Capitulo 3

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Llego a mi acogedor apartamento. Hogar dulce hogar, dejo las llaves en mi llavero. Camino hasta mi sala la cuales es pequeña de colores y muebles claros, con una vista enviadiable de toda la cuidad. Deposito mi cuerpo en un sofá y dejo que mis pensamientos vuelen por mi cabeza.
Me pregunto ¿Qué pasaría si saliera con ese militar o marine? Le explique a Clark como nos conocimos y este solo se limito a advertirme que tuviera cuidado. Mi mejor amigo cree que el teniente Velez posee problemas mentales. Y no necesariamente podría equivocarse, quizás por fin le importo o mejor aun quizás por fin sus celos afloraron. Seria la mujer mas feliz del mundo si eso fuera cierto. Pero por otro lado esta el marine un hombre: misterioso, intrigante, arrogante y jodidamente guapo. No mas que Clark pero su misterio y arrogancia me hace verlo mucho mas guapo que el.
Mientras me desvisto siento un pequeño trozo de papel en mi bolsillo. En cuanto lo saco mis ojos se abre como platos.
-¡NO PUEDE SER!-exclamo en voz alta-
En mi mano esta la tarjeta de presentación con el celular personal, numero de residencia y dirrecion postal y física del teniente primero Joseph Velez. Mi asombro es interrumpido por mi celular.
-¿Hola?
-Hola cariño-responde la voz risuena de mi madre-
-Mama, ¿Cómo estas?
-Espero no haberte despertado
-No mama, acabo de llegar, ¿todo esta bien?
-Si, te llamo para confirmar tu presencia en la boda de tu hermano.
¡oh mierda! La boda, la cual seria celebrada en las afueras de un hotel de mucho prestigio en Miami, Florida y a la que aun no había dado confirmación a mi presencia. Ser enfermera consume casi todo mi tiempo.
-¿Cuándo es mama?
-La semana próxima cariño.
-Demonios madre! ¡¿la semana proxime?! No...
Antes de negarme recordé que ahora tengo vacaciones y podría ir.
-Esta bien mama, confirma mi asistencia estoy de vacaciones.
-¿De vacaciones? Porque no sabia nada?
-Porque ni yo misma sabia hasta hoy.
-Trabajas demasiado cariño.
-Me gusta lo que hago mama.
-Deberias llevar a Clark.
-No puedo mama.
-Mientras no le digas lo que sientes será peor y ya sabes que vendría otra y te lo quitara.
-El no es mio, el es mi mejor amigoy asi debe permanecer.
-Si tu lo dices-responde con sarcasmo-
-¿Cómo esta papa?
-Bien.
-Bueno mama debo colgar estoy agotada y mañana debo engargar los boletos de avión. Llegare a Miami el lunes de la semana próxima esta bien.
-Vale, Buenas noches.

Abro los ojos repleta en sudor. Hace mucho no tengo este tipo de sueños. Fue un sueno salvaje,exitante y erotico. Fue extraño, sonar con el AKA el marine mejor conocido como Joseph. En el sueno estamos en el bar y tenemos la misma conversación y en vez de abrazarnos el comienza a besarme me levanta en el aire y yo enrosco mis piernas en su sintura, mientras nos besamos el me pega a una esquina, allí comienzo a desabrochar su camisa. Acaricio sus musculos son fuertes y calidos. El besa mi cuello provocando en mi fuertes y placenteros corrientasos hasta que me despierto...
Miro el reloj son las 9 de la mañana. A mi lado esta la tarjeta del teniente, desecho la idea de llamarlo. Lavo mis dientes y recojo mi cabello en una coleta mal hecha. Mientras tomo mi café matutino no puedo dejar de pensar en lo aburrido que será el dia. Ejercicios, casa y vise versa hasta el lunes que partiría hacia florida. Escucho los amigables radridos de mi perra Miranda salir de mi habitación mi perra raza chitsu de pelaje blanco con destellos amarillos, esta me sonríe mostrando su lengua. La levanto en el aire y la abrazo.
-Perdoname por no darte las buenas noches pero ya estabas dormida.
En respuesta esta se acurruca en mi cuello. La bajo al suelo, le sirvo su comida y luego continuo con mi taza de café...

