Llegué junto al lago y empecé a inspeccionar el lugar en busca de huellas. Finalmente encontré un rastro que se adentraba en el bosque cruzando los límites del sur de éste. Aunque no era lo que buscaba seguí aquel rastro. Sabía a quien pertenecía la sangre que me guiaba y deseaba que aquel a por quien iba estuviera bien.
Encontré huellas cerca de la sangre de Alen que cubría la mayor parte del sendero que habían empezado a seguir.
Crack.
El sonido de una rama al romperse. Eso fue lo que puso mis sentidos en alerta. Cogí rápidamente una de las ballestas, y la preparé para disparar. Unos matorrales a pocos metros de mi empezaron a moverse. Me tensé y apunté con el arma al lugar.
Un pequeño conejo salió del lugar mirándome con curiosidad. Suspiré de alivio. Necesitaba descansar un poco. Ya había dejado mi olor y mis huellas de camino hacia aquí, así que decidí seguir por los árboles.
Aprendí a escalar a muy temprana edad, a mi madre no le gustaba, decía que era demasiado peligroso para una cría de siete años. A los diez ya me sabía manejar por el bosque a mi antojo. Aria me había llamado 'mono' más de una vez. Sonreí tras aquellos recuerdos.
Empecé a pasar de una rama a otra. Había adquirido la fuerza necesaria como para sujetarme con una mano, ya que la otra aún se estaba curando. Tenía el equilibrio necesario como pasar saltando de un árbol a otro sin caerme. Supongo que fue una de las ventajas de mudarnos al bosque dos años antes de la sequía. Prácticamente crecí aprendiendo a sobrevivir y a valerme por mi misma para conseguir comida y algo de beber los días que había suerte.
Una luz en medio de aquel sombrío lugar me distrajo de mis pensamientos. Era una hoguera y no estaba muy lejos. Solo a unos veinte metros de mi. Avancé por los árboles hasta que estuve lo suficientemente cerca como para observar todo mejor desde mi posición. Varios hombres preparándose para dormir. Distinguí a los dos que le estuvieron pegando la paliza a Alen.
Fijé mi mirada en los demás, todos fornidos y preparados para luchar en un cuerpo a cuerpo. Pero sin estar listos para una emboscada, y mas por una chica a la que seguramente creían muerta.
Capítulo corto II
Espero que os hayan gustado estos dos nuevos capítulos. Os dejo con la intriga.
Nos leemos la semana que viene.
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El Ladrón De Agua©
Short StoryTodo lo que creíamos conocer había cambiado. La sequía había dejado a medio mundo sin suplementos ni comida. El mundo llegaba a su fin. Tanto la raza humana como la flora y la fauna que antes hacían tan bella la Tierra se acabarían extinguiendo. El...