Capítulo 17

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Alen POV (Mini-Especial)

La pequeña se había encaprichado con mi manta pues decía que era la más calentita, y no quería que nadie la tocara.

-E' mía. -decía todo el tiempo.

Le cedí la otra manta a Ocean, pero la muy cabezota insistió en que yo debería usarla. Estuvimos discutiendo un buen rato sobre el tema.

-No Alen, tómala tú. A mi no me importa. -decía ella apartando la manta que yo le tendía.

-Te he dicho que no Ocean. Además, yo no paso frío. Confía en mi. -quería que lo hiciera, que confiara en mi. Que cogiera la manta y dejara de discutir. Ella puso los ojos en blanco y negó con la cabeza soltando un pequeño bufido.

-Bien...-dijo fría aceptando la manta que yo le tendía y acostándose en su lado de la hoguera. -Buenas noches.

-Buenas noches Ocean. -dije cerrando los ojos e intentando dormir.

Estaba tiritando. No quería despertar a nadie, pero no podía evitar que me castañearan los dientes.

Noté como ella se despertaba a mis espaldas. Bufó. Decidí hacerme el dormido, cuando ella llegó hasta donde yo estaba.

Noté como me arropaba con la manta. Empecé a entrar un poco en calor, pero me seguían castañeando los dientes.

-Idimís, yi ni pisi fríi. -dijo ella haciéndome burla. Quise reír, pero me aguanté las ganas. De repente noté como uno de sus finos dedos pasaba por la herida que ella me había hecho días antes. Aún se estaba cicatrizando, pero ya no me dolía. Me estremecí ante su tacto.

-Idiota. -la escuché decir, y casi pude ver como sonreía. Escuché cómo se levantaba y volvía a su lado de la hoguera. Al cabo de un rato fui yo quien la escuchó tiritar. Puse los ojos en blanco y sonreí para mi.

Me levanté de mi sitio con la manta en las manos y fui hacia ella, quien cerró los ojos al escucharme cerca. Negué con la cabeza aún sonriendo.

No estaba muy seguro de lo que iba ha hacer. Solo esperaba que mañana no me incrustara una flecha en el otro hombro.

La tapé con la manta protegiéndola del frío y me tumbé a su lado rodeando su cintura con mi brazo y atrayéndola hacia mi para que ambos entráramos en calor.

-Idiota tú. -susurré contra su cuello. Y poco a poco fui quedándome dormido.

El Ladrón De Agua© Donde viven las historias. Descúbrelo ahora