Capítulo 8: Te odio.

323 28 7
                                    


El día de mi cumpleaños acabó genial, cuando volví a mi casa eran cerca de las cuatro de la madrugada, normalmente yo estaría cansada, obviamente, pero en ese momento estaba feliz y no quería dormir.

Malú me propuso dormir con ella esa noche y yo acepté.

Así estuvimos durante semanas, disfrutando e ignorando el mundo cuando estábamos juntas.

Hoy es 23 de diciembre y estoy en casa de Malú, en su cuarto. Ella está duchándose y yo la estoy esperando.

Le suena el teléfono a Malú, la están llamando. Yo, pensando que es el mío, respondo a la llamada, y cuando escucho lo que dicen a través del altavoz, cuelgo.

Justo en el momento en el que cuelgo siento cómo algo se rompe en mi interior, por lo que dejo el móvil de Malú encima de su cama y voy rápidamente hacia su escritorio. Rápidamente busco un bolígrafo y un folio en blanco, y empiezo a escribir lo que es el final de esto.

Cuando termino de escribir, dejo el folio encima de la cama, al lado de su móvil, y me voy de su habitación, de su casa y de su vida.

¿Realmente ella fue capaz de hacer eso? Me gustaría creer que no. Quiero creerlo. Pero... Si es mentira, ¿por qué he escuchado eso?

Os diré lo que he escuchado al coger su móvil, lo diré con las mismas palabras:

"Hey,Malú, ¿ya te has olvidado de la apuesta? Estoy segura de que no. ¿Ya has conseguido ganar? No pensaba que lo harías tan rápido —risas— Eres más buena de lo que pensaba. Aunque no serás tan buena si Vanesa se entera de esto... —risas— Pobre Vanesa, cuando se entere de que era solo una apuesta y que no sientes nada por ella quedará destrozada. —silencio— ¿Estás ahí, Malú?"

En ese momento ha sido cuando he colgado, no podía...no quería seguir escuchando.

Cuando salgo de su casa, pienso en algún sitio al que podría ir para buscar respuestas, y rápidamente pienso en las amigas de Malú. Seguro que ellas lo saben. Pero... Espera.

Amigas de Malú... Lauren...

No, quiero creer que Lauren no tiene nada que ver aquí. De verdad que quiero creerlo. Pero ya no sé ni en qué debería creer.

Con algunas lágrimas recorriendo mis mejillas mientras mi mente reproduce las palabras que he escuchado, voy corriendo hacia la casa de Lauren. Ella sabrá darme algunas respuestas.

O eso espero...

Narra Malú

Escucho un portazo mientras acabo de salir de la ducha.

Al escuchar el portazo, me pongo una toalla al rededor de mi cuerpo rápidamente y salgo del cuarto de baño, para encontrar mi habitación vacía.

Pero hay algo que me llama la atención, y es un trozo de papel que hay en mi cama, junto a mi móvil.

Vuelvo al cuarto de baño, con una pequeña toalla me seco las manos rápidamente y vuelvo a mi habitación para leer ese trozo de papel.

Empiezo a leer, y desde la primera palabra, ya sé que algo no va bien.

Desde la segunda línea, sé que está enfadada conmigo.

Desde el segundo párrafo, sé que estaba tan rota al escribir esta carta como yo ahora.

Y desde la última palabra, sé que todo se ha acabado.

La has cagado pero bien, Malú. Te mereces un aplauso. Me digo a mí misma.

Una gota moja una parte del papel, seguida de otra más, y otra, y otra...

Rompo el papel en mil pedazos por la impotencia, y le doy un puñetazo a la cama por la rabia.

¿Qué mierda he hecho?

Con mis manos temblorosas alcanzo mi móvil y la busco entre mis contactos.

Un tono, dos tonos, tres tonos, cuatro tonos... Nada.

Vuelvo a intentarlo. Un tono, dos tonos, tres tonos, cuatro tonos... Nada.

Lo intento una vez más. Un tono... Y cuelga. Me ha colgado. Ni siquiera lo ha dejado sonar, ha colgado.

Llamo a Lauren, necesito apoyo ahora mismo.

Tampoco me lo coge.

Solo me queda una persona...

La llamo.

—¿Lula? ¿Pasa algo? —me pregunta.

—¿Puedes... Puedes venir a mi casa?—le digo con voz temblorosa—Necesito hablar con alguien y Lauren no contesta...

—Estoy allí en dos minutos.

Me cuelga y yo me quedo allí, hecha un ovillo aún con la toalla, pero sin tener fuerza para levantarme siquiera.



No me matéis.

Valú:¿Enemigas? [PAUSADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora