Niño o niña
Ataque
Después de un fin de semana algo atareado por parte de los condes de Grandchester, Candy y Eleonor habían acordado verse para ir por el moisés que la última había encargado a un almacén en Londres.
- Eleonor, ¿estás segura que puedes salir? – le preguntó Candy a Eleonor un tanto preocupada.
- Por supuesto Candy, no te asustes, anda vamos – la apuró sonriendo para sí.
- Duquesa – Henry el chofer le extendió la mano para ayudarla a subir.
- Gracias Henry, ven Candy te ayudo. Bueno, Henry llévanos a los almacenes Harrods por favor – pidió a Henry en cuanto lo tuvieron en el puesto del piloto.
- Sí Duquesa – asintió el chico, haciendo que ambas señoras rodaran los ojos.
- Bueno al parecer no eres la única que pelea con Henry, ¿verdad? – le dijo la rubia menor a su suegra.
- Pues no lo he logrado, ni Henry ni Arthur quieren acceder a que solo nos digan por nuestro nombre – comentó Eleonor.
- Olvídalo, no les haremos cambiar de opinión. Y cuéntame Candy, ¿por qué no trajiste a William? – cuestionó la abuela en son de reclamo.
- La culpa la tiene Terry – se defendió Candy.
- Y eso, ¿por qué? – se extrañó ella ante la defensa de su nuera.
- Nada más porque al señor se le ocurrió ir a presumir al bebé al Parlamento y también se lo llevó a la Reina, lo quería conocer – le informó la rubia menor.
- Pues eso está bien no, así podremos tardarnos – Eleonor le tomó la mano a Candy y la colocó sobre su brazo y ambas sonrieron.
- Pues en eso tienes razón Eleonor – asintió la rubia.
Tiempo después.
- Hemos llegado – anunció Henry.
- Duquesa, condesa – les ofreció a ambas la mano para que descendieran del auto.
- Gracias Henry – le agradecieron con una sonrisa.
- Bueno Candy, empecemos. Antes de ir por el moisés veamos que encontramos – expresó Eleonor contenta de tener todo el tiempo de ese día para disfrutar con Candy.
Mientras Candy y Eleonor visitaban algunos departamentos antes de ir por el moisés que habían encargado; en otro lado, Terry y Dorothy esperaban la audiencia con la reina, Samuel hizo presencia felicitando a Terry y tomando a William en brazos.
- Terry ¿cómo estás? – lo saludó con un abrazo por haberse estrenado de padre.
- ¡Hola Samuel! Bien y ¿tú? -
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La dama del retrato
Любовные романыESTA HISTORIA COMO LAS ENCONTRADAS EN MI PERFIL SON DE MI TOTAL AUTORIA, NO DE DOMINIO PUBLICO COMO ESTA ESTIPULADO, SI HAY ALGUNA DUDA, PUEDEN CONTACTARME Él se ha quedado prendado de un retrato en una exposición en el Museo Metropolitano, la belle...