¡Enamorarse No Es La Misión! [RinxLen]

Capítulo 33

—Un momento... ¿No se suponía que Akita vendría? —preguntó la albina llamando la atención de todos.

—Eso fue lo que dijo, quizás se haya retrasado —contestó la ojiazul recordando las palabras dichas por su hermana.

Todos los presentes en la torre observaron al cielo tras sentir una fría brisa sobre ellos, al mirar en dicha dirección se encontraron con un helicóptero, dentro de este se lograba ver la larga cabellera anaranjada que estaba amarrada en una coleta alta, a su lado había un hombre que no se lograba identificar ya que utilizaba una capucha y lentes oscuros.

—Ha de ser ella —murmuró Rin tras fruncir el ceño, aunque estaba en tregua no podía evitar sentir un gran odio por ella.

Akita se posicionó en la orilla del helicóptero y saltó de este dando un giro en el aire, luego cayó al lado de la ojiazul con ambas piernas juntas.

—Bien, ¿Qué sucede Rin-chan? ¿Por qué tu hermana me pidió que viniese hasta aquí? —preguntó la de ojos ámbar sonriendo dulcemente, la rubia miraba a la chica completamente confundida.

—¿Me acabas de llamar Rin-chan?

—¡Claro! —contestó sin quitar su radiante sonrisa— ¿Por qué no lo haría? Somos amigas después de todo.

—¿A-amigas? —Rin retrocedió un paso intentando alejarse de ella, pero chocó con el cuerpo de Luka— tú no eres mi amiga, n-ni siquiera te conozco.

—¿De qué hablas? Somos amigas ¿No te acuerdas? Eramos muy unidas... Miku, Lenka, Len, tú y yo —ambos rubios se miraron atónitos— los cinco éramos los mejores amigos —finalizó.

—Estás loca —susurró la ojiazul entre dientes— ¡Nunca he sido tu amiga! —exclamó cerrando sus puños con fuerza— además, ¿Qué tiene que ver Kagene en todo esto?

—¿Quién es Kagene? —cuestionó ladeando su cabeza, todos en el lugar apuntaron a Len— ¿Él? Pero si su apellido es Kagamine, es tu hermano ¡Tonta! Lenka, Len y tú son trillizos —terminó de decir con gracia en su tono de voz.

Tanto Rin como Len se quedaron sin palabras al oír aquello, dudando si lo que decía esa mujer era cierto o una simple broma de mal gusto.

—Yo no me apellido Kagamine —murmuró el rubio.

—Que tercos son... —Neru suspiró y miró a Len— sí, te llamas Len Kagamine. Aunque... luego del accidente te separaste de tu familia.

—¿Qué accidente?

—Cuando su madre falleció ¿Qué acaso no se acuerdan? Hagan memoria y no sean lentos.

—Yo no me acuerdo de cuando murió mi madre —susurró cabizbajo, su flequillo cubría sus ojos a la perfección.

—¿Qué acaso tendré que hacerlo todo yo? Veamos... —todos, sin excepción alguna, prestaron atención a Akita mientras ella se centraba en narrar lo que sucedió aquel día.

—Miku..  esta idea no me gusta —murmuró la pequeña mientras jugaba con sus dedos.

—Ay Neru, no seas una miedosa. Todo saldrá bien y Rin volverá a confiar en mi —la de cabello turquesa sonrió decidida, luego guardó su teléfono que hace unos segundos atrás había utilizado.

—No lo se, me parece tonta la idea que tienes en mente. Es decir, ¿Encerrar a Len para que cuando Rin se sienta mal ir a consolarla y después libelarlo? —preguntó con algo de ironía— ¡Él podría decirle a alguien lo que hiciste!

—¿Hice? ¿Qué acaso no me vas a ayudar?

—Exacto, no pienso hacer algo para lastimarlos, son mis amigos y si yo quiero tener su confianza entonces me la ganaré y no haré planes tontos para mejorar mi relación con ellos.