Hielo.

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Will a terminado de sanar las heridas de Nico, di Angelo tiene una piel muy fina, pálida como la nieve y la piel de su espalda estaba destrozada, sin embargo quizá quede una cicatriz muy tenue ya que Will se esforzó por hacer su mejor trabajo.

Nico ahora esta durmiendo, tiene fiebre y luce aun agotado por la larga pelea del día anterior, sin embargo no es nada grave y quizás despierte en cualquier momento.

El odia esto, la espera de saber si el egoísta hijo de Hades estará bien. Pero aun así tiene que saberlo.
Cecil esta afuera (probablemente gastando bromas a el resto de la tripulación) y Will esta recostado en su cama que esta en medio de la de di Angelo y Cecil.

No deja de pensar en la profecía, sabe que es muy probable que se refiera a el cuando habla de muerte, pero en realidad no le importa mucho, esta aquí para cumplir la misión y lo lograra, sabe además, que no siempre son literales las profecías.

Pero debe admitir que tiene miedo, a morir.

Will y la muerte tienen una larga historia juntos, una historia trágica que Will esconde todos los días bajo una sonrisa.

Nico murmura algo entre sueños, Will se acerca para tomarle la temperatura.

Esta mejor, pero aun tiene un poco de fiebre, sus mejillas están sonrojadas y hace una mueca cuando la fría palma de Will toca su frente.

Nico se remueve y empieza a despertarse.

Will le da su espacio y se aleja un poco de el.

-Bien, creo que estas mejor.

-¿Que ocurrió? - el italiano parece perdido y mira a Will curioso

-Grifos. Un ataque, garras enterradas en tu espalda, eran heridas bastante feas, pero ya estas mejor.

-¿Cuanto tiempo...

-Solo un día.

-¿Entonces mañana llegamos?

-Si no ocurre ningún contratiempo supongo que si.

-Genial, odio los malditos botes.

-Te mareas mucho ¿verdad?

Nico asiente con la cabeza, estaba a punto de agregar algo pero parecía que lo estaba pensado mejor.

-Voy a cumplir mi promesa de no dirigirte la palabra, te dije Solace no tenias porque haber venido.

Así era Nico, un raro, Nico di Angelo era el único que podía amenazarlo con no hablare, hablándole.

-Que miedo.

Will quería reír por lo absurdo de la situación.

-Hablo enserio.

-Se nota, amigo.

- A partir de ahora va enserio.

Nico dejo de hablarle y Will rodó los ojos.

-¿Y si te obligo a hablar?

Nada.

-Vamos Nico, estas siendo inmaduro, esa profecía quizá no signifique nada y tu te comportas como un tonto. Decidí venir, porque YO quería hacerlo, porque soy una persona que pude tomar sus propias decisiones, también tengo secretos Nico, quería venir y tienes que entender que aunque las acciones de los demás nos afecten las personas toman sus propias decisiones.

Nico seguía callado con la mirada baja y los brazos cruzados.

-Pero tengo que decir que también una parte de mi lo hizo porque no quiero que estés solo.

Canción Para Fantasmas. (Solangelo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora