Capítulo 14: La piedra (Parte 2)

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Narra Malú

Son las 10 de la noche y estoy aquí, tumbada en mi cama viendo el techo. Un sábado bien aprovechado. Y también con mucha ironía.

-¿Amigas?

-Amigas.

¿Qué ha sido eso? Sé cuál es esa conversación... Y sé quién es aquella chica... O al menos sé quién es en cierta parte, ni siquiera sé su nombre. Lo recuerdo todo, incluso...

Me levanto y miro por toda mi habitación... ¿Dónde la guardé?
Abro el armario y busco debajo de la ropa que nunca me suelo poner. Aquí está... Saco mi pequeño baúl de los recuerdos y miro el candado. La llave... Sonrío, es fácil descubrir a mi yo de 12 años.

Abro los cajones de mi escritorio uno por uno hasta que encuentro una pequeña caja, la abro y, efectivamente, ahí hay dos llaves. Una es de mi diario, y la otra es la del candado del baúl.

Abro el baúl y cojo lo que buscaba. Vuelvo a cerrar el baúl y lo guardo todo en su lugar menos lo que buscaba. Tal vez os preguntéis, ¿qué es lo que tanto buscabas? Es una piedra. Sí, una piedra. Pero es una piedra muy especial para mí.

La miro detenidamente... ¿Cómo sabré si la otra chica tiene la otra parte? Ni siquiera sé su nombre, ni tampoco sé si ha vuelto a Madrid, pero...

Miro la hora: las 10 y media. Me hago una coleta y, después de coger las llaves de la casa, voy hacia aquel lugar, pero en el camino me encuentro a quien menos esperaba ahora mismo.

-¿Malú?

-¿Qué haces aquí, Vanesa? -escondo la piedra detrás de mí, no quiero que nadie sepa nada, es algo mío y de otra persona. Y esa otra persona no es Vanesa.

-Eh, esto... Vengo de un lugar...especial para mí. Muy especial -sonríe y veo como sus ojos brillan, iluminados por la luz de una farola.

Asiento sin saber qué hacer ni decir.

-Bueno, esto... Lo siento, pero tengo que irme a...a un lugar -digo nerviosa.

Me voy corriendo sin esperar una respuesta de Vanesa y cuando llego a nuestro lugar me sorprendo al ver que está todo igual que la última vez que vine con aquella chica. Nunca más regresé.

Me siento en la roca y dejo que el aire frío de diciembre mueva mi pelo. Tal vez...

-¡La cabaña! -susurro para mí misma.

Voy hacia la cabaña y empujo un poco la puerta para abrirla. Me sorprendo al ver que no he tenido que hacer mucha fuerza para abrirla y cuando entro veo una hoja en la mesa. Extrañada me acerco y leo lo que pone.

Mi niña... No sé si algún día leerás esto pero quiero que sepas que ahora vivo en Madrid. ¿Y tú? ¿Qué hay de ti? Espero que sigas viniendo aquí y que leas esto pronto... Si aún quieres ser mi amiga deberás buscarme... ¿Lo harás?
~Tu amiga.

Cojo la carta y miro hacia todos los lados. Nada que me pueda decir de cuándo es la carta. Le doy la vuelta a la carta y cuando leo la fecha sonrío. ¡Es de hoy!

Me sorprendo al escuchar una voz susurrando:

-Búscame...

Miro hacia todos los lados de nuevo pero esta vez buscando a alguien, pero no hay nadie. ¿Sería ella? Podría asegurar que sí, pero... ¿Y si no es ella y es alguien queriendo gastarme una broma?

Pero... Tengo que intentarlo. Si no lo intento nunca lo sabré. Tengo que intentarlo por ella.

-Te buscaré... -susurro- ¡Te buscaré! ¡Lo prometo! -digo más alto.

Es hora de buscarla, pero... ¿Por dónde empiezo?

Valú:¿Enemigas? [PAUSADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora