Los días se convirtieron en semanas y las semanas en meses, su padre aun no volvía y Nico se sentía tan viejo cargando con semejante responsabilidad. Pero también se sentía impotente incapaz de irse de recoger sus cosas y largarse.
Que los dioses ayudaran a el inframundo. Porque el ya no quería hacerlo.
La oscuridad reinante volvió a su piel de ese pálido color muerte que el había tenido cuando llego al campamento, pero también con el paso de los meses sus facciones se habían afilado y puesto que hacia un poco de ejercicio (no soportaba estar todo el día con el trasero unido al trono) estaba un poco menos escuálido y ya no parecía que iba a romperse.
Su rostro además de ser de ese pálido imposible, era severamente hermoso, tenia ese aire de nostalgia y tristeza que a uno se le iban los ojos y estudiaba esas facciones y se perdía en el.
Era como un ángel celestial, poderoso e inquietante.
Había llevado todas las actividades perfectamente bien y hasta el momento el orden se había mantenido.
Pero una noche fría de el ya sexto mes que llevaba en el inframundo un espíritu que merodeaba llamo su atención sobre todo porque no estaba donde debía estar (los asfódelos) sino que caminaba sin rumbo dejando tras si un halo de frío infernal y una tristeza absoluta.
Nico se acercó.
Era una chica joven, máximo tendría unos diecinueve o dieciocho, pero lo que llamo la atención de Nico fue su mirada, la chica parecía consciente, no tenia la mirada pérdida y vacía como los demás espíritus.
Lo que lo dejo aún mas estupefacto fue que parecía inteligente y se movía con gracia casi como si fuera solida.
Cuando Nico tocaba algún fantasma un frío lo invadía, solo que no tan fuerte y molesto que a los demás, era un frío familiar casi reconfortante.Pero no sintió nada de eso, cuando su mano la traspaso un fuerte dolor de cabeza le martillo los tímpanos.
Y ella se giro y dijo
–No debería estar muerta. Esto es un error.
Después aprovechando que Nico seguía un poco mareado se dio la vuelta y desapareció.
Nico sintió escalofríos por la espalda como si ciempiés le subieran por la nuca.
Siguió el camino de la chica pero no encontró nada mas.
***
Tras el curioso incidente Nico prestaba mas atención a los registros y a las caras, no se perdía de vista ningún detalle.
Pero algo era cierto:
Estar entre tantos muertos
Le estaba quitando
La vida.
Le estaba volviendo un poco curioso en sus manías y un amante tan profundo de la oscuridad que si seguía así no podría volver a ver los rayos del sol sin odiarlos.
Pensó en Will.
Y el pensamiento le supo incorrecto.
Lo extrañaba echaba de menos tener un amigo.
Aquí completamente solo
Se daba cuenta de que
No era tan solitario como pensaba.
Y se preguntaba si Will también lo echaba de menos, si extrañaría su presciencia tanto como el extrañaba la suya.
****
A Nico los días le sabían iguales. Un día tras otro igual. La misma rutina.
Y estaba triste la mayor parte del tiempo.
Y quería irse.
***
Después de ocho largos meses Hades finalmente apareció mas pálido y sombrío que cuando se había ido.Y muy delgado.
A Nico lo aterro un poco verlo en ese aspecto pero trato de reprimir su sorpresa.
–Dijiste que sería poco tiempo.
No era lo mejor que podía decir para iniciar, mucho menos si de Hades se trataba, pero el sencillamente no pudo reprimirse. Estaba molesto.
Hades no digo nada.
Nico espero un poco. Pero su padre siguió sumido en su mutismo.
–Ocho meses, tardaste ocho meses, y, ahora ¿Me podrías decir que fue tan importante para irte tanto tiempo?
De nuevo el silencio se burlo de el con descaro.
–Padre, por favor, creo que tengo derecho a saber...
Hades abrió la boca poso sus ojos en Nico y luego la volvió a cerrar. Estaba en un obvio dilema.
–Padre...
–Cometi un error, cometí un grave error...
Su tono era grave y condenatorio y sus palabras tan miserables que una alarma se encendió en el cerebro de Nico.
–¿Que cosa padre?
–Cometi un error. O ni el tártaro sabe lo que le espera al mundo, un horrible error, eso lo cambia todo. Cometí un terrible error.
Hades no dejaba de repetir lo mismo y a Nico se le acabo la paciencia.
–¿Puedes decirme de una vez que pasa?
–Nico, el dominio del inframundo ya no nos pertenece.
ESTÁS LEYENDO
Canción Para Fantasmas. (Solangelo)
FanfictionNico di Angelo y Will Solace se vuelven cercanos después de varios acontecimientos que dan como resultado una extraña pero muy profunda amistad. Sin embargo el mundo de los semidioses es complicado y esta constante caos, cuando Hades se ve envuelt...