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~* Capítulo Dieciséis *~

Dylan acariciaba el vientre abultado de su novia mientras ella dormía plácidamente en sus brazos, el estaba completamente enamorado de su diosa, de la mujer quien llevaba en su vientre a su hijo, a aquel pequeño que aún no lo conocía pero ya lo amaba. Ya no existían mentiras por parte de ella, el sabía sus verdad, el sabía quién era aquella castaña con la que compartía cama. La única con la que lo haría.
El móvil de él vibro encontrando un mensaje de quien seguía aún sin entender  que aquel Dylan Miller no volvería a ser el Casanova de antes.

"¡Esa tipa con la que estás es una cazafortuna! ¿Qué no lo ves?" - Kiara
"¡¿Cuantas malditas veces debo decirte que me dejes en paz!?"- Dylan.
-"Si la amas, veamonos por última vez, solo para hablar."  Kiara
"¡Bien, me dejaras en paz después de esto!" Dylan
"Esta bien, te paso mi nueva dirección" Kiara

Dylan miró fijamente aquella dirección moviéndose suavemente para levantarse de aquella cama, Maïa despertó sobresaltada mirando a su novio vestirse. Ella miró el celular de este leyendo la dirección que se veía en la pantalla.
-¿Saldrás?- preguntó ella
-Si hermosa. - Sonrió- iré a la oficina, tengo una reunión.

Ella miró fijamente a su novio, lo veía nervioso, ella tomó el celular de este mientras entraba al cuarto de baño, leyendo los mensajes que tenía, sabía de aquella de muchacha, ella necesitaba saber si su novio la estaba engañando.
Dejo el celular tal cual estaba, levantándose de su cama, fue a vestirse, debía verlo con sus propios ojos, el no la engañaría ¿cierto?

-¿ Tu saldrás? - Preguntó Dylan al salir del cuarto de baño.
- Sí- respondió ella- iré al centro comercial a comprar unas cosas .
-Esta bien - dijo Dylan besando su frente.

Ella dejo que el se fuera, no quería ser de esas novias que no confiaban en sus novios, pero ella necesitaba saber si el la engañaba. Tomó su cartera y salió buscando un taxi, ella indico al conductor a donde debían ir.

El castaño llegó a aquel departamento era muy cerca de donde vivía anteriormente su novia. Dylan estaba muy molesto con el mismo por engañarle a su novia, pero sabía que todo acerca de sus mujeres del pasado la cansaría si el le contaba.

- Querido - dijo Kiara mirándolo en la puerta, a pesar de todo los recuerdos de este no lo había hecho ningún favor, Kiara se veía espléndidamente hermosa, sus rubios cabellos caían en ondas suaves, su rostro blanco se notaba sonrojado, Kiara a pesar de todo era hermosa. Ella se acercó a él intentando besarlo, pero este no se lo permitió.
- No he venido acá para esto Kiara vine a decirte que me dejes en paz, ¡a mi y a mi mujer!- Dijo Dylan con un tono amenazador.
-¿mujer? ¡ja! Ella no es más que solo una perrita de noche. ¿¡Dylan acaso no te das cuenta!?- Grito Kiara.
- ¡La que no se da cuenta que no me interesas eres TÚ! -  Grito también Dylan- ella es la madre de mi hijo.
-¿Qué?- preguntó la rubia horrorizada.- No es cierto eso¿Verdad?
- Si lo es. - La voz de Maïa se oyó detrás de Dylan, este se tenso simplemente al oírla.
- Maïa Pierce - dijo Kiara, la rubia la miró fijamente y vio lo bella que era, acariciaba su vientre qué aún no se notaba.
Dylan tomó valor y se acercó a ella, esta la fulminó con la mirada.
-Mi amor- hablo Dylan sabiendo que le había descubierto su mentira.
- No entendía  que hacía falta mi novio aquí- dijo Maïa. - pero ahora que me doy cuenta lo se, aún le gusta dar ilusiones a las mujeres como tú, chicas fáciles.
-No te permito... -hablo Kiara. Pero Maïa le cortó.
-Tu a mi no me dices que me permites y que no. Estas rogona. Dylan te botó, entiendes- dijo acercándose a ella pero Dylan la tomó del brazo- ¡sueltame Miller! - dijo safandose del agarré de su novio. - no eres más que una vulgar zorra, que no respeta ni siquiera que un hombre vaya hacer padre. - Maïa miro a una Kiara sorprendida. - Aléjate de mi novio, de mi y de mi hijo, perra.

- ¿crees que el te amara de verdad? A él le gusta las personas que tengan un buen cuerpo. - hablo Kiara. - cuando te veas toda gorda , toda llena de estrías y celulitis ¿crees que el te amará? ¡le darás asco!
Y sin más Maïa tomó todo el valor para lanzarle una bofetada a Kiara quien la miró fijamente sorprendida.
- vámonos Maïa- dijo Dylan tomando la mano de su novia.
- cuida mucho de ese embarazó-dijo - lo puedes perder.

Dylan soltó a su novia , y sin más tomó a Kiara del cuello. Apretándola sobre la pared, Maïa veía asustada esa escena.
- Aléjate de mi hijo y de mi mujer, si les pasa algo, juro que te mato con mis propias manos  como el insecto que eres, te lo estoy advirtiendo perra. ¡Guerra avisada no mata gente! - y soltó el cuello de la rubia.

Salió tomando la mano de su asustada novia llegando al carro.
-¡Sueltame!- grito Maïa furiosa y con mucho dolor en su vientre. - ¿por que viniste?
-¡No lo se! - miró que se tocaba su vientre- ¿pasa algo?
- ¡Déjame en paz! - dijo Maïa caminando lejos de su novio cuando sintió un dolor más fuerte dentro de ella. Todo daba vueltas, todo se le oscureció y no sintió nada más, su cuerpo se desvaneció.

-¡MAÏA!- Gritó Dylan al ver a su novia en el suelo, el corrió hacia ella viéndola inconsciente, golpeó suavemente sus mejillas pero esta no contestaba- vamos mi amor despierta. - hablo pero no había reacción.
La subió hasta su auto, encaminándose hasta el hospital más cercano.
Al llegar las enfermeras llevaron a una camilla a la castaña quien recién empezaba a cobrar conocimiento, pero se encontraba demasiado débil.

Pasaron dos horas cuando por fin el doctor salió buscando a algún familiar de la señorita Pierce, vio a Dylan pararse al frente de este mirando su preocupación en su ceño fruncido.
- ¿Como se encuentra mi novia doctor?- pregunto el castaño.
- esta bien, tuvo un colapso por estrés, ella lo que necesita es guardar reposo, más que todo por la salud del bebé que lleva dentro. Necesita ya  a empezar tomando las vitaminas, por que aún tiene el riesgo de aborto.¿ Es su novia primeriza?- Dylan asintió- Necesita reposo absoluto, puede volver a su casa. - el doctor se retiró y vio que Maïa salía de la habitación siendo sostenida por una enfermera, ella aún tocaba su vientre. Dylan se acercó a ella , pero Maïa no se lo permitió, ella solo lo fulminó con la mirada.
- déjame llevarte hasta el auto- rogó el castaño y ella asintió. El la tomó entre sus brazos y la llevo hasta el asiento trasero recostandola allí.
Lo que Maïa necesitaba era superar aquel miedo aquella sensación se perder ese pequeño que crecía poco a poco en su vientre y en su corazón.