Capítulo XXXIII, Parte I

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Niño o niña

Ataque

Después de un fin de semana algo atareado por parte de los condes de Grandchester, Candy y Eleonor habían acordado verse para ir por el moisés que la última había encargado a un almacén en Londres.

- Eleonor, ¿estás segura que puedes salir? – le preguntó Candy a Eleonor un tanto preocupada.

- Por supuesto Candy, no te asustes, anda vamos – la apuró sonriendo para sí.

- Duquesa – Henry el chofer le extendió la mano para ayudarla a subir.

- Gracias Henry, ven Candy te ayudo. Bueno, Henry llévanos a los almacenes Harrods por favor – pidió a Henry en cuanto lo tuvieron en el puesto del piloto.

- Sí Duquesa – asintió el chico, haciendo que ambas señoras rodaran los ojos.

- Bueno al parecer no eres la única que pelea con Henry, ¿verdad? – le dijo la rubia menor a su suegra.

- Pues no lo he logrado, ni Henry ni Arthur quieren acceder a que solo nos digan por nuestro nombre – comentó Eleonor.

- Olvídalo, no les haremos cambiar de opinión. Y cuéntame Candy, ¿por qué no trajiste a William? – cuestionó la abuela en son de reclamo.

- La culpa la tiene Terry – se defendió Candy.

- Y eso, ¿por qué? – se extrañó ella ante la defensa de su nuera.

- Nada más porque al señor se le ocurrió ir a presumir al bebé al Parlamento y también se lo llevó a la Reina, lo quería conocer – le informó la rubia menor.

- Pues eso está bien no, así podremos tardarnos – Eleonor le tomó la mano a Candy y la colocó sobre su brazo y ambas sonrieron.

- Pues en eso tienes razón Eleonor – asintió la rubia.

Tiempo después.

- Hemos llegado – anunció Henry.

- Duquesa, condesa – les ofreció a ambas la mano para que descendieran del auto.

- Gracias Henry – le agradecieron con una sonrisa.

- Bueno Candy, empecemos. Antes de ir por el moisés veamos que encontramos – expresó Eleonor contenta de tener todo el tiempo de ese día para disfrutar con Candy.

Mientras Candy y Eleonor visitaban algunos departamentos antes de ir por el moisés que habían encargado; en otro lado, Terry y Dorothy esperaban la audiencia con la reina, Samuel hizo presencia felicitando a Terry y tomando a William en brazos.

- Terry ¿cómo estás? – lo saludó con un abrazo por haberse estrenado de padre.

- ¡Hola Samuel! Bien y ¿tú? -

La dama del retratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora