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~*Capítulo Dos*~

Los suburbios de Los Angeles era la otra cara de la moneda para Maïa. Ella acostumbrada desde su nacimiento a una vida llena de lujos.  Para sus 21 años ella decidio irse a Estados Unidos para cumplir dos de sus sueños. Recorrer la ciudad de las estrellas y tener esa oportunidad de entrar a una escuela de modelaje.  Nadie iba a acabar con ese sueño.
Aunque Maïa sabia muy bien que de sueños no siempre se vivía y ella no sabia hacer absolutamente nada.
Maïa Pierce era absolutamente hermosa cabellos castaños de una estatura aproximada de 1.80 cm, su tez blanca y aquellos ojos eran de color plomos que pocas personas tenian. Toda ella encajaba perfectamente en una lista de modelos. Tan segura de si misma Maïa necesitaba un pequeño empujón para que su brillo sobresalga.
Maïa exploraba las calles de Malibu mirando aquellas preciosas playas, el aire acariciaba sus sonrosadas mejillas por el calor que hacía. Su movil sonó. Al mirar quien llamaba sonrío tiernamente.
- Hola principe - dijo con aquella sonrisa inocente, su hermano era su mejor amigo, el fue quien le ayudo con aquel empujón.
-Maïa- Hablo Travis al otro lado de la linea.-¿cómo estas princesa?- pregunto el con un tono de preocupación.
Maïa no quería preocupar a nadie con sus problemas. Pero la falta de un trabajo, y el hecho de su dinero se estaba acabando ya le hacía pensar que mejor era volver a Munich y aceptar el castigo de sus padres.
- Estoy bien Trav- le dijo a su hermano.
-¿Necesitas dinero?- preguntó nuevamente Travis esperando que ella le dijera algo. O pida su ayuda.
-No principe- sonrió tristemente. Ella sabia en que se habia metido y ella sabia o vería como salir de esa situación.- mas bien te tengo que cortar- suspiró- tengo una entrevista de trabajo. Te llamo mas tarde - cortó.

Maïa ya habia tomado una decisión, su trabajo abarcaria muchos problemas si algún familiar se enteraba. Pero ya estaba allí. Ella había escuchado hablar sobre madres de alquiler. Tenia mucho miedo, pero lo que sabía era que allí en aquel lugar pagaban muy bien.
Entro a aquel lugar " MadreS Nodrizas" se llamaba era un lugar elegante y esterilizado.
- Bienvenido a Madres Nodrizas ¿en que podemos ayudarla? - preguntó la secretaria.
- Busco a la señora Jane ¿se encuentra?
-Sí ¿Tiene alguna entrevista?
- Correcto soy Maïa Pierce - Sonrió.
La secretaria busco en la agenda de Jane encontrando el nombre de Maïa allí.
- Pase por aquí- indicó la secretaría.

Al entrar a la oficina de Jane ella la vio. Toda ella era elegante y Maïa no sabía que hacia sinceramente en aquel lugar.
-Maïa Pierce mucho gusto- dijo Jane dandole la mano.
- El gusto es mío- respondió la castaña un poco avergonzada.
-Bien Maïa con el mensaje que me mandaste entiendo perfectamente tu problema-Suspiró Jane- lamentablemente ahora no estamos buscando una secretaria con Aubree estamos completas,pero...
-Jane de verdad necesito el trabajo- rogó Maïa con los ojos llenos de lágrimas.
-Maïa yo te ofrezco a ti que formes parte de Madre Nodrizas alquilando tu vientre... - hablo Jane sin anestesia.- veras tenemos muy buenos beneficios. Mensualmente pagamos una fuerte cantidad de dinero a las madres que alquilan su vientre, muy aparte de eso le damos una casa hasta el tiempo que ellas deseen trabajar con nosotroa para que no tengan ningun gasto. Sobre todo le damos un seguro social y son atendidas en las mejores clínicas de los Ángeles.
En tu mensaje me comentaste que tu deseas estudiar y que estan a un paso de sacarte del cuarto en donde te estas quedando. Tu Maïa Pierce eres ya mayor de edad.  Vives en una ciudad sin apoyo alguno.
- Tengo miedo de que en un momento adore al niño que llevo en mi vientre- sollozo Maïa ante esa idea.
- Suele suceder pero así es este trabajo - habló Jane - te da fuerzas para el momento en que tu si decidas ser madre- sonrió- Maïa te damos la oportunidad de experimentar grandes cosas. De poder ayudarte en lo que tu necesitas. Sobre todo darte la mano con un hogar, un sueldo y un seguro social.
- Tengo que llevar un hijo en mi viente que no será mío- Sentenció Maïa acariciandose su vientre.
Jane asintió sin quitarle la mirada de sus ojos. Aquellos ojos azules de Jane le daba confianza a la castaña pero sentía aun el temor de que si algo no salía bien la podían culpar.
- Este lugar apoyamos a las madres de alquiler Maïa para cualquier cosa que necesiten. Este hogar es el unico en todo Los Angeles que es formal. Y sobre todo que tenemos tambien el apoyo del gobierno.

- Si aceptó ¿qué debo hacer?-Preguntó Maïa.
-Volver mañana para hacerte unas pruebas - dijo Jane- son solo análisis de sangre. Y sobre todo ver si eres una muchacha fértil.

-Jane- hablo Maïa sin quitarle la mirada a la jefa de aquel lugar- acepto ser madre de alquiler.

El mundo de Maïa, ese mundo el cual ella perfectamente conocía no encajaba allí. Ella no debía ser Maïa Pierce.  Para ella ese nombre y ese apellido solamente debia ser para su familia y sus amigos. Pero para ese lugar no. Si ella lograba ser una modelo cotizada tal vez volvería con su nombre.  Pero ahora. Maïa Pierce había muerto.

-Solo una condición- pidio Maïa.- no me presentes a los padres como Maïa Pierce ese nombre no debo usarlo aquí. April Austin.  En todo documento debes llamarme asi. Por favor.
- Haré lo que pueda Maïa- nuevamente le dio la mano- Bienvenida a la familia de Madres Nodrizas Maïa Pierce. - Maïa la fulmino con la mirada- perdón April Austin.