Tal vez estoy cometiendo una locura pero quiero llamarlo, preguntarle porque me dejo su tarjeta. Escucho sonar el celular y cuando contesta una voz femenina dice:
-¿Hola?
-Este es el numero de Joseph Velez?- ¿Una mujer? No recuerdo ver en su expediente si era casado-
-Si, esta dormido quien lo busca?
-Este...yo...soy...-cuelgo el teléfono-
Soy una completa estúpida. Claro, un hombre como el tenia esposa e incluso no me sorprendería si tenia hijos. El celular vuelve a sonar ¡mierda es el! Me tiembla la mano antes de contestar.
-¿Hola?-mi voz suena temblorosa-
-¿Hola?- su voz suena intimidante-
-¿Sr. Velez?
-Miss Mitchell.
-¿Cómo sabe que soy yo?
-Primero a sido usted la única mujer en llamarme Sr. Y no teniente y segundo debo admitir que esperaba su llamada.
-¿Ah si?...-respondo "presumido-
-¿Sucede algo?-pregunta-
-¿Por qué teniente?
-¿Por qué? ¿Qué?
-¿Por qué puso su tarjeta en mi bolsillo?
-Porque quize, o mejor dicho porque quiero.
-Es usted demasiado arrogante y presumido.
-No eres la primera persona que me lo dice.
-Pidale disculpas a su esposa de mi parte.
-Me sorprende que para ser enfermera tenga la memoria tan corta...
-¿Qué?
-Quien contesto fue mi hermana pequeña Amanda.
-Oh... como quiera discúlpeme.
-No debería.
-Dios!, aceptalas y ya!
-Pero si no ha hecho nada, cambiando el tema me alegra echuchar de usted.
Vuelve a cambiar su estado de animo ¡DIOS! Respiro profundo
-¿Ah si?
-Si
-Teniente , debo irme tengo diligencias que completar.
-Antes que nada aceptaría ir conmigo a cenar alguna vez?
-Yo...-me quedo sin palabras-
-¿Miss Mitchell? Odio esperar Si o No?
-Si, teniente acepto salir con usted.
-Perfecto estare en su puerta a las 7pm
-¿Pero? Usted no sabe ni siquiera en donde vivo
-¿Y si no lo hago?
-Seria una pena, pero no pienso morir por ello.
-Se la envio en cuanto termine de hablar con usted.-no entiendo como acabo de seder-
-Eso crei, entonces nos vemos esta noche adiós Miss Mitchell
-Adios Teniente Velez.
En cuanto colge, envie mi dirección tome una gran bocada de aire y marque el numero de mi mejor amiga, Linsey.
-Tenemos que hablar.
Poder contarle como me sentí me daba cierta tranquilidad. Lynsie opina que debo concocer a Joseph, según ella me meresco conocerlo a ver si por fin me olvidaba de Clark. Pero no soy el tipo de chica que saca un clavo con otro. Mientras ordeno los boletos de avión estoy pensando en que debo ponerme esta noche...
Opte por un vestido rojo ajustado, el cual levantaba mi busto corto hasta las rodillas haciendo resaltar mis caderas. Junto con unos tacones de punta negro, con el cabello deje que callera en suaves ondas a ambos lados de mis hombros. En cuanto dan las 7pm mi celular comienza a sonar.
-¿Hola?-trato de sonar tranquila pero estoy muerta de nervios-
-Ya estoy aquí
-Wow, puntual.
-Siempre-responde de forma seca-
-Bajo enseguida.
-Deberias...
Joseph vestia sencillo. Me siento estúpida, me visto para una cita y el parece como si fuera a salir con sus amigos. Camisa de mangas largas negra, jeans azules y botas de escalamiento. Tiene el cabello alborotado y me observa con inexpresividad.
-Buenas noches Caroline.
-Buenas noches teniente ¿nos vamos ya?
-Claro-responde abriendo la puerta-
-¿Enserio?-digo mirando ese gesto de caballero qe tanto escasea.
-No e perdido mis modales.
-Ya veo...

Llegamos a un restaurante de comida puertorriqueña. El esta observándome de manera curiosa.
-¿Qué ordenaras?
-No tengo idea, no conozco nada de la gastronomía puertorriqueña.
-Te recomiendo para comenzar un mofongo con camarones...
-¿Qué es eso?-pregunto-
-Es platano convertido en pure, en lo personal no soy muy amante.
-¿Cómo sabe tanto de la gastronomía puertorriqueña?
-Mi madre es puertorriqueña aunque fui criado aquí en Boston e visitado la isla.
-Yo soy mitad británica por parte de mi padre mi madre es floridense. Vivi en Londres hasta los 7 anos cuando mi padre decidio mover su compañía de mecánica a los Estados Unidos.
-¿Tienes algún hermano?
-Dos Ronald, el mayor y Zanders el menor.
-¿Asi que tu eres la única chica?
-Si y la del medio para acabar de completar.
-Entiendo
-Y... ¿Qué hay de ti?
Sus ojos se abre como platos, toma una gran bocado de aire, mira a ambos lados, parece costarle describirse o hablar de si mismo. Dios que hombre mas desesperante!
-Como sabes soy teniente primero.
-Eso ya lo se, quiero conocer a Joseph no al teniente.
-Eso será difícil-vuelve a sonar irritado-
-De igual forma no será imposible, llamame Joseph.-anade-
-¿Por fin dejamos las formalidades?
-Para su benefisio personal si
-Bueno si usted lo dice, ¿Qué lo motivo a entrar al ejercito?
-Digamos que la universidad no era para mi.
-¿Y entonces que es lo de usted?
-Digamos que soy lo suficientemente masoquista para desear trabajar mas  de lo que se me hes pagado.
-¿Por favor dejemos el usted y hablemos de tu a tu vale?
-Como gustes. ¿Qué te motivo a estudiar medicina?
-Primero no soy doctora, es enfermería aunque ambas están tomadas de la mano. Me motivo el hecho de servir para el bien común, no soy una chica de rutina mi trabajo me permite ver cosas nuevas y ayudar a las personas me hace sentir completa. Amo lo que hago.
-Eso es interesante, me alegra que puedas vivir haciendo lo que te gusta.
-Gracias y a ti ¿te gusta lo que haces?
-Amo lo que hago-contesta con rapidez-
-Suenas muy seguro de lo que dices.
-Lo estoy, no mucha gente se siente orgulloso de lo que hace yo puedo decir lo contrario.
-Muy bien ¿Qué edad tienes?
-27 y tu
-25-contesto-
-Muy conservadora para ser joven.
-¿A que se refiere?
-Puedo dedusir que por la rijidez en su cuerpo no esta acostumbrada a llevar tan bello y provocativo vestido en su hermoso cuerpo.
Me quede helada, el calor inunda mi cara ¡mierda! Mi corazón late de prisa.
-Gracias por el cumplido, nose que decir.-mi respuesta suena entre cortada-
-No tienes porque ponerte nerviosa, se que soy un extraño pero no del todo.
-Pues claro que no lo eres fuiste mi paciente, técnicamente el salir con usted me hace romper las reglas.
-Me alaga, nunca e seguido las reglas.
-Wow, para ser un marine se debe seguir las reglas.
-El enemigo no tiene reglas tampoco, yo tengo valores y sentido común, eso me diferencia de ser una bestia salvaje.
-¿Tienes novia?
-No, ¿Crees que a una persona como yo se le facilita tener pareja?-responde sonriendo-
-Eso ya lo sabia
-Se que es asi, no es ninguna ciencia dudarlo-responde-
Miro el reloj, wow el tiempo paso volando miro mi mesa y allí esta el plato intacto. No tengo hambre y por primera vez esta conversación se torno mas interesante.
-¿No piensas comer?
-Cuando usted comienze a comer, me sentiré en la libertad de hacer lo mismo de lo contrario solo me sentare a admirar su belleza.
Suspiro de nuevo. Sabia que no debía poderme este vestido, el solo quiere acostarse conmigo ¡Hombres!
-¿Esa es tu forma de querer llevarme a la cama?
-No era mi intención llevarla a la cama en su primera cita pero si usted gusta...
Ahora si estoy cabreada. Me levanto de la silla y le doy una bofetada. El en respuesta se levanta de forma hostil se me acerca a la cara tanto que puedo sentir su respiración, casi pude jurar que me besaría pero en cambio vuelve a mirarme fijamente a la cara como si quisiera arancarme el corazón del pecho deja el dinero de la cuenta y se va...
Tremenda cita....

VEINTIUNO DE MAYO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora