Despedidas.

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En la habitación había una extraña calma, como la calma que hay después de una tormenta o antes de que inicie una.

Nico daba vueltas por el cuarto.

–¿Qué quieres que haga qué?

Nico sentía el debido respeto por su padre, a veces un poco de odio a veces hasta le caía bien, pero generalmente solo pensaba en el como una figura distante. Un símbolo de abandono.

–Nico, eres hijo del dios de la muerte, eres mi hijo, es tu deber cumplir con lo que se requiera.

–Pero es que no tiene ningún sentido.

–No puedo decirte mas por ahora. Pero si tu no te quedas en el inframundo mientras yo no estoy, te aseguro que el caos reinara en cada rincón. Todas las cosas, todas las personas, todo estará en peligro... Los muertos, los muertos generalmente cree la gente que son inofensivos, pero aunque es cierto que el cuerpo muere, los sentimientos de odio, venganza y maldad mas fuertes permanecen toda la eternidad. Para siempre en los limites de lo finito, volviéndose infinitos, peligrosos. Y los de amor claro, pero esos no interesan.

–Pero no entiendo porque yo...

–Bien no lo hagas por ti, hazlo por las personas que te importan.

¿Como quien?

¿Mi madre?

¿Bianca?

No tengo a nadie.

Pero después de eso Nico no pudo evitar pensar en esos malditos ojos azules, en el valor de la amistad y en una sonrisa tan sincera que cuando la admiraba sentía ganas de llorar porque aun había belleza y bondad en el mundo. Por los dioses estaba tan perdido.

Inevitablemente pensó en Will.

Le dio vueltas al asunto y finalmente dando un profundo suspiro contesto:

–De acuerdo, iré me haré cargo del inframundo. Pero solo por un tiempo.

–No importa, no me iré mucho, tengo asuntos que arreglar, pero en cuanto resuelva eso regreso a mi reino.

Pero, es que si tan solo me dijeras que es tan importante....

De por si la cara de Hades tenia ese eterno halo de tristeza y melancolía era un rostro elegante y podías perderte en los torturosos ojos negros idénticos a los de Nico, pero la mirada que le dio era tan miserable que Nico prefirió dejar de preguntar.

–¿Y que se supone que haga una vez ahí?

–Te encargarás de haya orden en el inframundo.

–Padre, gracias, cuanta sabiduría, pero me refiero a como tártaros haré eso.

–Eso lo veremos después. Escucha esto es importante ¿Me estas escuchando?

–Si padre.

–Necesito que estés ahí mañana y que no le digas a nadie a donde vas. Puedes despedirte de la gente que quieras, claro, pero di que vas a el campamento Júpiter o a Tokio o a donde quieras decir, pero no reveles que te diriges al inframundo a nadie ¿Entendiste?

–Si, padre.

–Bien. Eres un buen hijo Nico, confió en ti, no hagas que me arrepienta.

Y dicho esto el dios del inframundo se había esfumado.

Por primera vez Nico no se quería ir del campamento.

Pero tenia que hacerlo.

Necesitaba empezar a recoger sus cosas y prepararse para el viaje.

Pero antes necesitaba despedirse de Will.

Se dirigió a la enfermería, entró (pues los demás ya estaban acostumbrados a verlo ahí) y busco a Will entre la gente.

Cuando Will lo vio sonrió, y lo saludo con la mano, pero como Nico noto estaba bastante ocupado.

Sabia que si le decía que estaba por partir, Will dejaría lo que estaba haciendo le encargaría su paciente a uno de sus hermanos y lo seguiría.

Pero Nico no quiso hacer eso, no supo exactamente porque, quizá por que no tenían idea de que decir ni de que hacer y odiaba las despedidas, no quería que se sintiera como que no volvería jamas, solo serían un corto tiempo como había dicho su padre.

Salió pero antes le dio una ultima mirada a Will, sencillamente no pudo evitarlo.

***

Fue a despedirse de Jason, el estaba en su cabaña y Nico le dijo que se marchaba a Italia, le digo que se iba para tomarse un respiro y que estaría de regreso pronto.

Nico era muy bueno mintiendo, cualquiera le habría creído.

Jason le dio el abrazo de "Bro" que generalmente compartía con Percy y le deseo buena suerte.

Nico pensó que ya estaba todo listo y que podría partir en ese mismo instante si quería una vez que tuvo todo su equipaje listo.

Pero se encontró anhelando algo.

Que no llego.

***

Aun era de madrugada cuando Nico se dispuso a partir. Por eso se sobresalto cuando la voz de Will sonó desde la puerta de su cabaña abierta.

–di Angelo oí que te marchas.

Nico se giro lentamente.

–¿Quien te lo digo?

–Jason. Nico ¿De que huyes?

–No estoy huyendo –eso era verdad – solo me voy por un tiempo, volveré.

–Pero lo que pasa es que no quiero que te vayas.

Esas palabras pusieron nervioso a Nico pero se calmo.

–Will...

–No. Nico tu escucha, siempre que te vas así regresas herido y regresas aquí después de mucho tiempo, mucho tiempo que yo me preguntó donde demonios estarás y si estarás bien y si te volveré a ver... Y yo...

Will había bajado la vista tanto que parecía haber algo interesante en el suelo, Nico nunca lo había visto tan tímido y retraído. Esa nueva faceta de Will lo dejo fascinado.

–Will volveré.

Nico no sabía que decir. Solo sabía que estaba de pronto muy feliz pero también jodidamente triste.

Tenia que irse ahora.

–Si tiene que ser así, te estaré esperando como todos estos años.






Canción Para Fantasmas. (Solangelo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora