•» Capítulo Treinta «•

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3 meses después.

El cuerpo de Maïa rosaba suavemente sobre las manos de su prometido, el seguía acariciándolo como si ella fuera una muñeca de porcelana,  tomo su rostro y la beso mientras el entraba en ella,  ambos suavemente gimieron ante aquella sensación,  ante aquel sentimiento que extrañaban mucho,  mientras Dylan se movía su deleite era escuchar los pequeños gemidos de placer de su prometida,  no era sexo,  era amor lo que había en cada uno de los movimientos,  Maïa  beso sus labios, sintiendo ese amor abrazador que recorría todo su alma, los movimientos poco a poco se hacía más rápidos,  los gemidos de ambos llenaban toda la habitación, todo era magnífico, era simple y sencillo para el. Maïa estaba enamorada de Dylan, y el castaño estaba enamorado de su diosa.  Las manos se entrelazaron mientras ambos llegaban al éxtasis.

La sonrisa de su prometida era el mejor regalo que el tenía,  las navidades en casa de los Miller había llegado. Y con ello conllevaba que aquel lugar estuviera lleno de gente,  los padres de Maïa,  su amiga,  Travis, el mejor amigo de Maïa junto a su novia, todos estaban allí,  todos llevaban algo para aquel lugar.  Era la primera vez que aquella casa se encontraba lleno,  o que simplemente celebraban las fiestas navideñas, para ellos era un día común y corriente, pero para Trevor y Dylan,  Maïa  no solo les había otorgado una hija o sobrina,  Maïa Pierce  les había otorgado una familia, lo que ellos no habían tenido jamás.  Sus vida fue de orfanato en orfanato,  nadie quería adoptar a gemelos. Para Trevor era como si escogieran a una mascota en una perrera,  pero a el no podían alejarlo jamás de  su hermano. 
Dylan tenía la felicidad completa,  tenía una familia numerosa,  tenía una mujer a la que amaba demasiado , y sobre todo tenía una pequeña hija de 3 meses de nacimiento  cual amaba con  todo el corazón. 

- Un brindis. – dijo  Dylan en aquella mesa grande. – por esta fiesta, por Mia,  por permitirme formar parte de esta familia,  por abrirnos los brazos a Trevor y a mi,  por todo esta felicidad que tengo.  ¡Salud!
Aquella noche fue tranquila,  todos estaban felices,  habían dejado todo los errores en el pasado y habían perdonado todo lo malo que sucedió. 

- Tengo una sorpresa para Maïa. – dijo Sophie mirando a la castaña,  quien tenía una copa de vino en su mano. Todos los ojos se habían enfocado en la rubia.  – todos aquí saben que tu deseas modelar,  bueno mi representante me comento que para el próximo  año,  voy a hacer unas pasarela en Nueva York  para la semana de la moda. Mi madre presentará una linda línea de ropa, le mostré tu book, con tus fotos y tus vídeos en las pasarelas de Alemania,  el esta encantado y mostró a algunos otros representantes de otras líneas de ropa,  y dijeron que tienes todo lo que necesitan para que presentes las nuevas líneas.  – suspiro. – estarás conmigo en la semana de la moda, representando la línea de Vogue, Gucci entre otros,  y están viendo para que puedas participar por primera vez justo a mi en Victoria Secrets.  

La sonrisa de Maïa  se alargó,  ella había deseado esto más que nada,  por primera vez en toda su vida grito de felicidad,  se acerco a su amiga,  se comportaba como hacia tantos años no lo hacia,  la abrazo muy fuerte y empezó a saltar.

- ¿Ya te dije que te amo?.- río. – te amo Alexander. -beso su mejilla y Travis tomo una foto de ambas. 
- Hace tiempo  no las veía tan felices,  merecía esa foto. – sonrió. – Felicidades Maïa. 
- Antes que me olvide. – dijo Sophie. – mi madre quiere que seamos la cara de su línea de ropa. – miro a Dylan.  – como saben la línea a de mi madre es atrevida, tiene ropas interiores entre otras cosas.  ¿Permites que tu mujer muestre carne?.- preguntó  a Dylan. 
- Mientras Maïa sea feliz me alegro por ella,  estoy orgulloso de ella.  – dijo besando su cabeza.  – ella es hermosa,  y así como a ti todo le quedara genial. – sonrió.
- Un brindis por el modelaje y por las chicas hermosas que voy a conocer ahí.  – sonrió Trevor.
- Lo que no dejas de pensar,  no se Trevor.  – dijo Sophie. – si piensas con el cerebro o tu pene.  – sonrió . – el caso es.  – la rubia miro al padre de Maïa  - que Maïa  es una excelente modelo,  ella no tiene estudios en eso,  pero ella es nata en esto,  ella sabe hacer su trabajo,  la haz hecho durante toda su vida añico sus sueños esta vez ella merece deslumbrar en la pasarela.  Y no te estoy pidiendo permiso, solo te aviso Taylor.  Travis se hace cargo de tu empresa siempre lo hizo por que a ella le gusta. 
- Pequeña Sophie ella de ahora en adelante puede hacer lo que a ella le gusta, yo no haré nada que la lastime.  – sonrió Taylor. 

Las navidades habían culminado y con ello nada había cambiado todo seguía igual,  Maïa cuidaba y engreia  a su pequeña hija que a sus tres meses, mostraba aquellos ojos color celestes que había heredado, se parecía a ella,  con sus cabellos castaño muy claro.  Para Dylan y para Maïa aquella niña había llegado para enseñar lo que es el verdadero amor. 



Hola mis hermosas,  este capítulo es corto no tenía mucha imaginación disculpen!  👉👈
Bueno esto es para decirles que faltan aproximadamente 10 a 12 capítulos para terminar alquiler de amor.  Aun estoy en duda si haré una segunda temporada,  dependiendo de que si ustedes desean.  Bueno espero que les guste este pequeño capítulo....
Las adoro hermosas ❤😍🙊🙉🙈

XOXO

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