— Eh… buenos días —dijo Frank dándole la espalda y con el rostro aun sonrojado después de lo sucedido minutos atrás. Se había terminado de vestir corriendo y luego abandonado la habitación para ir a esconderse al baño a… reírse. A carcajadas.
— Buenos días —Gerard respondió asintiendo una vez con la cabeza y sonriendo de lado, sacudiéndose el cabello aún húmedo.
— Mm… siento lo de hace un rato yo… había olvidado que estabas ahí y… —sonrió un poco y se mordió los labios— Lo siento Gerard.
— No te preocupes, comprendo, en serio —sonrió acercándose a Frank a lo que era la cocina del apartamento— ¿Qué haces? —preguntó luego, aunque era obvio.
— Busco algo para que desayunemos —respondió este girándose hacia Gerard y quedando a escasos milímetros del otro— Ya sabes… yo no suelo comer en casa y ahora… eh… —Gerard se acercaba cada vez más y sus ojos se achicaron ¿Qué pretendía?— ¿Gerard?
Como si le hubiesen lanzando un balde de agua fría encima se alejó con el libido muerto. Ahora mismo moría de vergüenza ¿Por qué había querido besarlo? Demonios… Quizás hasta se ganaba una ida directo a la calle con esto.
— Bueno… —empezó Gerard girándose— Con respecto a lo que te dije anoche… quiero… quiero actuar como tú. Quiero ser despreocupado, quiero; sin ofender, vivir a base de un sueldo, quiero… —su voz sonaba torpe y tartamudeaba a ratos, intentando expulsar palabras para así hacerle olvidar su osadía anterior— Quiero ser alguien común y corriente, como tú Frank…
— Eh… —se tallo un ojo, había entendido completamente el doble sentido de estas palabras y si bien era Gerard quien prácticamente se había abalanzado sobre él a besarlo, la idea era cambiar el tema— Yo no soy muy común que digamos… —sonrió de lado mordiéndose los labios luego — Pero… veré que puedo hacer.
— ¿Qué harás? —inquirió Gerard ladeando la cabeza.
— No lo sé —Frank confesó luego— No puedo pensar con el estómago vacío y aquí no hay nada para comer ¿Te parece si vamos al supermercado y pienso en algo? —ofreció con una sonrisa, caminando hacia su cuarto y tomando una franela oscura y dejándola caer sobre su torso.
— Oh claro —Gerard asintió, caminando también hacia la habitación y tomando su chaqueta para luego seguirle los pasos a Frank hacia fuera del apartamento.
— ¿Piensas vivir todo este tiempo con la ropa que traes puesta? —inquirió Frank con tono curioso, no lo había visto traer más cosas que su mochila, la que al parecer no tenía muchas cosas dentro.
— No, no, no —Gerard sonrió adelantándosele en la escalera— Cuando encuentre un lugar seguro le enviaré un mail a mi hermano para que envié mis cosas.
— ¿Acaso no te quedarás conmigo? —Frank no pudo evitar hacer un puchero ante esto, se suponía que Gerard se quedaría con él en su apartamento y hasta que pudiera convencerlo de que compartir habitación no era tan mala idea, estaba dispuesto a dormir en el sofá.
— Claro que no ¿Cómo podría quedarme en tu cama sabiendo que tu estás durmiendo en ese frío sofá? —Gerard contesto casi escandalizado.
— No es tan frío y la verdad no me molesta —respondió Frank con una sonrisa amplia, dejando ver una irregular hilera de dientes.
— Pero… está frío y la verdad me siento muy culpable al saber que estoy durmiendo cómodo en tu cama y tú te mueres de frío en el sofá —Gerard inspiró ampliamente, haciendo una mueca.
— Igual… no será por mucho tiempo… —Frank musitó bajito.
— ¿Qué dices? —Gerard interrogó.
— Eeeeeh que ya llegamos, este es el supermercado —Frank contesto con recelo, abriendo la puerta del lugar y tragando saliva pesadamente. Casi lo descubre, río.
El lugar era un minimarket de barrio, con dos cajeras ojerosas, un guardia de seguridad con aspecto de pared y unas cuantas personas solitarias que recorrían los seis pasillos del lugar con sus carritos de compra.
— Primero que nada y lo digo con la mejor intensión: no hables con ese tono de superioridad en este lugar —comenzó Frank reprimiendo una carcajada al ver el gesto interrogante de Gerard— Ya sabes, tu solo tono de voz es un “Hey, tengo mucho dinero en mis bolsillos” o una mierda así —Gerard asintió, sin saber bien como debía hablar— Lo otro, no hables con nadie, a esta gente no le gusta hacer amigos y tampoco le gusta la gente que quiere ser su amigo. Y además, hace de cuenta que no tienes dinero —sonrío de lado, adentrándose en los pasillos del supermercado y metiéndose las manos en los bolsillos mientras bosteza profusamente.
— Muy gracioso —Gerard bufó siguiéndolo por el pasillo, mirando las desconocidas marcas de los productos presentes en ellos.
— ¿Ah sí? —Frank se volteó hacia Gerard quien se detuvo en seco, estaban en el pasillo de los licores, Frank se acercó sigiloso al lateral izquierdo de este y tomó una botella de vodka para luego guardarla rápidamente bajo la franela, escondiéndola con premisa entre su brazo izquierdo y la cintura— No veo a nadie riendo —Frank dijo con voz pastosa, avanzando por el pasillo.
— ¿Frank? —Gerard lo siguió de cerca, con las manos sudando por lo que acababa de hacer ¿Frank era un ladrón? ¡Oh Dios! ¿Dónde se había metido?
— Toma —le entregó un tarro de café y una cosa con crema— Apúrate —jadeo mirando a lo largo del pasillo, sus ojos sonreían y eso era suficiente para Gerard.
Rápidamente se hizo de las cosas entregadas bajo la ropa, metiendo la barriga para que fuese menos notorio el bulto extra. Papá me mataría si me viese haciendo eso. Pensó y una enorme sonrisa de triunfo se extendió por su rostro.
Frank se metió las manos en los bolsillos y luego, volviendo a pasear su vista por el vacío pasillo, se guardó una botella de coca-cola.
— Idiota, lo notarán —Gerard musitó a su lado, sonriendo de nuevo al tomar un frasco de mantequilla de maní y depositándolo junto al de café bajo su chaqueta.
— Eso crees tú —le devolvió la sonrisa, caminando hacia la caja y tomando un paquete de skittles, se acercó a la cajera con una enorme sonrisa y pagó el precio del skittles. Acto seguido lo recibió y comenzó a caminar lentamente hacia la salida.
— Wow… —Gerard suspiró pesadamente, aun sin creer como habían salido de ahí con todas esas cosas debajo— Cualquiera podría haberlo notado ¿Cómo lo hiciste?
— Llevan casi 16 horas trabajando, podrías robar la caja registradora que tienen en frente o quitarle el arma al guardia y no se darían cuenta —Frank sonrió encendiendo un cigarrillo— Por eso es mi supermercado favorito desde que me mudé a Jersey —añadió expulsando una gran bocanada de humo y sin poder dejar de mirar a Gerard.
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common people ・ frerard
FanficGerard Way es el hijo mayor de un importante empresario y es su deber el tomar el puesto como cabeza de empresa ahora que su padre es mayor. Pero no está en sus ambiciones, él quiere seguir sus sueños. El arte. Para eso, deberá huir de casa y empeza...