El Padre de Todo

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Título: LAZARUS I

Autora: Clumsykitty

Fandom: MCU con un pellizco de Marvel Cómics.

Parejas: bastantes, principalmente Stony, Thorki y Spideypool.

Disclaimer: Nada me pertenece aunque muera por ellos, todo es de Marvel y Mr. Lee entre otros, lo único mío es esta idea mía convertida en historia. Dicho está.

Warnings: Esta larga historia está dividida en libros que van en secuencia numérica pero no en orden de trama. Historias muy agridulces, crudas como violentas. No apta para corazones sensibles o mentes tiernas. Sobre aviso no hay engaño.

Gracias por leerme.



LIBRO IV. El libro de los Dioses.

El Padre de Todo.


"¡Acordaos de marzo, acordaos de los idus de marzo! ¿No fue por hacer justicia por lo que corrió sangre del gran Julio? ¿Qué miserable tocó su cuerpo y lo hirió que no fuera por justicia? ¡Qué! ¿Habrá alguno de nosotros, los que inmolamos al hombre más grande de todo el universo porque amparó bandidos, que manche ahora sus dedos con bajos sobornos y venda la elevada mansión de nuestros amplios honores, por la vil basura que así puede obtenerse? ¡Antes que semejante romano, preferiría ser un perro y ladrar a la Luna!"

Julio César, William Shakespeare.



Hay fuerzas superiores que ni siquiera los mismos dioses pueden resistir. Una de ellas es el amor. Muchos entes inmortales pueden debatir el poder de tal sentimiento, podrán tener razón hasta cierto punto. Pero no pueden negar la transformación que provoca en todo aquel que lo experimenta, convirtiéndolo en el más grande tonto de todos los tiempos o en el más glorioso de todos los guerreros, todo un abanico de posibilidades que dependen únicamente de las decisiones que se tomen, basadas en amor.

Odín, hijo de Bor, es uno de esos casos.

Siendo príncipe heredero al trono de Asgard con un padre amante de las batallas sangrientas y las victorias a costa de cualquier precio, era difícil tener un equilibrio entre las demandas paternas y sus propios deseos que, si bien estaban inclinados hacia lo bélico como las glorias a contarse en el salón del Valhalla, no era tan despiadado como el rey Bor, teniendo más temple unida a sabiduría que lentamente iba alcanzando una mejor manifestación. Más en sus tiernos años todavía no poseía el don de las cosas futuras, contentándose con sus propias corazonadas que no siempre fueron las mejores.

Al igual que su poderoso padre, tenía el fuego de la batalla en las venas, particularmente aquellas que involucraban a los maldecidos Alfa Draconis que habían huido del Muspelheim hacia Midgard para someter a los mortales a su dominio. El rey de Asgard ya había exterminado a buena parte de ellos en un evento que a Odín no le había agradado por la cantidad de sangre derramada, mucha inocente a sus ojos. Pero eso había contenido las amenazas provenientes de los amos de los Dragones Cardinales por un tiempo. Nadie había imaginado que Myrddin y Uther Pendragón seguían vivos y en Midgard donde ya habían dejado descendencia entre los mortales.

Con un padre que yacía en cama, Odín era ahora regente de Asgard y cabeza de todas las decisiones importantes. Saber de la descendencia Draconiana le puso sobre alerta, pero en su interior había una inquietud por tales híbridos, inocentes de los progenitores que les habían dado vida. Así que cuando llegó a Midgard y se percató que la gran parte únicamente eran guerreros protegiendo sus tierras, decidió que lo mejor era retirarles el poder sobre los Dragones Cardinales y dejarles ser en paz. A nadie habían ofendido y ciertamente, no eran más una amenaza para el universo.

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