Una semana después
Los zapatos de tacón de Maïa resonaron en aquel pasillo de la cárcel, las celdas estaban llenas de hombres encarcelados y de mujeres. La castaña tomó el valor para entrar a aquel lugar, jamás en su vida lo pensó que estaría allí. Pero debía hacerlo, se había recuperado de aquella pesadilla en la que Caitlin la había sumergido esos últimos 7 días.
Llego a la celda que ocupaba Caitlin Fritz, quien llevaba la misma prenda de vestir que aquel día, los ojos celestes se encontró con aquellos ojos plomos, que estaban fríos, y rojos de tanto llorar.- Espero que tu por un largo tiempo seas invitada de una fría celda. – Maïa miro fijamente.- fuiste tan basura que tu ambición te llevo a esto. A estar entre rejas.
- ¿Cómo está Dylan?- pregunto Caitlin acercándose a Maïa.- Dímelo Maïa por favor.- ¡Muerto perra muerto!- gritó Maïa con los ojos llenos de lágrimas. – No resistió por tu maldita culpa se murió. Me haz desgraciado. Haz dejado a mi hija sin su padre, te odio Caitlin, no puedes ser feliz con las lágrimas de otra mujer. Eso en tu escazo cerebro no lo entendiste. Espero te pudras en la cárcel. El día que salgas de la cárcel juro que te mato.
- No lo mate. ¡Era para matarte a ti! A si el volvería conmigo. – sollozo Caitlin.
- Y creiste que el y tu volverían juntos. – sonrío.- ¡Eres tan patética! Tan vulgar y tan estúpida. ¡Fíjate que el murió amándome! Dio su vida por mi, nunca hubiera dado la vida por ti. – sollozo. – me robaste te mi otra mitad.
- Maïa. – sollozo Caitlin. – No puede estar muerto.
- ¡Lo está!. – dijo Maïa. – y tu te pudriras en el infierno. Yo te refundire en la cárcel. ¡Asesina!
- No. – dijo Caitlin tapándose los oídos.Los tacones de Maïa resonaron por todo el pasillo de la cárcel, el corazón se rompía en mil pedazos al recordar a Dylan, el había dado su vida por ella, y Maïa no sabía como vivir sin el. Las lágrimas de Maïa caía sin descanso, salió de aquel sitio y en el auto la esperaba Ryan, este salio de su descapotable al ver a su amiga sollozar.
- No puedo Ryan. – dijo sollozando. – no puedo quitarle la vida de esa manera, debe haber algo que lo recupere.
- Recuerda que el doctor te dijo que no hay evolución, la bala casi choca con su corazón Maïa. Dylan no se recuperará, el esta en estado de coma. – respondió Ryan.
- ¡El lo hara!- grito Maïa.- el se recuperará por Mia y por mi.
- ¡Acepta la realidad Maïa!- grito Ryan también. – no puedes dejar que esto te mate también, mírate en una semana haz adelgazado demasiado, no te despegas de la clínica, si no hubiera sido hoy lo que te dijo el doctor no saldría de allí por nada, no vez a tu hija Maïa ¡reacciona joder!
- Estaré a lado de Dylan hasta que sea momento, si el despierta estaré con el. – respondió Maïa mirando fijo a Ryan. – es mejor que estés a mi lado. No querrás que te odie Ryan.
- Yo estaré a tu lado Maïa .- el intento abrazarla. – pero me preocupas.
- Estaré bien, ¿ok? - respondió Maïa. – llévame a la clínica. Necesito ver a DylanEl silencio rodeaba el pasillo de aquella clínica Trevor miraba a su gemelo a través de esa ventana, se veía demacrado, delgado casi sin vida como Dylan como si ambos hasta en ese dolor compartían el momento, débilmente levanto el rostro al ver a su cuñada llegar.
- Pequeña. – dijo Trevor abrazando a su cuñada, mientras veían a su gemelo conectado a aquel respirador artificial, y a aquellos aparatos para monitorear su sangre, su presión y sus ritmos cardíacos. – No lo haremos Maïa, no lo podré hacer, yo se que Dylan saldrá de esto, no me pidas que lo desconecte. -sollozo Trevor.
- No lo haremos. – dijo Maïa. – no puedo hacerlo tampoco.
