Día cuarenta y dos. "Adiós, mundo".

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Creo que ya estoy alargando mucho mis días. No tengo una motivación para vivir desde hace ya mucho tiempo, y lo único que me ha mantenido vivo hace mas de un mes, fue comenzar a escribir estas cartas. Pero ya no tiene sentido querer vivir un día más. Todos los días son el mismo, y ni siquiera hago algo al respecto, y no porque no quiera, sino porque sería en vano, lo sé.

No sé cómo no recurrí a las drogas, pues la mayoría de la gente con depresión comienza a consumirlas. Creo que fue porque sabía que no podría costearlas.

Kurt Cobain, él no tuvo una buena vida, por mas que digan que fue famoso, tuvo dinero y una hija. Se pasó toda su vida en adicción y rehabilitación. Aunque logró hacer la mayoría de cosas que quería en la vida, y es de admirar que haya formado una banda tan transcendental.

Pero no era felíz, y acabó con su vida tan solo con una bala.

¿Si él lo hizo, por qué yo, que no fui ni un cuarto exitoso que él, no lo haría?

Ya no le veo sentido a seguir existiendo, seguir ocupando un espacio en este pequeño mundo.

Todo sería mejor si yo no existiera.

Mis padres hubieran tenido un mejor hijo, que no los hubiera dejado de lado cuando se supone que debería estar con ellos en sus últimos momentos.

Stan no hubiera sido arrollado por un camión, porque no se hubiera escapado por unos tejidos rotos.

Amelia no hubiera estado tanto tiempo amargada, atada a una persona que la consumía.

Todos estarían bien. Serían mas felices. Así como yo no lo soy.

Acabar con mi vida con un arma sería algo muy simple, y no podría darme tiempo a pensar en todo lo que he pasado.

Siempre me gustaron los trenes, cuando era pequeño iba a la parada de trenes solo para verlos. Tan bellos, enormes. Con su chimenea humeante, el chirrido de los rieles cuando paraba. Su diseño antiguo. Era una obra de arte. Así que, pienso que lo mejor sería irme de este mundo con un lindo recuerdo.

Ésta será mi última carta. Querido lector, si has llegado hasta aquí, quiero decirte, gracias. Por haber leído mi vida, escucharme en tu mente, haberte preocupado por este pobre infeliz, que no hizo nada de su vida, y que solo se dedico a escribirle cartas a la nada.

Gracias por leer las cartas de un solitario.

Cartas de un solitarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora