¡Enamorarse No Es La Misión! [RinxLen]

Capítulo 28

Maratón 3/5
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La risa de Rui a mi lado me llamó la atención y sin evitarlo vi la tableta en sus manos, lo que se mostraba era un mapa de París y cerca de la torre eiffel había un punto rojo.

—¿Qué miras tanto, pequeña? —cuestioné.

—¿Ves ese punto rojo de ahí? —yo asentí— es el tipo con lentes del equipo de Rin —dijo sonriendo.

—¿Pero cómo...?

—Cuando él estaba distraído le coloqué un rastreador en su pantalón, tal parece no se lo ha cambiado —finalizó.

—Me sorprendes, sí que eres buena en eso —dije tras desordenarle el cabello.

—¡¿En serio?! ¡Gracias tío Kaito! —exclamó alegre para luego darme un abrazo— oye... —murmuró cambiando su semblante al de uno triste.

—¿Qué sucede?

—¿Es cierto que Len mató a Miku? —preguntó soltando el agarre que ella misma creó.

—La verdad es que no lo sé, pero me gustaría que fuese una simple broma.

—Eso espero... ¿Sabes? Yo le quiero mucho y me daría mucha pena que eso fuera cierto —bajó la mirada apenada.

—Hey, no te pongas así —me puse en cuclillas a su altura— si eso llegase a ser cierto, estoy seguro que hará lo posible por cuidarnos y no nos hará daño —le dediqué una sonrisa a la de ojos ámbar.

—Sí... creo que tienes razón —ella imitó mi gesto y levantó la mirada, yo me levanté y la tomé de la cintura, acto seguido la subí a mis hombros— ¡Tío Kaito! ¡Ten cuidado, estoy usando un vestido! —exclamó rápidamente.

—Cierto, eso me recuerda... te tienes que cambiar de ropa —dijo Luka uniéndose a la conversación— a no ser que quieras que todos vean tu ropa interior. Ten, usa esto, te gustará —la de ojos azules le entregó un bolso con algo dentro— cámbiate allí —señaló con su mano el baño del jet.

—Oki, tío bajame —pidió sacudiendo mi cabello, yo le hice caso enseguida y casi corriendo se dirigió al lugar señalado. Apenas Rui se fue, Luka dejó escapar un largo suspiro.

—¿Pasa algo malo? —pregunté viendo a mi amiga de hace años atrás.

—¿Tú qué crees? —ella frunció el ceño— ¿Cómo puedes preguntar algo así?

—Bueno... sé que Miku y tú tenían algo, y, lamento lo sucedido —dije rascando mi nuca.

—No se por qué te disculpas, tú no mataste a Miku —soltó mirando, al ahora dormido, Len— fue él.

—Lo sé, lo sé —suspiré con pesadez observando a la misma persona.

—Entonces no lo hagas —la de cabello rosa se cruzó de brazos, recargando su cuerpo en su asiento, yo me senté a su lado– ¿Por qué crees que lo hizo?

—Bueno, eh... —musité incómodo por la pregunta— y-yo, no tengo idea —no creo que sea correcto decirle lo que pasó.

—¡Lenka! —oí gritar fuera de la habitación, ¿Qué demonios sucede ahí?

—Lo siento, ¡PERO HASTA AQUÍ LLEGASTE! —el grito de Miku retumbó por la casa— lo siento, di tus últimas palabras.

—¡LEN! —gritó una voz femenina, era como si estuviese llorando.

—¿Len? —preguntaron Miku y Lenka al mismo tiempo.

—¡Rin! —gritó Len, me sorprendió escucharle, unos disparos se escucharon.

—¡TRAIDOR! —gritó Miku— ¡Eres un puto traidor! —¿Se supone que le está hablando a Len...?

—Lo siento... te veré en el infierno —dijo el rubio, otro disparo se hizo presente.

No me jodan que él la mató.

—¡Lista! —Rui salió por la puerta, estaba vestida con short de color rojo oscuro con unos detalles naranjos, un chaleco negro y zapatillas rojas.

—Te ves preciosa —dijo Luka sonriendo.

—Gracias —la de menor estatura imitó su gesto.

—Ya estamos por llegar —avisé tras ver a través de la ventana— habrá que despertar a Meiko y Len.

—Yo lo hago —se ofreció Rui.

—Está bien, pero luego, todavía no.

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