Capitulo 8

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Dos semanas y yo aun no tengo respuesta de Joseph. Desde nuestro beso no supe mas de el. No volvi a tener contacto, cada vez que lo llamaba salía la grabadora. Regresar a mi apartamento me hico bien, extrañaba mi hogar. Aun seguía de vacaciones pero extrañaba mi trabajo me mantenía distraída. Aun recuerdo sus labios en los mios. Dios besa de maravilla. Pero si el tenia razón y estaba jodido yo no podría hacerlo feliz nunca. Además no se porque me afecta tanto solo fue un beso.
Mientras me preparo para mis clases de educación continua en el hospital el cielo esta demasiado gris. Eso significa que va a llover y al parecer mucho. Normal en esta época de agosto. Amarro mi cabello en una coleta y me visto de forma sencilla, camisa de mangas largas, jeans y botas. En enfermería se tenia que estar actualizando cada cierto tiempo. Como saben la salud es un campo que evolusiona con constansia. En cuanto puse un pie en el hospital abri mi paraguas, la lluvia caia con fuerza y el piso de Sala de emergencias estaba atestado de personas. Pongo mi identificación como enfermera y paso al salón de conferencias allí me esperan la mitad de mis compañeras y mi mejor amiga quien me sonríe, indicándome que me siente junto a ella.
-Extrano trabajar...
-TE veo mas obesa...-responde-
-Pareces una ballena.
-Yo estoy embarazada ¿Cuál es tu excusa?
-Vete a la mierda!-sonrio-
La clase corrió bastante movida, se hablo del nuevo protocolo del hospital con pacientes que padezcan de Zika un nuevo virus el cual además de trasmitirse por un mosquito también se podía trasmitir por via sexual.
-Tienes planes-pregunta-
-No.
-Deberias pasar por la casa, Jeremy tiene una comida con algunos amigos de la milicia.
Me hecho a reir.
-¿Qué intentas hacer?
-Nada-pone los ojos en blanco-
-Te conozco.
-Bueno luego de la noticia de Clark y el beso tórrido del militar creo que necesitas un hombre que sepa lo que quiere y los amigos de mi marido son solteros.
-Vale allí estare...
Me sentía como una colegiada. Honestamente mi juventud fue una llena de desastres amorosos y grandes cambios. Antes de ser enfermera quería ser actriz, me apasionaba tanto la actuación, sentía que podía hacer cualquier papel, hacer cualquier monologo y tener buena retentiva me ayudaba en cada papel. Recuerdo que era delgada, tenia acne y llevaba unos ante-ojos del tamaño de un cubo. Mi cabello siempre estaba maltratado asi que eso no me ayudaba mucho a obtener papeles protagónicos. Recuerdo que en aquel entonces Florida pasaba por una sequia infernal. La obra que se trasmitiría en la escuela era un Grease y yo solo seria un extra mas. Aunque había audicionado para el papel protagonico no fui elegida. Esa noche de estreno una de las actrices se fue un estado alérgico en el que toda su traquea comenzaba a cerrarse. No sabíamos que era alérgica a la lactosa. Recuerdo lo asustada que estaba, nadie sabia que hacer. En la clase de salud habíamos tomado un examen acerca de primeros auxilios. No se como lo hice pero ligre hacerle una traqueotomía con un bolígrafo. La adrenalina corria por mi cuerpo y tener la certeza de que podía morir por mi culpa me hacia querer salvarla. En cuanto supe que el aire entraba por sus pulmones entendí que la actuación solo seria un intento mas de encontrar  mi yo. En ese momento supe que el campo de la salud era mi lugar. El querer estudiar en Boston fue gracias a una beca que gane gracias a mis grandes calificaciones en el área de ciencias y matemáticas. Me converti en una belleza en cuanto conoci a Lynsie gracias a ella aprendi a vestirme, maquillarme, peinarme y a cuidar mi cuerpo. A veces sigo sintiéndome igual que aquella colegiada. Y mi situación sentimental es prueba de ello. Mi mejor amigo me abraza.
-Hola.
-Clark, hola.
-Que tal el dia?-pregunto-
-Bien, bien te extraño por estos aposentos-bromea-
-Yo también extraño, mi trabajo Clark.
-Y a mi?
-Y a ti también Clark.-digo besando su mejilla-
-Bueno, debo irme. Oh si no robare un uniforme y comenzare a trabajar.-digo en tono burlon, el me abraza-
-Te quiero Caroline, eres mi mejor amiga.
-SI, tu mejor amiga-articulo la palabra en mi mente de forma dolorosa-

Mi mejor amiga vivía en una de las casas que queda en la bahía de Boston. Llego a eso de las cinco de la tarde vestida de negro de pies a cabeza con un jaquet de cuero rojo oscuro llevo una bufanda puesta ya que continua lloviendo y esta vez llevo el cabello suelto de manera alborotada. Una casa en ladrillos rojos con ventanas blancas y una puerta color roble me esperaba lista para recibirme. En cuanto toco la puerta Lynsie me abre junto a ella esta una chica de baja estatura, piel tostada por el sol, ojos cafes oscuro y cabello negro lacio hasta el abdomen. Esta me sonríe y por un momento creo verle un parecido con Joseph.
Mierda estoy paranoica. Lynsie al notar mi impresión sonríe de forma sarcástica y nos presenta.
-Ella es Amanda Velez, Amanda ella es mi mejor amiga Caroline Mitchell.
La chica me sonríe, me abraza y besa mi mejilla.
-Mucho gusto, Caroline-dice con  calidez en la voz-
-Mucho gusto Amanda, me recuerdas mucho a una persona...-dejo el pensamiento al aire, ella frunce el ceno. Pero no responde-
-Traje esto-digo mostrando una botella de vino.
Llegamos a la cocina la cual esta llena de comida ya lista.
-Dios! Lynsie preparaste una cena para 40 personas?
-No seas exagerada Caroline, solo para 15 hombres y ya sabes como es el apetito de los hombres militares.
-Bueno si tu lo dices...
-Por dios, Caroline tu marine debe comer mucho también.
-Sales con un marine?-pregunta Amanda echándose a reir-
-No no salgo con un marine, ese marine es un idiota que solo sirve para huir cuando las cosas se ponen comprometedora.
Mi mejor amiga comienza a reírse a carcajadas como si acabara de cometer el peor error de mi vida. La ignoro.
-¿Y ya se acostaron?
-No! Por Dios amanda no, ni siquiera lo conozco bien. Fue mi paciente y luego el...Dios es un hombre tan desesperante!
Lynsie sigue riéndose como si contara un chiste.
-¿Pero te gusta?
-¡No!-digo-
-Metirosa!-dice lynsie-
-Y una mierda Lynsie cual es el chiste para reirme contigo también.-respondo de forma sarcástica-
-Eres soltera?-pregunta Amanda-
-Si...
-Me agrada tu actitud, mi hermano debería conseguirte una mujer como tu.
-Tu crees?
Ella asiente. Lynsie sigue riéndose respira y luego que termina de reírse.
-Bueno chicas creo que ya deberíamos llamar a los chicos a la mesa.
-Vale-dice Amanda saliendo como un petardo hasta el comedor en donde estaban los chicos.
Ayudo a Lynsie a llevar la comida a la mesa. Allí me quedo boquiabierta al ver tanta testosterona. De los quince hombres cuatro habían venido con sus respectivas parejas mujeres y solo uno había traido a su pareja gay. Los demás cada uno venia solo y hablaba entre si. Antes de que mi mejor amiga hablara escucho una voz que reconocería donde quiera.
-Caroline Mitchell!
-Joseph Velez?! Que sorpresa-digo poniendo mirando de forma asecina a Lynsie quien articulo la palabra sorpresa en silencio-
Esta vez en ves de darnos la mano este me abraza con delicadeza. Mi corazón vuelve dar un brinco. Sus brazos, su aroma, extrañaba su aroma. Este viste de manera casual camisa gris con cuello en forma de V jeans y tenis su cabello esta como siempre alborotado. El mundo al parecer es un lugar muy pequeño. Me safo de su abrazo, Dios que desonsertante hombre. Amanda sorprendida y feliz.
-Ustedes se conocen?
-Si-responde el sin quitarme los ojos de encima-
-Entonces mi hermano es el gillipollas que huye en situaciones comprometoras?-pregunto amanda-
Oh mierda! Entoces Amanda es la hermana, ya sabia que había tanto parecido entre ambos. Mi cara se vuelve roja, sigo escuchando la risa de Lynsie quien se aferra a su marido un hombre que podría ser su hermano por ser físicamente parecidos. Ambos palidos como el papel, ambos con ojos claros y ambos pelirojos. La diferencia era sencilla el era mucho mas alto y fuerte.
-¿La srta. Mitchell dijo eso?-Joseph se rie de forma ironica-
-Yo...
-Si lo dijo y no me sorprende nunca duras mas de un mes con una chica desde...
-Amanda cierra la boca.-joseph la regana mirándola llena de furia-
Ella se encoje de hombros y le sonríe de manera temerosa.
-Lo siento...yo...
-No deberías hablarle asi...-digo-
-Usted no se meta Srta. Mitchell esto es un asunto entre mi hermana y yo.
Lynsie se queda callada atenta a la situación.
-Lo siento amiga, no pienso estar en una mesa donde este un hombre tan desgradablemente vipolar como el. Adiós.
-Un placer Amanda.-digo abrazándola-
Abrazo a mi mejor amiga y a su marido. Joseph esta en un estado vegetativo con la mirada perdida. Resoplo.
Tremendo loco me e topado...

VEINTIUNO DE MAYO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora