Capitulo 7

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Sigo observándolo, Dios se ve tan majestuoso e intimidante. No puedo evitar estar sonrojada.
-Caroline...
-Sr, digo teniente Velez...
-¿Qué hace aquí?
Ya empezó con las preguntas.
-Estoy bien teniente y usted ¿Cómo esta?
-Disculpeme estoy sorprendido de verla aquí y asi vestida...
-Oh! Lo siento es la boda de mi hermano y soy dama de honor.
El sonríe.
-Se ve hermosa...
-Gracias...y usted que hace aquí? ¿no me diga que me esta persiguiendo?-digo en tono burlon-
-Ya quisiera Srta Mitchell, pero estoy complaciendo a mi hermana y a Max. Ella quería venir a un concierto.
-Eso esta bien...
El perro ladra y el lo mira con cara de pocos amigos.
-Ya te la presento ahora Max!
Me rio.
-Discúlpalo no sabe cómo tratar a una dama...
-Tiene de quien aprender...
-Disculpe?
-Nada...
-Yo no fui quien le propine una bofetada...
-Y yo no le dije que se podía acostar conmigo.
-Perdoname Caroline pero su cuerpo me decía otra cosa...
Max vuelve a ladrar.
-Deberias atender a tu perro.
-No, el esta mandándonos a callar...
-Disculpame Max, tu amo aquí presente cree que puede leerme el pensamiento.
-Te gustan los perros?-pregunta sorprendido-
-Si por Dios santo tengo una mascota llamada Miranda.
-Max no es una mascota miss Mitchell.
-¿Y que es un marine también?-digo en tono burlon-
-Mas respeto Caroline-alza un poco la voz y su voz suena agresiva-
Oh mierda! Esta molesto de nuevo.
-Lo siento...yo...
-Max es un veterano del cuerpo de la Marina.
-Lo siento Max, tu amo me vuelve loca
Max camina hasta mi y soba su lomo en mi pierna.
-Le gustas...-dice de forma ironica.-
Me bajo y sobo su lomo. En ese momento Joseph intenta impedírmelo pero Max le ladra a lo que este se queda sorprendido. Y el mismo levanta la cabeza para que lo acaricie.
-Tu me caes bien, Max-echo a reirme en la cara del marine quien esta con los ojos abiertos como platos.
-Bueno, será mejor que valla a comer.-dije poniéndome en pie-
El perro ladra de nuevo.
-No le molesta si Max y yo le hacemos compañía...
-Para nada, Joseph.
Esta vez le daría una segunda oportunidad a ver como reaccionaba. Una parte de mi estaba feliz de haberlo encontrado aquí.
-A que hora es la boda?-pregunta-
-A las 9...
-Iras sola?
-Si, soy dama de honor.
-Tu amigo Clark? No ira contigo?
Pongo mala cara.
-No, el no pudo venir además dudo mucho que su novia lo deje viajar.-respondo en tono sarcástico.-
-Tiene novia?
-Si...-digo tomando un gran sorbo de café-
-Lo quieres?
-Si...-digo avergonzada, esta conversación se torna un poco rara, me siento incomoda hablando de este tema con el-
-Entonces porque no le dijiste nada?
-Porque es mi mejor amigo.
El se queda callado y come.
-¿Qué?
-Nada.
-Crees que no se lo que estas pensando? Crees que no se que piensas que soy una clase de masoquista por enamorarme de un hombre que técnicamente no me ve como quiero que me vea?
-No he pensado eso. Srta. Mitchell tiene serio problemas leyendo a la gente. Y no hay cosa que yo mas odie que intente ponerme palabras o pensamiento que no son mios.-responde de forma seria-
-Podemos cambiar el tema?-respiro profundo-
-Entonces iras sola?
-Si.
-Estas hermosa.
Vuelvo a sonrojarme,
-¿Te gustaría ser mi acompañante?
Maldije la hora en la que esas palabras salieron de mi boca. Pero que remedio me había encontrado hermosa.
-Me esta invitando como su acompañante.
-Si, como amigos además mi familia comenzara a hacerme preguntas tontas y no...
El teniente entorna la mirada sonríe y responde.
-Claro Srta. Mitchell sere su acompanate.
-¿Enserio?
-Claro, debo arreglar el error de nuestra primera cita.
-Esto no es una cita-respondo sonrojada-
-Si usted lo dice-dice sonriendo de forma coqueta-
En cuanto terminamos de comer me pongo en pie y el me responde que estará listo en media hora. Le digo donde será la boda y donde puede sentarse.
-Nos vemos en media hora.
-Seguro.-digo sonriendo-
No pude evitar sentirme tonta, yo invitando a un chico a salir que novedad.por otro lado estoy sorprendida, mira que venir a encontrármelo aquí es otra completa novedad. En cuanto llego a donde esta mi hermano el cual viste un smokin color negro no pude evitar derramar una lagrima.
-No llores-dice mi hermano abrazandome-
-Ronald, estoy tan contenta por ti.
-Lo se hermosa la próxima podrias ser tu.
-No seas tonto.
Este vuelve a sonreírme y besa mi mejilla.
-Debo irme con las demás damas de honor creo que ya vamos a desfilar...
El asiente y se pone en pie mientras la música nupcial comienza a tocar. Correr con tacones es un completo error pero gracias a Dios llego a tiempo para pararme detrás de una de las damas. Mi cunada sonríe aliviada.
-Crei que no ibas a llegar...
-Y perderme tu boda ¡jamas!
Sostengo su mano en señal de soliradidad y comienza la marcha. En cuanto salgo al pasillo no puedo evitar sentirme un poco incomoda. La gente me observa mientras camino al final esta mis hermanos, papa y mama quien no deja de decirme en senas que le baje la velocidad al paso. En cuanto llego a la parte izquierda del altar en donde van las damas de honor respiro aliviada. Mientras observo al publico quienes están atentos a la salida de la novia me quedo en una pieza al ver que Joseph, me esta mirando. Lleva su cabello alboratado y esos ojos, oscuros y misteriosos no dejan de mirarme con curiosidad. Este viste una camisa de botones azul marino, pantalones de vestir y zapatos de vestir. Sonrio, este me devuelve la sonríe y cruza los brazos...
En cuanto la ceremonia acabo nos encaminamos a la recepción. Allí tome asiento junto a mama y a papa. Busque con la mirada a Joseph quien estaba parado en la entrada. Mierda! Se me olvidaba que tenia que entrar junto a el. Me pongo en pie y camino hacia el lo mas rápido que mis tacones lo permiten.
-Lo siento.
-Miss Mitchell déjeme decirle que es usted malísima con los tacones.-dice riéndose-
-Cuando te acostumbras a llevar puesto un Scrub y tenis los tacones se vuelven obsoletos. Ven te sentaras junto a mi.
-Estas segura?
-Claro, después de todo tenemos una cita-sonrio tendiéndole la mano la cual agarra con firmeza. En cuanto esto ocurre mi cuerpo se estremece, esta temblando, tengo calor y mi corazón late a la velocidad de un corredor en plena carrera. El en cambio esta calmado y parece seguro de lo que hace.
En cuanto entramos toda mi familia se quedo boquiabierta. ¡oh mierda!
Mi madre fue la primera en quedar inpactada, al contarle la historia de como nos conocimos ella simplemente,Le hico un repertorio completo de mi rara adolecencia. Como si lo conociera de muchos anos atrás.
-¡Mama! No puedes contarle estas cosas a Joseph.
-Porque...después de todo el te gusta...
-¡Mama!-dijimos Zander y yo a la vez, Joseph por otro lado solto una carcajada, mientras que yo no sabia donde meter la cabeza, me sorprendio que mi padre y Joseph pudieran hablar de armas como si nada después de todo mi padre era policía y tenia un negosio de armas. Pronto la pista de baile comenzó a llenarse de parejas una vez la novia y el novio abrieron el baile.
-Me permite esta pieza?-pregunta Joseph-
No puedo evitar quedarme paralizada. Me esta pidiendo que baile con el. Asiento. En cuanto estamos en la pista de baile no puedo evitar darme cuenta de lo alto que se veía, mis tacones no hacían justicia a su altura. Yo seguía viéndome pequeña ante el pero no lo suficiente. Una de sus manos rodea mi sintura mientras que con cuidado pongo una de mis manos en su hombro mientras que la otra el la toma con delicadeza y firmeza a la vez. Dejo que la música nos lleve, sonrio. Joseph sabe bailar y tiene el control de la danza.
-Deberias alejarte de mi Caroline, estoy jodido.
-No deberías danar esto. estamos bailando y la estamos pasando bien.-le recrimino-
Si que estaba jodido mira que danar esta sincronía.
-Lo digo enserio, nunca sere suficiente para ti.
-¿Qué ahora eres un cierto Christian Grey?
El sonríe de forma ironica.
-Christian Grey no tiene el alma danada.
-Y tu si?
Tensa la boca.
-Digamos que soy peor que el tal Christian Grey.
-Entonces eres el tipo de chico que le gusta inflinjir dolor en el sexo?
-Ves! No soy yo el que esta pensando en acostarse con usted.
Esta vez me rio. Tenia razón, pero si era peor que Christian Grey ya sabia de ante mano que era un sádico.
-Entonces?
-Srta. Mitchell créame no me gusta infligir dolor en el sexo.-sonrie de forma coqueta-
Mi corazón da un salto. Sonrio, Dios que me esta sucediendo con este hombre.
-Entonces estas jodido?
-Si y créame se merece mas de lo que yo pueda ofrecerle. Es una mujer inteligente sabra lo que tiene que hacer.
-Creo que se lo que debo hacer.
Deliberadamente acaricio su mejilla, el tensa su mandibula y se sorprende, siento su corazón latir de prisa. Aun no se que estoy haciendo pero se que me voy a arrepentir. Sus labios se ven calidos.
-Caroline....
Nuestros labios se unen, el se queda tiezo por un momento y luego sede abriéndose paso y reclamando mi boca. El muy maldito besa como un Dios griego, su aliento es esquisito. Y en mi estomago están revoloteando un emjambre de mariposas. Por un momento imagino como ubiera sido besar a Clark. El me aleja.
-Srta. Mitchell, creo que esto se termino...
-Joseph...
El me deja en plena pista de baile echa un mar de emociones. No sabia si molestarme o sentirme feliz por lo sucedido. Había cruzado todas las líneas las cuales una enfermera no debía cruzar con un paciente. He besado al teniente Joseph Velez, lo peor es que me gusto... ¡muy bien Caroline Mitchell oficialmente la jodiste!

VEINTIUNO DE MAYO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora