Capítulo 21

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-Prométeme algo cariño, sin importar qué, no volverás a llorar... y serás feliz, porque nosotros siempre estaremos contigo -fue lo último que oí decirle a mi madre antes de que cerrara sus ojos por última vez.

Un par de lágrimas cayeron finalmente por mis ojos y sentí como la mano de la mujer que me dio la vida, se volvía cada vez más fría.

Ese es el recuerdo más viejo que tengo, me pregunto qué habrá pasado con mis padres, aunque sé que nunca tendré la respuesta.

-Hey, ¿Qué haces aquí tan solo? -preguntó un chico peli-azul sentándose a mi lado- ¿Y por qué lloras?

-Y-yo... no lo recuerdo -dije secando las lágrimas que estaban sobre mis mejillas- n-no recuerdo dónde están mis padres, e-estoy perdido... -dije abrazando mis piernas las cuales temblaban por el frío que hacía.

-¿No tienes hermanos mayores o algún familiar? -preguntó a lo que yo me encogí de hombros, lamentablemente no recuerdo nada sobre mi familia, él se quedó pensativo un rato y luego abrió la boca, pero la cerró al cabo de unos segundos- empecemos del comienzo -fruncí el ceño ya que no entendía a lo que se refería- mi nombre es Kaito -él extendió su mano con una gran sonrisa- ... oye, ¿Acaso no sabes saludar a un nuevo colega? Dame la mano -hice lo que él me dijo y la apretó levemente.

-S-soy Len -murmuré soltando la mano de Kaito.

-Si no tienes a nadie ven conmigo -él se levantó y esperó a que yo hiciera lo mismo, dudé un tiempo y me levanté con torpeza- ¡Bien! Sígueme, estoy seguro que la señorita Hatsune te recibirá con los brazos abiertos.

-¿Señorita... Hatsune? -susurré confuso.

-Síp, ella siempre ayuda a los niños que están sin sus padres. Ella es muy amable y comprensiva -explicó mientras me guiaba a una casa bastante grande, he de admitir que era muy linda- ¡Miku-san, Miku-san! -exclamó corriendo hacia una chica que tenía su cabello amarrado en dos coletas.

-¿Qué sucede Kaito-kun? -preguntó poniéndose a su altura, Miku se veía de unos trece o catorce años, más o menos- ¿Eh? ¿Y ese niño, es tu amigo? -cuestionó refiriéndose a mi, yo estaba unos pasos más atrás.

-¡Sí! Se llama Len -respondió sonriendo- él también está solo.

-Vaya... tus padres ¿Te abandonaron o sufrieron algún accidente? -no respondí aquella pregunta- ¿Te comió la lengua el ratón? -ella formó una sonrisa con sus labios y se río.

-Yo ya le pregunté, pero dijo que no se acordaba -explicó Kaito.

-¿Se te olvidó? Que extraño... ¡No importa! Puedes quedarte con nosotros, no hay problema con ello -ella tomó nuestras muñecas y nos llevó adentro- Kaito-kun ¿Podrías llevar a Len-kun con los demás?

-¡Claro! -exclamó sonriendo- ¡Ven! Estoy seguro que llevarás muy bien con ellos ¡Son muy divertidos y graciosos y...! Oh, em... Miku-san ¿Dónde están?

-En el jardín, creo que están jugando.

-Muchas gracias -seguí a Kaito hasta donde se suponía que estaban los otros, había un chico rubio y de ojos color miel, una chica peli-rosa y ojos azules, por último una chica castaña y de ojos café- hola~ -saludó agitando su mano de un lado al otro.

-¿Quién es él, Kaito? -cuestionó el chico rubio.

-Claro, claro. El es Len -dijo el peli-azul apuntándome- Len, ellos son Oliver, -señaló al chico rubio- Meiko -señaló a la castaña- y Luka -por último señaló a la peli-rosa.

-Es un gusto Len -dijo Luka sonriendo.

-Igualmente -dije en voz baja.

Me costó bastante acostumbrarme a ese lugar, no me sentía cómodo, pero con el tiempo esa casa se volvió en mi hogar. Hasta que...

-¡¿Qué?! ¡¿Cómo es eso de que te irás y nos dejarás solos?! -exclamó Meiko molesta.

-Lo siento, pero me necesitan en New York -se disculpó Miku-san haciendo una leve reverencia.

-¿Quienes te necesitan? -preguntó Luka más calmada, pero podía notar el enfado en sus palabras.

-N-no es importante -respondió apartando la mirada sonrojada.

-¿Acaso esas personas son más importantes que nosotros, los cuales siempre hemos estado a tu lado? -cuestionó la peli-rosa acercándose a ella- ¿No crees que es injusto que unas personas vengan y te alejen de nosotros, si ni siquiera los conoces como a nosotros?

-Claro que los conozco, p-pero... es realmente importante que vaya con ellos.

-Si... ¡Si así son las cosas, n-nosotros... ! Nosotros... ¡Te acompañaremos pase lo que pase! -exclamé cerrando los ojos con fuerza al intentar cumplir la promesa que le hice a mi madre. Le tenía mucho cariño a Miku-san.

Y pensar que yo fui quien la mató.

-S-son muy tiernos en querer acompañarme, pero es algo peligroso -Luka se acercó aun más a Miku-san y luego la abrazo.

-Estamos contigo, no te abandonaremos -murmuró Luka sin soltarla, el rostro de Miku-san se veía cada vez más rojo.

-B-bueno, pero luego no digan que no les advertí -Miku tomó los hombros de la peli-rosa y la alejó de ella.

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El capítulo me quedó más largo de lo esperado y eso que aún queda más xD
Y pues... no tengo nada más que decir, así que espero que les haya gustado ^^

-Adiós.

Ema. D-

¡Enamorarse No Es La Misión! [RinxLen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora