Mi nombre ya no era Yuichiro. En las calles, me habían bautizado como EL TRAFICANTE DE SEMEN.
Desde que mi rostro salió en televisión nacional, no he podido salir sin ser reconocido. Algunas personas me señalaban, otras solo atinaban a reírse de mí. Pensé que si dejaba pasar un par de días, todos se olvidarían. Estaba equivocado. Los huéspedes que llegaban de vuelos internacionales a recepción vieron el video viral a nivel mundial y me recordaban a la perfección.
Naturalmente, estuve a punto de ser despedido. Supuse que me sacarían a patadas por ya no ser la imagen de nuestra marca, pero Guren tuvo una mejor idea y decidió dejarme como una atracción turística. Mi rol se había convertido en ser el espectáculo principal del hotel hasta que mi fama desaparezca. ¿Y qué mejor manera que pasarme al equipo de limpieza y mantenimiento? En teoría, sí tuve que renunciar para firmar otro contrato en donde me daban el sueldo mínimo. De ser un reconocido recepcionista, ahora era un lava-excusados de pacotilla.
Y mi infortunio ahí no termina. Había perdido contacto con Mikaela. Ha pasado una semana desde entonces y no he hablado con él para nada. Sé que no me ha abandonado porque me ha estado llenando el teléfono de mensajes y llamadas. Inclusive, vino a mi habitación a tocarme la puerta. No podía verlo. Había tenido momentos embarazosos frente a él, pero ese suceso fue la última gota que derramó el vaso.
Posiblemente, jamás vuelva a verlo.
Cuando me sienta mejor, le devolveré su anillo.
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Mikaela Hyakuya y el chico del 804
FanficYuichiro, un joven empleado de un lujoso hotel de cinco estrellas, tiene un secreto: los dioses lo han maldecido; o eso murmuran las mucamas. Pese a hospedarse en el mismo recinto con refinadas meriendas, Yuichiro tendrá que batallar con los huéspe...