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4 meses después...

Los Ángeles - California.

El día había llegado,  y Maïa se encontraba sola en su habitación,  estaba asustada mirando aquella cama mojada,  y esos retortijones que tenía en su vientre,  dio un alarido sintiendo nuevamente el dolor, Dylan se encontraba en su trabajo, y ella estaba allí en la casa solo con Sophie y su madre,  volvió a quejarse por el dolor que sentía,  tenía miedo que su hija muriera. 

- ¡Mamá! - gritó muy fuerte tomándose el vientre mientras las lágrimas caían sin cesar a causa del miedo.

Maïa escucho los rápidos pasos de su madre y supuso que era también los de su amiga.  Entraron en la habitación y la vieron a ella allí mojada. 

- ¡O dios mio! - gritó su madre -Sophie llama a una ambulancia a Maïa se le rompió la fuente. - Sophie asintió - Bien Maïa solo respira, respira mi amor, toma mi mano - Louise  tendió la mano - tómala  cariño y respira, la ambulancia esta por venir.

- La ambulancia esta llegando,  me preguntaron hace cuanto tiempo se te rompió la fuente  Maïa.  - dijo Sophie asustada.
- Solo unos cuantos minutos. - Grito tomando fuerte la mano de su madre.  - ¡joder! Llama a Dylan. 

~

La mirada de Dylan se fijaba en aquel cuadro que le mostraba,  las ganancias habían bajado en esos 4 meses desde que se enteraron que la familia James eran unos estafadores. 

- Como vemos en el cuadro de estadísticas,  la aceptación y las ganancias  han bajado un 5 por ciento mas que el mes anterior eso hace ya 4 meses seguidos la baja,  la gente ya no quiere o no confían en la empresa luego que llego el escándalo de estafa hasta aquí. 

- Debemos innovar nuestra forma de vender, o que la gente vea que la empresa de Miller sigue fuerte y que un escándalo de estafa no nos va a botar,  hemos creado grandes edificios,  para tan grandes empresas, esto no nos va a demo....  - el móvil de Dylan vibro en su bolsillo.  - disculpen. 

Salio de aquella junta y miro quien lo llamaba,  inmediatamente contesto al ver que era Sophie.

-¿Que pasa?- pregunto ni bien contesto la llamada. 
- Estamos yendo con Maïa a la clínica Central, a ella se le rompió la fuente,  tu hija esta por nacer, ¡Apúrate!

-¡Mierda! Voy para allá.  - corto. Entro a la sala de reunión .- señores disculpen, dejo toda las decisiones que se tome a mi hermano, el firmará, tengo que salir - sonrió - estoy a punto de ser padre.  - miro a su hermano - te veo después Trev. 

Dylan manejo su auto muy rápido hasta aula clínica que le indico su amiga,  había esperado este momento desde hacía mucho tiempo,  había deseado el tener aquella pequeña niña en sus brazos,  pero todo vino de golpe,  no solo iba a tener a la luz de su vida con el,  si no,  tendría a Maïa para siempre, una parte de el y una parte de ella nacería y ese lazo no se rompería jamás,  amaba a Maïa,  amaba a Maïa como el jamás amó a nadie. Ella había perdonado todo los errores que el había cometido el simplemente era un mejor hombre gracias a ella.

Llegó a la clínica,  y muy rápido fue a recepción a preguntar por su novia,  el era un futuro padre nervioso,  por no saber nada de como tener a un niño. 

- señorita disculpe,  hace uno momentos trajeron a una muchacha embarazada,  a punto de dar a luz su nombre es Maïa Pierce.  ¿Me puede indicar en que piso esta? - pregunto el.

- Claro, la señorita Pierce - dijo la enfermera mirando la pantalla de su monitor.- esta en el tercer piso, a la mano izquierda,  encontrará la sala de parto, ella se encuentra allí. 
- Gracias.  - dijo el corriendo hacia el ascensor.
El llegar al tercer piso no tuvo que buscar la sala,  por que allí se encontraba la madre de Maïa y Sophie,  esta última abrazo a su amigo muy fuerte. 

- La llevaron a sala de parto,  dijeron que le iban a ayudar a que ella pueda dar a luz,  su dilatación a un es poca recién de unos 4 cm, pero el doctor dijo que si ya entro en labor de parto. Nosotros no podemos entrar,  ella te necesita dentro.  - dijo Sophie
- voy a entrar- dijo Dylan abriendo la puerta de aquella sala. 

- señor, esto es solo para familiares. - dijo una enfermera. 
- Soy su esposo.  - dijo Dylan.- y necesito saber como esta mi mujer. 
- Bien señor,  pongasé esta bata y lávese la mano.  Después de eso entraremos a ver a su esposa. 

El castaño hizo tal cual le indicaron que hiciera,  al entrar vio a su novia,  llevaba una vía intravenosa,  su rostro era pálido, ella se encontraba totalmente cansada,  sus ojos se encontraron con los de ella y una leve sonrisa se apoderó de los labios de Maïa. 

- Hermosa. - dijo Dylan acercándose a ella.  - ¿como te sientes?
- Va a nacer tu. -suspiró - nuestra hija nacerá. 

Dylan beso su frente sudorosa tomando su mano. El era completamente feliz teniéndola,  ahora seria mucho mas feliz al tener a su pequeña hija en sus brazos.

- El doctor me inducira para que nazca pronto,  ya la dilatación me dijo que esta en 8 espera que dentro de unas hora llegue a 10 de dilatación.  - dijo Maïa. - estos dolores son inexplicables  Dylan - sonrió levemente.  - te haré pagar por esto.

- Será en la cama. - sonrió. - gracias por esto mi diosa. 

5 horas después...

El llanto de aquella recién nacida inmundo la habitación, Dylan la vio,  aquella niña era lo más hermoso que había conocido, era el verdadero amor,  el castaño ya había amado aquella niña desde antes de conocerla,  escucho los sollozos de su novia,  quien tenía a su pequeña recién nacida.

- Eres lo más hermoso que llego a mi. - dijo Maïa. - ya te amo demasiado.

- Señora Miller debemos llevar a su hija a la incubadora, ¿por favor me la entrega? - dijo una enfermera.

- Antes que se la lleve.  - dijo Dylan- ¿Puedo cargarla? - pregunto. 

- Solo un momento señor Miller.  - dijo la enfermera entregando a aquella recién nacida en brazos de su padre,  Dylan la vio,  y era la perfección,  era el verdadero amor,  era lo que tanto esperaba.  - Todo lo que tengo.  - dijo sin quitarle los ojos de ella.- el amor,  el dinero, mi devoción,  todo mi vida,  es tuyo, eres el amor de mi vida,  te amo mucho mi pequeña Mia.