Me desperté de madrugada, como siempre. Y abandoné la casa para ir en busca de algo de comer. Ojalá hoy tuviera más suerte que ayer.
Cogí mi capa negra, una cantimplora algo mas grande que la del día anterior; por si acaso, no quiero comentarios... mi carcaj con sus flechas y mi arco.
Después salí de casa adentrándome de nuevo en el bosque como el día anterior. Había dejado a Persia en la cama de Aria antes de marcharme, para que la pequeña no despertara sola, de nuevo.
Mientras caminaba, miles de pensamientos inundaron mi mente. Imágenes sobre mamá, los recuerdos del ayer, la guerra, cuando se desestabilizaron los gobiernos de la tierra...había muchas cosas en las que pensar y poco tiempo para hacerlo.
Cogí unas cuantas bayas y setas que crecían cerca de donde antes había estado el gran lago. Todavía no comprendía cómo algo tan hermoso podía desaparecer tan rápido.
Un ruido puso mis sentidos en alerta. Saqué la daga que llevaba escondida en mis botas. Algo se acercó sigilosamente por detrás intentando taparme la boca con su mano. Quien quiera que fuera había sido muy rápido y cauteloso. Cogí el brazo del sujeto y lo retorcí hasta dejarlo sobre su espalda. Quería ver la cara de mi atacante así que le di la vuelta acorralándolo entre mi cuerpo y un árbol cercano. Mi daga había acabado en su cuello.
Un solo movimiento, y sería el último.
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El Ladrón De Agua©
Historia CortaTodo lo que creíamos conocer había cambiado. La sequía había dejado a medio mundo sin suplementos ni comida. El mundo llegaba a su fin. Tanto la raza humana como la flora y la fauna que antes hacían tan bella la Tierra se acabarían extinguiendo. El...