El tiempo había pasado demasiado rápido, y la recuperación de Dylan se veía muy lejano, ya eran dos meses que el cayó en un coma, solo aferrándose a la vida por un respirador artificial, las mejoras no había, la esperanzas aun seguían intactas mientras ellos sientan su mano caliente saben que el esta ahí con ellos.
- Debes descansar. – dijo Trevor a Maïa. – Mía necesita de ti pequeña.
- Vamos te llevo a casa. – pidió Ryan. Y Maïa fulminó con la mirada. – por una maldita vez en tu vida deja de ser egoísta contigo y tu hija. Dylan no se moverá seguirá aquí tal cual lo dejaste.Trevor y Maïa lo. Miraron detenidamente, Trevor alzó su puño y le propinó un solo golpe en su labio haciendo que sangrara. Maïa grito al ver esa escena.
- ¡Refiérete bien a mi hermano infeliz!- dijo Trevor tomando su camisa de Ryan. – el no esta aquí pero yo lo voy a defender. Ahora ¡lárgate!
Ambos vieron como Ryan limpiaba la sangre de su labio y se retiró de aquel lugar. Maïa cayó desfallecida por todo el cansancio.
Desperté en una cama de hospital como su brazo una intravenosa que le suministraba suero para que pueda reponerse.
- Estas muy débil. – dijo su madre . – te llevare a casa, necesitas descansar unas horas por favor hija. – rogó.
Maïa miro fijo a su madre, lagrimas cayeron sin descanso, se sentía adormecida por todo lo que sucedía, pero era verdad necesitaba un descanso. Maïa a duras penas asintió con su cabeza el hecho de alejarse de Dylan.
Pero había algo muy cierto en todo Dylan no se recuperara aun
-¿Te enamoraste de papá?.- preguntó Maïa a su madre. -¿Qué hubieras hecho si el hubiera estado en esta situación?
- Me hubiera quedado a su lado día y noche Maïa pero quiero que entiendas que tienes una hija que necesita de ti, ten fe que Dylan no se dejara vencer, el tiene dos hermosos motivos por vivir, te tiene a ti y a Mia a pesar de que haya sucedido lo que paso, estaré agradecida por salvarte la vida. Y por eso tu también debes luchar Maïa, por que tienes una segunda oportunidad para vivir.
La castaña miró hacia la puerta de aquella habitación, solo quería ver a Dylan despertar y que el viera que ella se quedo a su lado. Pero tenia razón Louise, ella debía ir y ver a Mia.
- Llama a la enfermera por favor mamá – respondió ella.- y que me saquen esta cosa.
Maïa salió de aquella habitación con ayuda de su madre quien la tomaba del brazo, ella aun se sentía débil, solo necesitaba dormir y comer.
-Trev.- llamo Maïa. – ven conmigo. Descansa también y mañana nos quedamos con el.
Trevor la miro y en aquellos ojos vio desesperación, Maïa tampoco quería perder a su mejor amigo, que así como estaba se veía tan frágil y tan inocente, Maïa quería cuidar a todos a su alrededor aunque ella no se cuidara.
-si te deja tranquilo Trev los dejo a ustedes en casa para que cenen y descansen y Sophie y yo nos quedamos cuidando a Dylan. – respondió Louise.
- Esta bien Lou.- contesto Trevor.
La casa de Maïa se veía muy grande y oscura, a lo lejos escucho el llanto de su hija llamando a su madre, ella automáticamente corrió hacia Mia y la tomó entre sus brazos, las caricias de sus pequeñas manitas lleno su corazón, con 11 meses de nacida tenia mucho de su padre, era la nena mas hermosa. La abrazó muy fuerte, pero con mucho cuidado, y beso en aquella cabellera rubia. Maïa llevo a la cama a su hija recostandose con ella arrullando música de cuna la pequeña se durmió.
Inmediatamente después de eso la castaña también se quedo rendida en sueño pensando en Dylan. En que se recuperará y estará ahí para esperarlo.
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•» Alquiler De Amor «• Terminado
RomanceUna ciudad, un vientre, un empresario deseoso de ser Padre y una chica que solo desea sobrevivir en aquella ciudad. Terminara siendo ¿Alquiler de amor? o ¿Alquiler de vientre? Todo derecho reservado del Autor, prohibido su copia sin previo aviso...