Capítulo 3: Inma.

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Es Inma. Mi Inma.
Sabiendo que no voy a poder articular ni una sola frase coherente, la abrazo, pero ella se aparta. ¿Qué?
Vale, ahora estoy confusa. Miro sus ojos, que están cristalizados, pero aun así sonríe. Me sonríe.

—Inma... —consigo decir finalmente.

—Vane... —sin poder evitarlo empieza a llorar, pero no me permite abrazarla.

—¿Qué haces aquí?

—Lo... Lo siento —intento abrazarla y esta vez sí me lo permite.

—Inma, ¿qué pasa?

Finalmente me mira a los ojos, y veo un rastro de culpa en ellos.

—¿Inma?

Veo como respira hondo y se acerca a mí. Sin yo esperarlo me besa, y en mitad del beso siento el sabor de sus lágrimas, y las mías se le unen, comprendiendo el significado de este beso. Nuestro último beso.

—Te... Tenemos que dejarlo, Vane. Lo siento.

Veo como se va corriendo, y yo me quedo aquí, inmóvil como una idiota. Podría haber intentado alcanzarla y hablar con ella, pero mis lágrimas no me permitirían hablar.

—¿Estás bien? —escucho su voz.

Miro a Malú, la cual me mira preocupada, y sin poder evitarlo la abrazo, sé que no es la más indicada, pero es la única que hay aquí.

Nunca llegué a pensar que acabaría así, abrazada a ella y llorando. Lo peor es que se sentía bien.

—¿Estás bien, Vane? —dice cuando consigo relajarme un poco.

Asiento con la cabeza, rompiendo nuestro abrazo.

—Sí, gracias —digo algo avergonzada secándome las lágrimas.

Me da otro abrazo y yo dejo escapar un pequeño suspiro.

—Han venido a buscarte, pero ya me contarás —me guiña un ojo y me besa en la mejilla, para después irse.

Miro a Camila y voy hacia ella, abrazándola cuando la veo.

—¿Qué hacías con Malú? —me pregunta cuando vamos ya camino al parque.

Se lo explico todo, evitando algunos detalles, y tras unos minutos en silencio decidimos que no vale la pena seguir hablando de eso.

Narra Malú

—Malú, no habrás aceptado a lo que te ha dicho, ¿verdad? —miro por la ventana de su habitación y suspiro— ¿Verdad?

—Cuando la vi hoy... No sé, me dieron ganas de partirle la cara a la persona que le hizo eso —suspiro— Quiero protegerla.

—¿Te suena de algo su cara? —niego con la cabeza y la abrazo —Solo quiero que no te engañes, Lula. Promete que no harás ninguna estupidez.

—Lo prometo.

Pero las promesas no siempre se cumplen...

Narra Vanesa

Estoy en casa cuando de repente suena mi móvil.

—¿Si?

—¿Eres Vanesa?

—Sí, ¿y tú?

—Soy el hermano de Malú, Jose, tu nuevo vecino —asiento con la cabeza aunque no puede verme —Quería decirte que si te gustaría venir a cenar aquí la semana que viene, ¿vienes?

—No sé...

—Venga, Vanesa, que Malú quiere que vengas.

¿Qué?

—Está bien, me lo pensaré —sonrío.

—Vale, chao Vanesa.

—Chao.

Cuelgo y suspiro. ¿Malú quiere que vaya?
No lo pienso mucho y me voy a la cama, mañana ya pensaré en qué decirle a Jose.

Narra Malú

—¿Qué te ha dicho? —le digo a Jose.

—Que no sabe.

—Mañana hablaré con ella —sonrío inconscientemente.

Ceno rápidamente y me acuesto, mañana hablaré con ella... Tengo que saber quien es esa chica que la hizo llorar y el motivo.

Prometo que no le pasará nada si yo puedo evitarlo.

Pero, como dije, las promesas no siempre se cumplen...




Volvemos a retomar la historia!!!
Espero que os esté gustando tanto como a mí, gracias por leer😘

Valú:¿Enemigas? [PAUSADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora