba yo.—admite con sus mejillas rosadas, riendo.

—Eras una ladrona.—HoSeok dice con buen humor.

Ella niega con la cabeza.—Yo no sabía que lo que hacía estaba mal hasta que me pilló y me retó, aunque pensó que fue solo por esa vez.—dice adoptando una pose pensativa.

HoSeok sabía que lo que estaba a punto de hacer estaba mal, ella era solo una estudiante

—Entonces...¿quieres salir a comer helado conmigo un día de estos?—pregunta. SeolHyun sintió que se iba a ahogar con su propia saliva, volteando a verlo.

—¿Ah?—Es lo único que pudo salir de su boca, tal vez escuchó mal y no dijo lo que creyó que dijo.

—¿Quieres salir conmigo a tomar helado?—pregunta otra vez, sonriendo.