El plan
Terry estaba a la expectativa, según lo informado por Tom, Georgiana y Fred llegarían esa misma tarde a su departamento, ubicado en Londres. Habían demorado mucho tiempo, tenían cuatro horas de atraso. Candy estaba que daba vueltas en el departamento, sabía que una llamada a su esposo podría ponerlo en aprietos; tenía que calmarse, pero como hacerlo, si su esposo y padre de su hijo, estaba en peligro. Decidida tomo el teléfono y comenzó a marcar un número.
- Bueno – contestó la voz del otro lado.
- Papá, ¿tienes a Eleonor cerca? – cuestionó ella.
- No Candy, ¿pasa algo? – cuestionó el rubio intrigado.
- Pues nada en realidad, sólo que sabes en ¿qué está metido Terry, verdad? – preguntó con ganas de querer saber que sucedía.
- ¿Está metido en algo? – exclamó sorprendido.
- Sí papá, lo del secuestro está urdido por Georgiana y Fred Luchesse, su novio. No fue Niel el que mando a secuestrarnos, todo esto fue por Terry... en realidad – explicó Candy un tanto torpe.
- Quieres decir que Terry y Georgiana... - inquirió el rubio un tanto molesto.
- No papá, cómo se te ocurre, en realidad creo que fue en el hospital, Georgiana se le insinuó a Terry y él la rechazó – concluyó la rubia soltando un suspiro.
- ¿En serio? – respondió Albert sorprendido.
- Papá, en estos momentos se encuentran apostados fuera de su departamento. A ciencia cierta no me dijo mucho de eso, la verdad estoy preocupada – decidió soltar algo de información.
- ¿Quién más sabe de esto? – quiso averiguar un poco más.
- Samuel y Tom – contestó rápidamente.
- En ¿qué rayos está pensando mi yerno? – cuestionó exaltado el rubio, sin llegar a entender que pasó por la mente del castaño esposo de su hija.
- Realmente dudo que esté pensando, Eleonor ¿está bien? – preguntó ella tratando de cambiar el tema.
- Mejor, el bebé la tiene entretenida porque si se entera no quiero ni pensarlo – pero Albert no la dejó ni por un momento en paz.
- Sí supongo, recuerda que no te dije nada papá – le pidió ella al notar a su padre pensativo.
- Si Candy, me avisas ¿cómo va ese asunto? – pidió el rubio.
- No le digas nada a Eleonor – advirtió ella.
- No hija, no tengas cuidado por ello – advirtió el.
- Bueno papá te dejo, William está inquieto - le avisó para luego colgar.
- Sí Candy, te saludo a Eleonor de tu parte – se despidió.
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La dama del retrato
RomanceESTA HISTORIA COMO LAS ENCONTRADAS EN MI PERFIL SON DE MI TOTAL AUTORIA, NO DE DOMINIO PUBLICO COMO ESTA ESTIPULADO, SI HAY ALGUNA DUDA, PUEDEN CONTACTARME Él se ha quedado prendado de un retrato en una exposición en el Museo Metropolitano, la belle...