Epílogo.

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Había caras, todos tenían los ojos perdidos la mirada rota como si solo fueran objetos y todo los demás el entorno el aire la materia se traspasara a través de ellos.
Pero sobre todo estaban sus ojos, vacíos sin reconocimiento de nada.
Antes de que todo empezara a desvanecerse de su memoria, Nico recordó algo, el motivo de todas sus pesadilla y de sus terrores nocturnos, paso tanto tiempo ahí supervisando, jamas pensó que el mismo sería un de ellos.

De esos espíritus que los habían torturado durante toda su vida.

Estaba en los Asfodelos.

Y poco a poco sentía de manera desesperada como su esencia se evaporaba de su cuerpo.

Pasaron por su mentes las imágenes de amigos ¿conocidos? No podía recordarlo. Estaba el en algún lugar en una esquina oscura llorando entonces una bella mujer se acerca y le seca las lágrimas, a ella, a ella si la recordaba su madre.
Y luego el rostro simpático de su hermana su pilar su compañera de juegos, su amiga de la mas hermosa infancia.

Un chico con una sonrisa traviesa y haciendo señas sugerentes hacia el y cierto rubio... Cecil... recordó Nico un amigo de verdad.

Y luego los ojos azules de nuevo.
Pecas.

Ya no era nada.

No supo cuanto tiempo paso pero alguien le estaba hablando, podía oír su voz y había un deje de enojo en ella.

–¡Reacciona! ¡Nico di Angelo!

Mas voces y finalmente pudo reconocerlo.

Hades.

Señor de los muertos.

Su padre.

–Nico tu...

El efecto de lo que había ocurrido en los Asfodelos aun seguía en el, pero poco a poco recuperaba la conciencia sin embargo un profundo frío permanecía en su pecho.
Había estado tan cerca de perderse.

–Tu... No puedes estar en los asfodelos.

–Es lo que merezco ¿no? Mi vida no fue muy heroica.

–Callate o te dejare ahí, fue un error tu... Tienes un lugar especial.

****

Es precioso.
Diferente.
Bello.

Lugar de héroes valientes y el aun no cree que lo merezca.
Pero avanza.

Se encuentra feliz viajando entre los jardines, sin embargo no puede evitar pensar que le falta algo.
Alguien.

No puede recordarlo.

Pero es como una vieja canción para fantasmas que permanece ahí en su memoria borrosa y distorsionada pero que suena y es una hermosa musica que desearía poder recordar.

Una noche en la que están brillando estrellas irreales lo ve.

Will Solace.

Esta sonriendo, lo recuerda los besos las miradas cómplices, todas esas pláticas están de nuevo en su cabeza y el se aturde un poco.
Tiene ganas de llorar.
Esta llorando cuando por fin se encuentran en un cálido abrazo.

–Shh deja deja de llorar chico muerte, eres como una tormenta.

–Y tu eres el maldito sol.

La sonrisa de Will es irónica y tan tan bonita cuando haciendo un gesto descarado le susurra al oído:

–¿Hacemos un arco iris?

******

De hecho desde que empecé esta historia esa última frase siempre estuvo en mi cabeza a partir de ahí surgió todo xD

Canción Para Fantasmas. (Solangelo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora