Hold On To Me

2

Desde que he regresado a mi apartamento no he hecho más esfuerzo que el mover la muñeca para cambiar de canal. Me he pasado el día entero tirada en el sofá en ropa interior, tapada con una manta de pelo y una taza de café y helado de vainilla. He visto las tres ultimas películas de Bridget Jones, me he dado un baño con burbujas y velas aromáticas, me he tomado mi tiempo en secarme el pelo y me he puesto mascarillas relajantes, por primera vez en mucho tiempo he comido una hamburguesa y algo que hasta ahora no había hecho, me he tomado una cerveza. Me he sacado fotos estando aburrida y me he reído de mí misma, he puesto música y he bailado por toda la casa a su ritmo, me he tomado una segunda cerveza y he leído un libro hasta quedarme dormida. Podría decirse que he tenido un día perfecto con y para mí misma. Hasta que a las cuatro y veinte de la mañana mi teléfono ha empezado a sonar.

Adormilada cojo mi teléfono con la intención de contestar, pero la llamada se corta entes de que pueda hacerlo. Observo la pantalla y veo que tengo cuatro llamadas perdidas, segundos después escucho el timbre de la puerta sonar varias veces seguidas. Perezosamente me levanto, me pongo una camiseta y unos pantalones lo más rápido que puedo y me acerco a la puerta principal la cual no ha dejado de sonar. Observo a través de la mirilla y me encuentro a Ava al otro lado con un niño pequeño en brazos y una mochila. Sin dudarlo abro la puerta y la dejo pasar. Sus ojos brillan y están llenos de preocupación y al igual que yo, ella y el niño están en pijama y se refugian del frío con una chaqueta y zapatillas de deporte.

— Jules... — Traga saliva antes de continuar y respira un par de veces intentando calmarse. — Siento presentarme aquí sin avisar, intenté llamarte pero no contestabas y... no sabía a dónde ir, no tengo a nadie que...

— Ava, tranquila, no pasa nada, puedes venir aquí siempre que quieras, siempre que lo necesites. — Sonriendo sin ganas asiente con la cabeza y sube ligeramente sus brazos para acomodar al niño.

— Jules mi padre está en el hospital, ha sufrido un infarto. Mi madre está trabajando, todavía no sabe nada, no te pediría esto si no fuera importante... — De nuevo empieza a ponerse nerviosa y sus ojos se llenan de lágrimas. — No tengo dónde dejar a mi hermano, sólo es un niño, no quiero que pase por esto. ¿Te importaría...

— Por supuesto que no, yo cuidaré de él. — Le sonrío y paso mi mano por su lacio cabello. — Seguro que nos lo pasamos bien, tú ve a ver a tu padre, tomate el tiempo que necesites.

— No sabes cuanto te lo agradezco, Jules, te debo una. — Sonrío negando con la cabeza y cojo en brazos al hermano de Ava y su mochila. — Le he traído todo lo necesario... volveré mañana a por él... si tienes alguna duda llámame...

— Estaremos bien, ahora lo que importa es que vayas a ver a tu padre. — Ava asiente con la cabeza, besa la cabeza de su hermano y sale del apartamento.

— Si te da mucho la lata ponle la película de Spiderman, es su favorita. Gracias de nuevo, Jules. — En cuanto la puerta se cierra, recojo la mochila del suelo y vuelvo a mi habitación, esta vez acompañada por un niño de cinco años.

Lo acuesto a mi lado, le saco la chaqueta y los zapatos y lo cubro con las sabanas. Abro su mochila, de Spiderman, para guardar la chaqueta cuando me encuentro un muñeco de peluche de... ¡vaya! también de Spiderman y con una pulsera que pone Will. Ava no mentía al decir que era su favorito. Después de sacar el muñeco y guardar la chaqueta, se lo coloco al lado porque, me imagino que duerme con él, o eso es lo que la mayoría de los niños hacen... La verdad es que no conozco a tantos niños como para saber eso, pero yo lo hacía, dormía no sólo con uno, sino con todos mis muñecos y estos se caían por la noche al moverme de un lado a otro, pero yo creía que tenían vida y se movían como en Toy Story, por eso estaban en el suelo. Me río de mi misma ante el recuerdo y me meto en la cama junto a Will y Spiderman, me tapo con las sabanas y cierro los ojos con la esperanza de recuperar el sueño, y así es...