Estaba en el bosque. De repente escuché unos gritos provenientes de casa. Corrí todo lo que pude hasta llegar junto a ella. Cuando estuve en frente de ésta, intenté correr hacia el interior, pero mis pies no querían avanzar. Intenté moverme, arrastrarme, patalear, pero nada de eso servía.
Seguí escuchando gritos, los cuales desgarraban mis oídos. Lágrimas empezaban a caer por mi rostro porque no podía hacer nada para que parasen. Unos hombres salieron de la casa. Iban armados y su ropa estaba manchada de un líquido rojo.
Mis pies por fin se movieron y entré en la casa. Me quedé sin aliento. Todo estaba tirado en el suelo. Había sangre por todos lados. Un osito de peluche yacía en el suelo junto a un charco de sangre. Entré en el comedor encontrándome con mi peor pesadilla. Aria y papá estaban tirados en el suelo sangrando.
Empezaba a ver borroso porque las lágrimas inundaban mis ojos. Miré a mi alrededor buscando a mi hermana pequeña. La encontré junto al sofá. Estaba tirada en el suelo.
-Persia, todo está bien. -dije dándole la vuelta para que me mirara. Sin embargo me encontré con un rostro sin vida. -¡¡NOOO!!
-¡¡NOOO!! -dije despertándome sobresaltada. Respiraba agitadamente y sentía mi rostro húmedo debido a las lágrimas.
-Ocean. -dijo Alen levantándose de inmediato con un gesto de preocupación en el rostro. Me estaba dando un ataque de ansiedad. Casi no podía respirar. -Tranquila, tranquila. -dijo abrazándome. -Todo está bien. -rompió el abrazo e intentó captar mi atención. -Inhala, exhala. -repetía él. Intentaba seguir sus indicaciones, pero no podía. -Mírame Ocean. -dijo cogiéndome de la barbilla y conectando mi mirada con la suya. -Inhala, exhala. -lo hice. -Muy bien, otra vez. -y poco a poco mi respiración se fue regulando.
-Ellos no estaban Alen. -dije aún llorando. -Y Percy tampoco...-se me quebró la voz.
-Shh. -dijo abrazándome de nuevo y acariciando mi cabello con una de sus manos. -Ella está bien, y tú también, y eso es lo que de verdad importa. -Se tumbó arrastrándome con él intentando no romper el abrazo. Me aferre mas fuerte a él quien me rodeó con ambos brazos envolviéndome en ellos.
Y así ambos nos quedamos dormidos.
ESTÁS LEYENDO
El Ladrón De Agua©
NouvellesTodo lo que creíamos conocer había cambiado. La sequía había dejado a medio mundo sin suplementos ni comida. El mundo llegaba a su fin. Tanto la raza humana como la flora y la fauna que antes hacían tan bella la Tierra se acabarían extinguiendo. El...