⚫16. Engañados⚫

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Mei's POV.

Los ojos de Zane se oscurecen. Todo nuestro alrededor parece detenerse. Lo único en movimiento es el nindroide de titanio, desplomándose en el suelo. Ése sonido choca en las paredes de la cueva y nos martillea los oídos. Abro la boca, y creí que grito algo, no lo sé. El sonido de mi amigo cayendo al suelo es lo único que ocupa mis tímpanos.

-¡Nadie apaga a nuestro amigo! -escucho gritar a Jay, cuando todo parece regresar.

-Se los advertí -ruge Cybermad.

Su mirada se detiene en mí. Su gesto se endurece y deja de parecer algo arrepentido. ¿¡Por qué lo estaría si él es el malo!? Y ¿¡Por qué no puedo ver a las personas como en realidad son!? Kai tiene razón, para mí todos pueden ser algo más. Pero de hacer caído en la cuenta de lo débil y vulnerable que puedo ser él no me habría engañado, y esto tampoco habría pasado.

-¡Carguen a Zane y vámonos! -grita Ronin. Me sacude el hombro para que reaccione-. ¡Mei!

Parpadeo más de una vez. Ronin y Jay toman las piernas de Zane y yo su cabeza. Corremos sin siquiera mirar hacia atrás. Las suelas de nuestras botas patean los guijarros del camino y las hacen chocar contra la pared. ¡Chap, chap! Hasta que vemos el lago subterráneo al fondo. Dejamos de lado nuestra persecución por un momento y nos detenemos.

-Mei, es tu turno -me dice Ronin.

-Jay, sujeta su cabeza -le pido. Cambiamos de lugar. Retiro mis manos con delicadeza mientras las de Jay reposan en la nuca del nindroide-. Y ahora... ¡Sujétense!

-¿¡DE DÓNDE!? -exclama Jay.

Pongo mis manos en el agua. El agua salpica, se tuerce en torno a nosotros, igual a un tornado. El remolino de agua cambia de dirección abruptamente y pasa de estar a nuestro alrededor a estar bajo nuestros pies. Nos elevamos varios metros sobre el suelo.

El remolino se desliza sobre la superficie del lago. Es como surfear en una ola de seda. El agua del lago pareciera una perfecta pista de hielo sobre la que es fácil desplazarse, ya ni decir manipular. Cuando nos acercamos a la cascada "parto" el agua en dos para que podamos atravesarla sin mojarnos. Cuando nos acercamos a la orilla descendemos paulatinamente conforme el agua del remolino se incorpora a la del lago.

Retiro el cabello de mi cara, decidida a recogerlo mucho mejor a partir de ahora. No sé cómo es que Kai o Lloyd consiguen que su peinado siga igual todo el tiempo. Ojalá me revelen su secreto y sirva para chicas. Avanzamos hacia la orilla y dejamos a Zane, con sumo cuidado, sobre una de las raíces.
Mi labio inferior tiembla al ver su estado. Me había prometido a mí misma que no dejaría a Cybermad hacerle lo mismo a alguien que quiero. Mi puño se cierra. Inclino la cabeza, con furia y dolor.

--¿Y eso qué fue? -pregunta Ronin, acercándose a mí. Borro esa expresión de la cara y me animo para verlo a los ojos-. ¿Acua-jitzu?

--Hm... no es un mal nombre -comento, forzando una sonrisa, aunque no me va muy bien en ello.

-¿¡Pero qué!? -exclaman Cole y Kai, corriendo hasta la raíz, con nosotros-. ¿¡Z-Zane!?

Sus párpados caen al ver al nindroide tan apagado como la noche. Dejan caer los brazos y sus hombros se hunden. Mi falsa sonrisa no aguanta más y se desvanece. Un crujido nos sobresalta.

-Oigan, creo que tenemos peores problemas... -musita Jay.

Nos damos la vuelta y vemos de qué habla. Estamos rodeados por Cyborg.

Una docena de ellos, en torno a nosotros. Cascos como el que tenia Cybermad cubren sus caras, así que todos parecen clones, con las mismas armaduras y... armas. Todos excepto uno. Creí que si nombre era Clyde, el mismo grandulón que prometió ayudarnos y ahora mismo nos dirige la mirada apenada de un aliado que no puede hacer nada contra las órdenes de su líder.

Ninjago 1: Bajo ataque (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora