Capítulo 9: Gonzalo.

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Narra Vanesa

-Lauren, dime que es mentira. Por favor, dímelo -le digo después de contarle lo ocurrido.

-Vane, yo...

-No, Lern. Dile la verdad. Ella necesita saber la verdad -dice Camila, que ya estaba aquí cuando llegué.

-Espera... ¿Tú lo sabías? -digo dolida.

Intento irme, pero Camila me lo impide y me abraza a pesar de mis intentos de soltarme.

-Vane, a mí me lo contó Lern, pero te puedo jurar que no tengo nada que ver con todo esto. Y Lern tampoco -dice seria.

-Vane, yo... Lo siento, pero... Tengo que irme -dice Lauren nerviosa.

-No, Lern.

-Joder, Camila. Te juro que volveré y se lo diré todo, pero es importante que me vaya ahora.

Sin que Camila pueda evitarlo, Lauren se va corriendo, haciendo que Camila rompa a llorar.

-Mila, tranquila...

Ella niega con la cabeza.

-No es nada, estoy bien -dice con una sonrisa que se nota a leguas que es falsa.

Le doy un fuerte abrazo al que ella corresponde llorando.

-¿Qué te parece fiesta de pijama en tu casa para curar el mal de amores?

Ella asiente con una débil sonrisa y nos vamos sin pensar en nada que no seamos nosotras. Nada de Malú, nada de Lauren, nada de instituto. Solo nosotras.

Narra Lauren

Me voy sin decirle nada a Vanesa, y mucho menos a Camila. Me duele porque he escuchado a Camila llorar antes de irme, pero sé que estoy haciendo lo correcto. Vanesa es mi amiga y Camila mi novia, pero Malú es mi mejor amiga, y aunque fue una completa idiota cuando aceptó esa maldita apuesta, sigue siendo mi mejor amiga.

Llego a su casa después de correr un buen rato, y me encuentro a su hermano fuera con su moto.

-Hey, José -le saludo- ¿Está tu hermana?

Me hace una mueca y ahí sé que algo no va bien.

-Está con Gonzalo en su cuarto.

Hago la misma mueca que José hizo hace menos de un minuto y después de despedirme de él subo a la habitación de Malú en una carrera en la que casi me caigo varias veces, pero no me importa ahora.

Cuando llego abro su puerta de golpe y veo a Malú casi desnuda, solo cubierta por una toalla, abrazando a Gonzalo. Ambos me miran sorprendidos, pero ninguno de los dos se mueve.

-Gonzalo, vete -digo.

Malú me asesina con la mirada cuando pronuncio esas dos palabras, pero no dice nada. Gonzalo me desafía con la mirada.

-Gonzalo, o sales solo o te saco yo a la fuerza. Ahora.

Se despide de Malú con un: «Llámame si pasa algo» y sale de la habitación dándome un empujón. Cierro la puerta con seguro y me acerco a Malú para abrazarla. Ella, sorprendentemente, se deja.

-Sé que necesitas que te diga que todo va a estar bien, pero ambas sabemos que no es así y no vamos a engañarnos con eso. Y sé que no es el mejor momento para esto, pero... Te lo dije, Lula. Te lo dije y no me escuchaste.

Le acaricio el pelo suavemente, sé que no debería decirle todo esto, pero es necesario que lo escuche si lo quiere hacer bien ahora.

-Vanesa está muy dolida y enfadada, Lula. Si de verdad la quieres, debes explicárselo tú. No yo, no Camila, no aquella estúpida que te convenció para hacer esta estupidez, tú y solo tú. Tienes que ser tú.

Ella asiente débilmente.

-¿Y... Y cómo lo hago? Ella no quiere verme, ella ahora me odia...

Le quito las lágrimas que recorren sus mejillas con suavidad, como si se fuese a romper con cualquier movimiento equívoco.

-No... No lo sé. Pero tú tienes que hablar con Vanesa -sentencio.

-¿Puedo...Puedo hacerte una pregunta? -me dice después de un largo silencio.

-Claro, Lula.

-¿Vienes de estar con ella? -asiento lentamente- ¿Y con Camila? -vuelvo a asentir- ¿Y qué mierda haces aquí y no con tu novia? -la miro sorprendida, y al ver su leve sonrisa no puedo evitar darle un pequeño golpe en el brazo.

-No seas idiota, Lula. Eres mi mejor amiga, es obvio que esté aquí.

Le doy un abrazo y le doy un beso en el pelo.

-¿Te apetece venir a Starbucks y tomarte algo conmigo?- le pregunto después de un rato en silencio.

Ella me mira como diciendo: «¿Estás loca?»

Ante mi pensamiento sonrío. Puede que tenga razón. Puede que yo esté loca. Pero la normalidad es aburrida, y yo jamás voy a ser como esas personas normales, aburridas y amargadas. Yo siempre seré una loca a la que le encanta hacer el idiota con sus amigas y que disfruta siendo una loca.

Tal vez la locura sea más cuerda de lo que pensamos, al fin y al cabo.




Bueno... ¡He vuelto! Sé que querréis asesinarme por tardar tanto, pero prometo intentar hacerlo más seguido. Y por supuesto, mil millones de gracias por las 11K visitas, sois geniales.
Os amo.


Valú:¿Enemigas? [PAUSADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora