Capitulo 18

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Tres años después


La pequeña Katherine corria por los pasillos de la casa seguida por su padre quien imitaba a un perro. Mientras por otro lado yo estoy preparando la comida. Como papa Joseph se había vuelto todo un consentidor. Acaricio mi vientre de nuevo. Si porque estoy embarazada de otra nina. Durante todo este tiempo nuestra vida nunca pudo haber sido mas placentera. Me había convertido en una madre a tiempo completo. No quería que mi hija creciera en un ambiente disfunsional y Joseph estaba de acuerdo en que Katherine debía tener ambas figuras en su vida. El llamar a la pequeña Katherine fue idea de ambos, yo estaba de acuerdo y es porque esa mujer significo mucho en la vida de mi marine.



Las cosas luego del accidente tomaron su rumbo. La recuperación de Joseph fue una normal y la marina le pago todo sus gastos. Luego de eso el no espero y mientras celebrábamos el baby shower el me propuso matrimonio. No dude ni por un momento en responderle que si. Amaba a este hombre. Pronto Joseph llego a amarme tanto como lo hacia yo. El parto de la pequeña Katherine fue natural y gracias al cielo no ubo ninguna complicación. Aunque no todo fue color de rosa, luego de un ano Joseph tuvo que regresar de nuevo a Irak. Ser esposa de un marine no es nada sencillo, la preocupación es constante pero los resultados son extraordinarios. Ambos habíamos encontrado nuestro propio paraíso en cada uno de nosotros. Mi amado Joseph Velez había logrado por fin ser completa y plenamente feliz a mi lado. Mientras sirvo la comida en la mesa la pequeña Katherine entra corriendo y en ese momento Joseph la agarra y comienza a hacerle cosquillas en la barriga. Ambos rien a carcajadas.


-Joseph la haras vomitar....


-Escuchaste? Mama cree que soy un tonto.


La nina se rie y yo pongo mala cara. Este me sonríe de forma burlona se acerca y me besa. Acaricia mi vientre. Y luego me dice al oído.


-Mi hermosa mujer....


-Joseph!-me pongo colorada y siento como mi cuerpo tiembla de placer.


Luego de haber cenado la nina no dudo en quedar dormida en los brazos de su papa quien la puso en su pequeña cama. A pesar de todo camino hasta el balcón de la casa allí el mar nos daba la bienvenida. Definitivamente esta casa había sido el mejor regalo que Joseph me podía hacer. Siento sus brazos rodear mi sintura y sus labios besan mi cuello.


-¿Cómo te fue hoy en la oficina?


-Ya sabes, mucha papelería todo normal como siempre.


-Extranas el ambiente de guerra no?


-Te mentiría si te digo que no. Pero en estos momentos estoy donde quiero estar junto a mi familia.


-Ves, los finales felices existen...


Este me pone frente a el besa mis labios.


-Corta el drama...


Suelto una carcajada mientras disfrutamos de nuestra humana e imperfecta realidad....



FIN....


VEINTIUNO DE MAYO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora